Caso B¨¢rcenas: ?prisi¨®n sobre prisi¨®n?
Los citados documentos, un libro de caja que registra entradas y salidas de dinero, constituyen la radiograf¨ªa de una presunta financiaci¨®n ilegal de campa?as electorales y de reparto de dinero entre la c¨²pula del partido durante m¨¢s de veinte a?os. Tanto fiscales como polic¨ªas han trabajado sobre esos papeles como quien sigue una hoja de ruta. No se equivocaron al transitar ese camino.
La recompensa ahora es que Luis B¨¢rcenas, su verdadero autor, es quien lo confirma. Una historia continuada de tr¨¢fico de influencias entre el PP y las empresas constructoras, entre otras, de este pa¨ªs. Los papeles forman parte del libro de caja. Pero ya en el momento de su publicaci¨®n queda en evidencia que faltaban al menos cuatro ejercicios: 1993, 1994, 1995 y 1996.
En esa secuencia, dos a?os son decisivos: 1993 y 1996. Porque han tenido lugar dos elecciones generales. En 1996, en particular, el PP recibe dinero a espuertas. Toneladas de donativos an¨®nimos. Ya en 1993, el establishment apuesta por el PP para acabar con la inestabilidad pol¨ªtica explosiva de los a?os terminales de Felipe Gonz¨¢lez. Pero no se consigue. En 1996, los apoyos se redoblan para corregir el tiro. Si B¨¢rcenas ha mutilado esos a?os de los papeles que entrega al abogado Jorge Tr¨ªas Sagnier es porque quiere proteger a alguien.
La publicaci¨®n de los llamados papeles de B¨¢rcenas no provoca la ruptura entre el PP y B¨¢rcenas. La pol¨ªtica anterior de encubrimiento que pr¨¢ctica el PP, medi¨¢tico y penal, no s¨®lo no cesa sino que es llevada a sus extremos. La campa?a publicitaria llevada adelante por el PP con medios afines y periodistas simpatizantes es de gran intensidad. ?Son las fotocopias, est¨²pido! ?Es la causa general contra el PP, est¨²p¨¬do! son las grandes consignas del argumentario
Intentan desacreditar los papeles no por lo que estos valen sino por su apariencia. Hasta los extractos de cuentas de los bancos que env¨ªan por comisi¨®n rogatoria son fotocopias. Lo importante es la informaci¨®n que aportan. ?Elemental, mi querido Watson!
En mi libro El caso B¨¢rcenas, se relata que el ex tesorero nacional del PP, al difundir su primer comunicado sobre la publicaci¨®n de los papeles, el 31 de enero de 2013, tras consultar con sus letrados, omite a lo largo 280 palabras, distribu¨ªdas en ocho puntos, decir lo m¨¢s elemental. Cuatro palabras: no es mi letra.
Al final de ese comunicado habla de "falsedades", s¨ª. Pero "olvida" que esos papeles est¨¢n manuscritos.
Eso no pasa, l¨®gicamente, inadvertido para sus defensores incondicionales desde febrero de 2009, el PP, desde el momento en que aflora la investigaci¨®n del caso G¨¹rtel. En su comparecencia por plasma, Mariano Rajoy, uno de los presuntos beneficiarios de los pagos trimestrales de B¨¢rcenas, seg¨²n el libro de caja, afirma que el contenido de los papeles es falso y se?ala, tambi¨¦n, que son ap¨®crifos.
Con esta palabra quiere significar que el autor al que han sido atribu¨ªdos no es B¨¢rcenas, que es un error.
Este es un mensaje codificado, de hecho, para B¨¢rcenas. El ex tesorero nacional del PP debe a?adir, viene a decirle p¨²blicamente Rajoy, que no es su letra la que figura en los papeles. Y el presidente del Gobierno lo consigue.
Las escenas y di¨¢logos que se narran en El caso B¨¢rcenas se confirman ahora, y con creces, en la entrevista de B¨¢rcenas con Pedro J. Ram¨ªrez. "Seg¨²n ¨¦l [B¨¢rcenas], al t¨¦rmino de esa jornada [31 de enero de 2013] el presidente Rajoy le envi¨® un SMS dici¨¦ndole que "entend¨ªa" su decisi¨®n, que estuviera "tranquilo y sereno" y que al d¨ªa siguiente le llamar¨ªa".
Rajoy, seg¨²n la versi¨®n transmitida por B¨¢rcenas a Pedro J. Ram¨ªrez, le env¨ªa dos ex ministros para continuar el contacto: Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila y ?ngel Acebes. Sus interlocutores le trasladan el deseo del presidente. Y tres d¨ªas despu¨¦s de su primer comunicado, esos deseos se hacen realidad. B¨¢rcenas concede el 4 de febrero una entrevista al periodista Antonio Jim¨¦nez, que inaugura su programa El cascabel del gato, en la cadena 13 TV.
B¨¢rcenas hace memoria y dice: "Ese cuaderno no existe, ni ha existido y en consecuencia esa letra no es m¨ªa". Ofrece someterse "a cualquier prueba caligr¨¢fica y poligr¨¢fica necesaria para demostrar la falsedad de la publicaci¨®n".
Y no olvida poner la guinda, esa con la que ha adornado sus declaraciones period¨ªsticas a lo largo de cuatro a?os y medio: "Esta una operaci¨®n de acoso y derribo contra el partido y, especialmente, contra Mariano Rajoy". El ex tesorero nacional explica a Pedro J. Ram¨ªrez que esta declaraci¨®n es un "acto de lealtad" hacia Rajoy.
Por esa lealtad, B¨¢rcenas enga?a, dos d¨ªas despu¨¦s, el 6 de febrero de 2013, a la Polic¨ªa Judicial, al falsear su letra en la prueba caligr¨¢fica que realiza en la Fiscal¨ªa General del Estado.
Durante esos cuatro a?os y medio, seg¨²n mi relato en El caso B¨¢rcenas, el PP se disfraza de acusaci¨®n particular primero, gracias al estatus que le concede el juez Antonio Pedreira, y acusaci¨®n popular m¨¢s tarde, al ser admitido un recurso de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Federico Trillo, el estratega jur¨ªdico, habida cuenta de su experiencia pasada en el caso Naseiro, el gran esc¨¢ndalo de financiaci¨®n ilegal del PP en 1990, archivado por nulidad de las pruebas, utiliza ese disfraz para mejor defender desde dentro de la causa a personajes como Luis B¨¢rcenas.
Es una perversi¨®n, una acusaci¨®n empe?ada en la defensa de los acusados, que salta por los aires cuando el juez Javier G¨®mez Berm¨²dez se hace eco de ella en su auto del 11 de mazo de 2013 y definitivamente, cuando el juez Pablo Ruz expulsa al PP del procedimiento judicial. La secci¨®n cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional sella esa grieta al desestimar el recurso del PP contra su expulsi¨®n.
Pedro J. Ram¨ªrez aprovecha la entrevista para sacarse una espina que lleva mal. El Mundo, dos d¨ªas despu¨¦s de publicarse en todos los medios de comunicaci¨®n la existencia de la primera cuenta de B¨¢rcenas en el Dresdner Bank (LGT) de Ginebra, donde llega a acumular 22 millones de euros, ofrece la informaci¨®n seg¨²n la cu¨¢l B¨¢rcenas ha pagado sobresueldos en negro a la c¨²pula del PP durante a?os. Es una primicia.
Pero he aqu¨ª que no es su peri¨®dico el que da el mazazo de gracia: los papeles de B¨¢rcenas. Esta noticia da la vuelta al mundo y deja al PP grogui. Y aunque esa informaci¨®n refuerza la que ha dado El Mundo, Ram¨ªrez anota esa noticia como una derrota en su cuaderno de notas peronal. Tendr¨¢ que ajustar cuentas. Nadie m¨¢s que ¨¦l puede dar una noticia de tal calibre. Y si otro peri¨®dico, en este caso EL PA?S, que ha investigado este caso desde el momento en que echaba sus primeras ra¨ªces, lo hace es que no es leg¨ªtimo sino espurio.
En su entrevista, afirma Ram¨ªrez, muy naturalmente, como quien no quiere la cosa, lo siguiente: "Barcenas me explic¨® que el pasado mes de enero le dej¨® los papeles a su amigo el abogado Jorge Tr¨ªas para que valorara su trascendencia y se los guardara ante un eventual registro domiciliario. Seg¨²n ¨¦l, Tr¨ªas le dijo que eran una "bomba", traicion¨® su confianza, hizo fotocopias y se las pas¨® a EL PA?S a los pocos d¨ªas de que El Mundo desvelara el pago sistem¨¢tico de sobresueldos en met¨¢lico".
Pueden ocurrir tres cosas. Que B¨¢rcenas le haya enga?ado. Que se haya confundido con las fechas. Y que, finalmente, intente sacarse la espina de los papeles, con esta versi¨®n conspirativa. Tambi¨¦n puede suceder que como Georges en su di¨¢logo con Sibilot, en la c¨¦lebre obra teatral de Jean- Paul Sartre, Nekrassov, se crea su propia f¨¢bula.
En mi libro, que sigue los pasos de B¨¢rcenas, Tr¨ªas, Pedreira y Rajoy, se relatan las circunstancias de la entrega de esos papeles a Tr¨ªas. En mayo de 2010 tiene lugar el sobreseimiento de Rosal¨ªa Iglesias, esposa de B¨¢rcenas, una resoluci¨®n que se trabaja el abogado Miguel Bajo, y al que tambi¨¦n ayuda Tr¨ªas con sus visitas asiduas al juez Pedreira.
B¨¢rcenas, Luis Fraga y Tr¨ªas festejan el sobreseimiento provisional de Rosal¨ªa Iglesias con un periplo de doce d¨ªas a Siberia para escalar el Monte Alt¨¢i. Durante el oto?o, el ex tesorero nacional est¨¢ obsesionado con lograr, ahora, su propio sobreseimiento. En este contexto, en noviembre de 2010, B¨¢rcenas invita a Tr¨ªas a reunirse en el hotel Santo Mauro, en la calle de Zurbano, a tiro de piedra del despacho del abogado, con un periodista de EL PA?S.
All¨ª en uno de los salones del hotel, B¨¢rcenas extrae de su carpeta de cuero marr¨®n unos folios. Ya entonces est¨¢ con la historia de Mar¨ªa Dolores de Cospedal, a quien considera su enemiga n¨²mero uno. Habla de una contrata de limpieza por la cual alguien se ha embolsado 200.000 euros. Tambi¨¦n ataca a Jorge Moragas por haberse olvidado de incluir unas cantidades en la declaraci¨®n de bienes que presenta en el Congreso de los Diputados.
Y la guinda son algunas de las fotocopias. No los 14 folios. S¨®lo un bot¨®n de muestra. Pero no se las deja a ninguno de los dos. M¨¢s tarde acompa?a B¨¢rcenas a Tr¨ªas hasta su despacho y le muestra all¨ª las catorce fotocopias. Se las deja. Desea que estudie c¨®mo se puede usar el material para presionar y conseguir su sobreseimiento. Para B¨¢rcenas la defensa penal consiste en eso: presionar, amenazar, chantajear.
La llegada a Madrid de la comisi¨®n rogatoria de Suiza tiene lugar cuando las relaciones entre Tr¨ªas y B¨¢rcenas ya est¨¢n deterioradas a ra¨ªz de varios art¨ªculos y declaraciones del abogado al diario EL PAIS. Al hacerse p¨²blico que el ex tesorero nacional del PP ha acumulado hasta 22 millones de euros en el Dresdner de Ginebra, Tr¨ªas, que le ha ayudado y defendido con art¨ªculos en los medios de comunicaci¨®n, le exige una explicaci¨®n. El deterioro se convierte en ruptura, lo que abre la v¨ªa para que los papeles de B¨¢rcenas vean la luz p¨²blica. B¨¢rcenas intenta evitarlo in extremis, sin ¨¦xito.
La historia que intenta colar, en passant, el director de El Mundo, es sencillamente inveraz. Nadie le ha robado ninguna historia porque no se le puede robar nada a quien no es propietario de un bien o, en este caso, de una historia. Pero al amparo de sus cuatro horas con B¨¢rcenas intenta vender gato por liebre.
La confesi¨®n de B¨¢rcenas tiene, si bien se mira, una repercusi¨®n judicial relevante. Podr¨ªa tenerla. B¨¢rcenas est¨¢ en prisi¨®n por el caso G¨¹rtel, y en relacion con su fortuna en Suiza. Pero en el mismo procedimiento hay una llamada pieza separada en la que se investigan los papeles de B¨¢rcenas o la contabilidad manuscrita.
Su confesi¨®n de las ¨²ltimas horas se refiere, precisamente, a esa parte del sumario: la presunta financiaci¨®n ilegal del PP a trav¨¦s de donativos an¨®nimos que pod¨ªan violar la legislaci¨®n vigente y pasada y el presunto cohecho en la entrega de esos dineros por empresas que contratan con la administraci¨®n p¨²blica.
Por tanto, una declaraci¨®n ante el juez Pablo Ruz por estos asuntos es casi obligada. Y aunque ya se encuentre en prisi¨®n incondicional por la otra causa no se podr¨ªa descartar una nueva petici¨®n de prisi¨®n incondicional por los temas de la pieza separada, los papeles de B¨¢rcenas.
La situaci¨®n es todav¨ªa m¨¢s llamativa porque la sala cuarta de la Audiencia Nacional estudia en estos momentos el recurso de apelaci¨®n de la defensa de B¨¢rcenas contra el auto de prisi¨®n del juez Ruz, de 27 de junio de 2013. Ese recurso dif¨ªcilmente vaya a prosperar. La sala cuarta no va a cuestionar el criterio del juez en temas de fuga ni de obstaculizaci¨®n de la justicia. Pero despu¨¦s de las declaraciones p¨²blicas de B¨¢rcenas sus posibilidades se han reducido a cero.
Y a¨²n en el remot¨ªsimo caso de que consiguiese salir en libertad, fianza elevada mediante, su arriegada operaci¨®n de las ¨²ltimas horas le llevar¨ªa a permanecer en prisi¨®n por la pieza separada. Por los papeles de B¨¢rcenas.
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