La cueva de Al¨ª Bab¨¢ del hach¨ªs
C¨®rdoba emerge como parada en la distribuci¨®n de la droga hacia Europa Acapara dos incautaciones de 52.000 y 10.000 kilos, un r¨¦cord hist¨®rico
Dos hombres maniatados. Otros dos golpe¨¢ndoles. Es viernes 3 de mayo por la ma?ana, pol¨ªgono de la Amargacena, C¨®rdoba. Un trabajador acaba de entrar en una nave industrial en busca de una carretilla mec¨¢nica y se topa con esa escena. No es la que esperaba. El lugar, vac¨ªo, solo est¨¢ ocupado por esas cuatro personas, los golpes y los gritos. Uno de los amordazados sangra por una ceja. Los dos agresores se abalanzan sobre el reci¨¦n llegado. Lo reducen y lo atan. M¨¢s gritos. M¨¢s golpes. Y, de repente, nada. Los dos asaltantes desaparecen. El trabajador llama a la polic¨ªa y denuncia el hecho. Los otros dos agredidos tambi¨¦n escapan.
No ser¨¢ la primera alerta que reciba la comisar¨ªa de C¨®rdoba esa ma?ana. Casi al un¨ªsono, otra llamada avisa de un intento de robo en otra nave cercana. All¨ª, los agentes har¨¢n un descubrimiento hist¨®rico: el mayor alijo de hach¨ªs incautado nunca en Espa?a, 52,6 toneladas de droga. De inmediato la polic¨ªa ata cabos y se da cuenta de que ambos hechos est¨¢n relacionados. Comienza entonces una operaci¨®n para desmantelar dos importantes redes de narcotraficantes, con base en Sevilla, que sigue abierta. Ya hay cuatro detenidos que el juez ha enviado a prisi¨®n, pero se espera que las detenciones se sucedan. El Juzgado de Instrucci¨®n 1 de C¨®rdoba dirige el caso.
En una semana han sido incautadas 95 toneladas en C¨®rdoba y Algeciras
El descubrimiento de este ins¨®lito alijo, incautado solo un d¨ªa despu¨¦s de que la Guardia Civil batiera el r¨¦cord anterior de droga incautada en Espa?a con una aprehensi¨®n de 32 toneladas de hach¨ªs en el puerto de Algeciras y adem¨¢s descubriera 13.000 plantas de marihuana en M¨¢laga, ha destapado un perfil de C¨®rdoba como base de operaciones para la exportaci¨®n de la droga hacia Europa, desconocido hasta ahora. Seis d¨ªas despu¨¦s del descomunal alijo, florecieron en esta ciudad otros 291 kilos de hach¨ªs en una tercera nave industrial. Y un d¨ªa m¨¢s tarde, otras 10 toneladas repartidas en dos camiones en una cuarta nave. Como referencia, en toda Espa?a se incautaron 325 toneladas de hach¨ªs a lo largo de 2012.
¡°Va en contra de la l¨®gica del traficante acumular tanta droga en un mismo sitio. Lo tengo el menor tiempo posible y lo largo. Para esto hay que tener muy poquita cabeza¡±, ejemplifican fuentes policiales sobre este caso, inusual en la tradicional entrada de hach¨ªs a Europa a trav¨¦s de Andaluc¨ªa. Tal acopio de narc¨®ticos pudo deberse a un inesperado problema de distribuci¨®n de la banda, compuesta por dos familias sevillanas. Una de ellas es vieja conocida de la polic¨ªa, ya que pose¨ªa una empresa de transportes y hace a?os ya les fue incautado un alijo de una tonelada de droga en la frontera hacia Francia.
Ahora C¨®rdoba era su base log¨ªstica para repartir la droga de origen marroqu¨ª hacia el norte de Europa, especialmente Alemania y Holanda. El incesante tr¨¢fico de camiones desde Marruecos ten¨ªa escalas habitualmente en Sevilla, pero esta banda opt¨® por mudar su gran infraestructura a C¨®rdoba, un centro menos sospechoso que la capital andaluza. El pol¨ªgono de la Amargacena no puede estar mejor ubicado. Junto a la A-4, con l¨ªnea directa a M¨¢laga, Sevilla, C¨¢diz y Huelva, por el Sur, y Madrid y el resto del pa¨ªs, por el Norte. El traj¨ªn diario de camiones y furgonetas de todos los tama?os que entran y salen del pol¨ªgono completa la tapadera perfecta.
¡°Las tres naves estaban alquiladas a distintos propietarios¡±, se?alan fuentes policiales. Los datos recogidos en los contratos de arrendamiento han servido para proceder, al menos, a una de las detenciones. Todos los sospechosos proceden de Sevilla (aunque dos de ellos fueron detenidos en Almonte, Huelva). ?Qu¨¦ papel jugaban estas naves? Las hip¨®tesis siguen abiertas, pero la polic¨ªa baraja la posibilidad de que la primera de ellas, la misma en la que el trabajador encontr¨® a los dos maniatados, serv¨ªa de tienda para un menudeo de droga a media escala. La segunda nave, donde se hall¨® el alijo, ser¨ªa el almac¨¦n general.
Esa nave, con dos camiones de medio tonelaje dentro y hasta arriba de hach¨ªs, era la que buscaban los dos agresores, sospechan los investigadores. ¡°Podr¨ªa tratarse de un intento de robo entre dos bandas¡±, detallan dichas fuentes. Seg¨²n esta l¨ªnea, tras arrancar la informaci¨®n a los dos amordazados de d¨®nde se encontraba el almac¨¦n, los atacantes se montaron en sus coches ¡ªalgunos testigos apuntan que podr¨ªan ser dos¡ª, fueron hasta all¨ª y trataron de reventar la puerta de metal empotr¨¢ndose contra ella en una especie de alunizaje, pero sin ¨¦xito.
¡°Va en contra de la l¨®gica del traficante acumular tanta droga en un sitio¡±
Entonces los acontecimientos se precipitan. El trabajador que hab¨ªa visto la agresi¨®n logra liberarse de la cinta de embalar con la que lo hab¨ªan atado y avisa a la polic¨ªa. ¡°El Grupo V, dedicado a Patrimonio, se da cuenta de que aquello parece algo m¨¢s que un atraco¡±, relatan las fuentes. Hab¨ªa restos de embalajes por el suelo similares a los que se usan para almacenar droga, restos de sangre. As¨ª que se da tambi¨¦n aviso al Grupo de Estupefacientes.
Mientras tanto, otro trabajador del pol¨ªgono pasa por delante de la segunda nave que acaba de intentar ser reventada. All¨ª ya no queda nadie. Uno de los socios del propietario se acerca al lugar, comprueba los destrozos y llama a la polic¨ªa. Los episodios guardan v¨ªnculos y los agentes llegan a la segunda nave. Lo que encontrar¨¢n dentro dejar¨¢ a todos boquiabiertos.
Nadie sospechaba nada en el pol¨ªgono. ¡°Nunca vi movimiento ni nada extra?o¡±, comenta un trabajador de una chatarrer¨ªa cercana a la nave donde se encontr¨® el gran bot¨ªn. La Amargacena es uno de los pol¨ªgonos con mayor actividad de C¨®rdoba. Hay cientos de empresas grandes y peque?as, junto a talleres y almacenes. Y su disposici¨®n irregular, con numerosos callejones y traseras para carga y descarga, complica la visibilidad del conjunto. En una de esas traseras, disimulada entre toda una hilera de almacenes id¨¦nticos y al abrigo de curiosos, se encontraba el mayor alijo de hach¨ªs de la historia de Espa?a.
32 toneladas camufladas entre melones
Las incautaciones de droga en el puerto de Algeciras (C¨¢diz) son habituales. Pero la aparici¨®n de 32 toneladas de hach¨ªs en un cami¨®n que transportaba melones desde Marruecos a Francia la semana pasada, dej¨® perplejos a los agentes de la Guardia Civil. Tras los melones estaban almacenados nada menos que 32.000 kilos de hach¨ªs. El conductor fue detenido y pocos d¨ªas despu¨¦s las autoridades marroqu¨ªes detuvieron a tres personas en el puerto de T¨¢nger Med, de donde hab¨ªa salido el cargamento con destino a Perpignan. Entre los detenidos figuraban un polic¨ªa y un agente de aduanas, inform¨® Efe.
Durante el segundo semestre de 2012 las estad¨ªsticas hab¨ªan marcado un descenso en las incautaciones en camiones, aunque se manten¨ªan estables las realizadas en coches y personas con kilos de droga adosados al cuerpo. Identificados los perfiles de riesgo junto a los agentes de la Aduana, la Guardia Civil intensific¨® las inspecciones en ciertos camiones hasta que salt¨® el bingo en la Operaci¨®n Melonar.
Cada d¨ªa atraviesan el puerto de Algeciras una media de 400 camiones, y de ellos la mitad pueden ser objeto de una inspecci¨®n visual de los agentes con los perros rastreadores, cuyo olfato busca romper la barrera del pl¨¢stico que rodea los fardos de hach¨ªs. La d¨¦cima parte de los camiones puede tener la mercanc¨ªa escaneada.
Durante las inspecciones es vital el estudio del comportamiento del conductor, la disposici¨®n de las cajas y cualquier detalle sospechoso: desde la empresa transportadora hasta las ciudades de origen y destino, as¨ª como la frecuencia de transporte. Los fardos siempre van ocultos tras unas pantallas. ¡°Importa hasta la agilidad para abrir las cajas¡±, ilustran fuentes del Instituto Armado.
El caso sigue abierto y las pesquisas dando frutos. Localizada la banda que distribu¨ªa la droga incautada, la identificaci¨®n de los que supuestamente intentaron robarles la droga y sus c¨®mplices ser¨¢ un trabajo arduo. La imagen de los mandos policiales, satisfechos por un golpe de suerte que les ha dado la mayor alegr¨ªa en la cada vez m¨¢s compleja lucha antidroga, es muy gr¨¢fica: aparecen todos en un estrecho pasillo rodeados de contenedores de madera repletos hasta los topes de fardos de hach¨ªs en una nave de 650 metros cuadrados con nueve metros de altura. Las cantidades son tan grandes que los agentes investigan ahora c¨®mo se blanqueaba todo ese dinero que en el mercado pod¨ªa alcanzar los 80 millones de euros.
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