Culpable por cruzar con la silla del beb¨¦
Dos a?os y medio de c¨¢rcel, por homicidio imprudente, para un motorista que arroll¨® a una ni?a El juez condena a dos tambi¨¦n a la t¨ªa abuela, que empujaba su carrito
Vicente Cosme Clemente y Amparo Navarro Ruiz no sab¨ªan aquel 3 de agosto de 2007 que el exceso de alcohol del primero y la imprudencia de la segunda provocar¨ªan la muerte de Julia Pertusa, de apenas 15 meses. La madre de Julia, Bel¨¦n, sali¨® de una fiesta familiar para ir a visitar a unas primas. Su t¨ªa, Amparo, quiso acompa?arla y llevar el carrito de la peque?a. Las mujeres ten¨ªan que cruzar una traves¨ªa de Almorad¨ª (Alicante) para alcanzar las casas situadas al otro lado. La t¨ªa abuela, seg¨²n su propia declaraci¨®n, observ¨® que una moto se aproximaba pero pens¨® que ten¨ªa tiempo suficiente para atravesar la calzada. El motorista reconoci¨® haber visto a una mujer que cruzaba con un carrito de beb¨¦ y pens¨® que podr¨ªa esquivarlo. Ninguno de los dos acert¨® en su previsi¨®n: la motocicleta, una Suzuki de 650cc, impact¨® contra la sillita.
Como consecuencia de la colisi¨®n, ¡°se rompi¨® el cintur¨®n que sujetaba a Julia, y la ni?a sali¨® proyectada hacia unos setos¡± sufriendo grav¨ªsimas heridas que dejaron al beb¨¦ en ¡°estado vegetativo persistente¡±, seg¨²n la sentencia, hecha p¨²blica esta semana. El fallo condena a Vicente Cosme Clemente y Amparo Navarro por un delito de homicidio imprudente en concurso con un delito contra la seguridad del tr¨¢fico a 30 y 24 meses de prisi¨®n respectivamente y a indemnizar conjunta y solidariamente ¡ªno al 50% sino seg¨²n las posibilidades de cada uno¡ª a los padres de Julia con 103.264,78 euros. La peque?a muri¨® dos a?os m¨¢s tarde, el 29 de diciembre de 2009, por las secuelas del accidente.
El atropello se produjo en el kil¨®metro 2,8 de la carretera CV-914, en direcci¨®n Benijofar-Almorad¨ª, un tramo limitado a 50 por hora en el que estaba prohibido adelantar y con se?ales de peligro por el paso de peatones. ¡°El impacto fue brutal, mi mujer corri¨® para levantar a su t¨ªa y para buscar a Julia entre los setos¡ Los gritos eran espeluznantes buscando a la ni?a¡±, cuenta el padre del beb¨¦, Antonio ?ngel Pertusa. La juez Mar¨ªa del Mar Azuar Fern¨¢ndez, titular del juzgado penal n¨²mero uno de Orihuela, aprecia ¡°conducta imprudente¡± tanto en el motorista como en la mujer que empujaba el carrito.
Amparo Navarro, ¡°sin observar la diligencia media de un buen padre de familia y sin prever un resultado que era previsible y por tanto, evitable, a pesar de ver que el acusado se acercaba circulando con una motocicleta, se introdujo en la calzada con la intenci¨®n de cruzarla, empujando una sillita infantil¡± en la que viajaba Julia, que ¡°por su edad, depend¨ªa totalmente de ella¡±, asegura la sentencia. ¡°Mi esposa le avis¨® de que hab¨ªa tr¨¢fico, mir¨® primero a la derecha y, cuando se gir¨®, su t¨ªa ya hab¨ªa comenzado a cruzar¡±, asegura Antonio ?ngel Pertusa. Aunque Navarro neg¨® que su sobrina la hubiera advertido, la juez replica que en aquel momento reca¨ªa sobre ella ¡°el deber del cuidado¡±. Vicente Cosme Clemente tambi¨¦n pudo haber evitado el siniestro. Seg¨²n declar¨® a la Guardia Civil, vio, ¡°unos 200 o 400 metros antes¡±, que una mujer con un carrito irrump¨ªa en la carretera. Pero ¡°no reaccion¨® adecuadamente y, en vez de aminorar la velocidad o frenar, intent¨® sobrepasarla por el carril izquierdo, golpeando la sillita de Julia¡±, dice la sentencia. El motorista iba sin seguro, sin pasar la ITV (Inspecci¨®n T¨¦cnica de Veh¨ªculos) y a m¨¢s velocidad de la permitida, a 89 kil¨®metros por hora.
Dio adem¨¢s positivo en una prueba de alcoholemia, 0,44 miligramos de alcohol por litro de aire espirado ¡ªel m¨¢ximo permitido son 0,25 miligramos¡ª, a la que se someti¨® voluntariamente una hora y media despu¨¦s del accidente. Seg¨²n un informe citado por la sentencia, en el momento del siniestro, a las siete de la tarde, su tasa deb¨ªa ser de 0,59 miligramos. Clemente manifest¨® ante la juez su sorpresa por haber dado positivo ya que, seg¨²n dijo, ¡°se encontraba en buenas condiciones para conducir¡±, aunque reconoci¨® haber tomado ¡°tres cervezas, un chupito y una copa de whisky entre las diez de la ma?ana y las cinco de la tarde¡±.
Un error judicial estuvo a punto de resolver el atropello con un juicio de faltas y no con un proceso penal. ¡°Me sent¨¦ delante del despacho de la juez cuando me enter¨¦ y me negu¨¦ a marcharme hasta que me recibiera¡±, recuerda Pertusa.Ahora, han recurrido la sentencia para exigir una pena de c¨¢rcel mayor, de cuatro a?os para el motorista y de tres para Amparo.
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