Algo se empieza a mover

El 30 de marzo, en el encuentro secreto que el lehendakari I?igo Urkullu mantuvo con el presidente Mariano Rajoy, en la Moncloa, le propuso, tras a?o y medio de cese definitivo del terrorismo de ETA, un plan que abarcaba el acercamiento selectivo de presos de la banda; la excarcelaci¨®n de los presos terminales; la revisi¨®n de condenas por actividades que ahora son legales, como el caso del l¨ªder de Sortu, Arnaldo Otegi, y la reactivaci¨®n de la pol¨ªtica de reinserci¨®n de presos. Sobre estas cuestiones existe un amplio consenso entre las principales fuerzas pol¨ªticas vascas: PNV, PSE e izquierda abertzale.

En este contexto pol¨ªtico, se han producido dos movimientos en muy poco tiempo. El primero, el auto de la Audiencia Nacional, que al asumir la petici¨®n de un permiso del preso exetarra Valent¨ªn Lasarte, clarifica los requisitos para que los presos etarras se acojan a la reinserci¨®n individual, lo que impulsar¨¢ la pol¨ªtica de reinserci¨®n, paralizada desde septiembre, tras la ofensiva de la ultraderecha pol¨ªtica y medi¨¢tica por la excarcelaci¨®n del preso terminal, Josu Uribetxeberria. Ahora, el juez de vigilancia penitenciaria y la administraci¨®n penitenciaria contar¨¢n con una cobertura jur¨ªdica de la que carec¨ªan.

El segundo movimiento afecta a Otegi y sus compa?eros. Hace un a?o el Tribunal Supremo les rebaj¨® la condena de diez a?os, de la Audiencia Nacional, a seis por colaboraci¨®n con banda armada por intentar reconstruir el partido de la izquierda abertzale. Cuando Otegi ya daba por perdido el recurso que present¨® ante el Tribunal Constitucional hace un a?o, el alto tribunal ha decidido aceptarlo.

Otegi y sus compa?eros, detenidos en octubre de 2009, han cumplido m¨¢s de la mitad de su condena y su situaci¨®n tiene un fuerte impacto en Euskadi. No solo la izquierda abertzale ha pedido su libertad. Tambi¨¦n lo han hecho los l¨ªderes del PSE, Patxi L¨®pez y Jes¨²s Eguiguren, y el del PNV y lehendakari I?igo Urkullu, as¨ª como influyentes organizaciones sociales.

Los principales partidos vascos consideran un ¡°desprop¨®sito pol¨ªtico y jur¨ªdico¡± que Otegi siga en prisi¨®n, bajo la acusaci¨®n de "colaboraci¨®n con banda armada", cuando el partido de la izquierda abertzale Sortu se legaliz¨® hace un a?o y ¨¦l dio los primeros pasos para desvincular a la izquierda abertzale del terrorismo.

Pero que el Tribunal Constitucional admita a tr¨¢mite el recurso no significa que Otegi sea puesto en libertad inmediatamente. A su favor cuenta que en casos similares ¡ªcumplida la mitad de una condena no alta y admitido a tr¨¢mite el recurso¡ª es frecuente su concesi¨®n. En su contra puede jugar que Otegi tiene pendiente otro caso, el de las herrikotabernas. La decisi¨®n, previsiblemente, ser¨¢ r¨¢pida.

Sobre la cuesti¨®n de fondo, Otegi aleg¨® ante el Tribunal Constitucional los votos particulares de dos de los cinco magistrados de la sala del Tribunal Supremo que le conden¨®, el m¨¢s importante, la ¡°inconsistencia¡± de la acusaci¨®n de ¡°colaboraci¨®n con banda armada¡±. Los hechos posteriores ¡ªrechazo de la violencia de ETA en los estatutos de Sortu y el logro del cese definitivo de la banda armada¡ª avalar¨ªan la ¡°inconsistencia de la acusaci¨®n de colaboraci¨®n con banda armada¡±.