Un tesorero entre G¨¦nova 13 y Suiza
La vida de B¨¢rcenas, ligada a las cuentas del PP desde 1982, oculta a¨²n datos de su gesti¨®n p¨²blica y privada
Luis B¨¢rcenas (nacido en Huelva en 1957) tiene una biograf¨ªa tan inaccesible como su fortuna y su amado Everest. Porque su vida oficial es la de un hombre al que solo se le conocen dos empleos. El primero, en 1973, en una firma de gaseosas extreme?a. Y en 1982 se incorpor¨® ya al PP ¡ªentonces AP¡ª como gerente. Le llev¨® de la mano el tesorero, ?ngel Sanch¨ªs, hombre de confianza de Manuel Fraga. El padre de B¨¢rcenas hab¨ªa trabajado para un banco de Sanch¨ªs. En el PP conoci¨® a Francisco Y¨¢?ez, un colaborador de Sanch¨ªs. Su hijo Iv¨¢n mover¨ªa sus cuentas en Suiza a?os despu¨¦s. B¨¢rcenas no se ape¨® ya de tal puesto, salvo el mandato de Antonio H¨¦rnandez Mancha, que le apart¨® en 1987. Pero volvi¨® al mismo puesto en 1993, tras el retomar el tim¨®n del partido Manuel Fraga. Su jefe, como tesorero, era Rosendo Naseiro. Tras verse implicado en un esc¨¢ndalo de presunta financiaci¨®n irregular, dimiti¨® Naseiro y le sustituy¨® ?lvaro Lapuerta. Ya en 2008, B¨¢rcenas lleg¨® a la cumbre de su carrera, como tesorero del partido, cargo del que dimiti¨® en 2010 tras su implicaci¨®n en G¨¹rtel.
Este licenciado en Ciencias Empresariales, desde 2004 fue senador del PP por Cantabria hasta su renuncia por tal esc¨¢ndalo. Est¨¢ casado en segundas nupcias con Rosal¨ªa Iglesias, una exsecretaria del partido. Su esposa, tal¨®n de Aquiles al sufrir por verla ante la justicia por sus negocios, puede convertirse en su espoleta. Ella no entiende una lealtad que lleva en silencio a prisi¨®n a su marido.
Ha hecho negocios con varios extesoreros del partido
Este recorrido es la carcasa de su biograf¨ªa secreta. Porque tras esos nombres y ese relato cronol¨®gico se oculta toda su dimensi¨®n. No en vano, desde fines de los a?os ochenta ya contaba con una cuenta en Suiza, seg¨²n su relato. Esto, si bien aleja el origen de su fortuna opaca del entramado de Correa, plantea el enigma de qu¨¦ negocios ten¨ªa el joven gerente B¨¢rcenas y con qui¨¦n para acudir a Suiza no solo en busca de sus pistas de esqu¨ª. Pero el sumario ha ido ilustrando que su amistad con algunos extesoreros del partido dio un salto hasta la complicidad de compartir negocios antes y despu¨¦s de G¨¹rtel. Hizo negocios con Sanch¨ªs y con Naseiro. El primero, un potentado de la agricultura en Argentina, y el segundo, un magnate de la compraventa de cuadros en Espa?a. Cu¨¢n lejos fueron tales negocios y cu¨¢les son sus socios ocultos en Suiza son elementos que a¨²n no han sido esclarecidos.
Pero hay dos vidas paralelas que B¨¢rcenas encierra. Una es la de sus propios negocios. Pero la otra es la de toda la financiaci¨®n que ha recibido el PP. Y todos los pagos regulares o irregulares que ha ordenado, ejecutado o conocido. Ya empieza a ser conocida su vida privada, su tesorer¨ªa ¨ªntima, pero ¨¦l apenas ha desvelado la otra, la biograf¨ªa que supone ser hombre de confianza de la direcci¨®n del partido a?o tras a?o para manejar sus cuentas, las oficiales y las otras. Las comidas que ha celebrado con dirigentes del partido y constructores para recaudar donaciones que nunca se registraron en las arcas del partido. Los poderosos amigos en el partido y en el empresariado que lo fueron y dejaron de serlo al caer en desgracia. El dinero del partido que se us¨® para pagos irregulares a dirigentes, asesores o contrarios pol¨ªticos.
Y B¨¢rcenas es testigo privilegiado de c¨®mo se encumbr¨® a Francisco Correa y c¨®mo se convirti¨® luego en un apestado. La amistad y la relaci¨®n clientelar con Correa, al que B¨¢rcenas contrataba como proveedor, se convirti¨® luego en rivalidad absoluta tras saber que invocaba el nombre del PP para que le favorecieran en los pueblos de Madrid. Lleg¨® a pedir que Correa fuera alejado del partido. Y lo logr¨®. Alert¨® de que iba a dar un pelotazo en Arganda del Rey a Mariano Rajoy y a Esperanza Aguirre. No le hicieron caso.
Sus cuentas en Suiza son casi paralelas a su nombramiento
Un pendrive (l¨¢piz de memoria electr¨®nica) fue usado como prueba para apuntalar que cobr¨® de Correa. ?l lo niega. Pero, en todo caso, las supuestas comisiones de Correa distan de explicar su enorme fortuna en Suiza. O bien el pendrive era incompleto o hay otras v¨ªas de ingresos sobre las que el extesorero no ha tenido hasta el momento el arrojo de explicarse. ?Porque son negocios inconfesables o por no romper para siempre con su red de amigos y socios en la sombra?
Le atribuyen una singular amistad con Javier Arenas tan manifiesta como su enemistad con Dolores de Cospedal. Pero no ha sido un hombre de sectores del partido porque lo suyo no ha sido la pol¨ªtica, sino la contabilidad y la lealtad al jefe de turno. Ha sido brazo fiel ejecutor de todos sus presidentes y secretarios generales. Y eso le convierte en c¨®mplice de cuanta operaci¨®n pol¨ªtica tiene relaci¨®n con sus guarismos. Con esa contabilidad manuscrita que a¨²n no reconoce, pero cuyos datos coinciden con el testimonio de afectados y con la misma realidad que ¨¦l describ¨ªa en cen¨¢culos con sus ¨ªntimos.
Ha vivido todo. Y si mira al pasado puede argumentar que esta Filesa del PP, el entramado de sociedades para cobrar por falsos informes, no la cre¨® ¨¦l, aunque se liquid¨® ante sus barbas. Si mira a a?os recientes, sabe qu¨¦ algunos dirigentes que hoy le condenan o ignoran se apropiaron de donaciones, recibieron pagos opacos, enriquecieron a amigos con contratos...
El contable mayor del PP tiene a¨²n mucho por contar.
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