Las acusaciones de B¨¢rcenas reabren la crisis generacional del PP vasco
Malestar entre cargos de la actual direcci¨®n y los veteranos de la formaci¨®n El enfrentamiento ha llegado hasta los despachos de G¨¦nova, 13
El caso B¨¢rcenas ha obligado al PP a enfrentarse a su pasado. Ocurri¨® desde el principio, cuando la direcci¨®n nacional, con Mar¨ªa Dolores de Cospedal a la cabeza, se vio forzada a bucear en las cuentas de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas y a remontarse a etapas y equilibrios de poder ajenos, en la mayor¨ªa de los casos, a la c¨²pula actual. Ese trabajo desat¨® tensiones internas desde el estallido del esc¨¢ndalo del extesorero, el pasado enero. B¨¢rcenas encar¨® a los dos PP, dos generaciones y dos estilos de gesti¨®n. Algo parecido ha pasado ahora en la formaci¨®n donde el relevo fue m¨¢s traum¨¢tico y donde la dimisi¨®n de Mar¨ªa San Gil y la elecci¨®n de Antonio Basagoiti, en 2008, provoc¨® una ruptura radical entre pasado y presente.
El ataque del antiguo responsable de finanzas, que acusa al PP vasco de haber pagado parte de la hipoteca de la sede de Bilbao en 1999 con fondos opacos, ha reabierto ese enfrentamiento generacional. Una crisis, que ha llegado hasta los despachos de la c¨²pula nacional, en G¨¦nova, 13, en la que los nuevos responsables viven con malestar la gesti¨®n de un episodio que no les ata?e directamente y miembros de la vieja guardia temen una operaci¨®n de desprestigio. .
Dirigentes de la actual direcci¨®n regional, que encabeza Arantza Quiroga, y los antiguos cargos, principalmente el entorno de Carlos Iturgaiz y Jaime Mayor Oreja, llevan casi dos semanas cruz¨¢ndose mensajes, en privado y algunos incluso p¨²blicamente, a cuenta de las explicaciones sobre las finanzas del partido en los noventa y a principios de la pasada d¨¦cada.
Tras conocer las acusaciones formuladas por B¨¢rcenas ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, los populares vascos enseguida trataron de aclarar lo ocurrido. Se reunieron con el gerente y se pronunciaron sin reservas en m¨²ltiples comparecencias, en una estrategia que se desmarca de la adoptada por la direcci¨®n nacional. Lo hicieron sus principales dirigentes: Quiroga, I?aki Oyarz¨¢bal y Borja S¨¦mper. Los mensajes, con matices, apuntaban a que el extesorero decidi¨® atacar al PP vasco por ser la formaci¨®n que le critic¨® con m¨¢s contundencia ¡ªQuiroga calific¨® el caso de ¡°vomitivo¡±¡ª. Y S¨¦mper afirm¨®: ¡°Si hay algo m¨¢s, quienes dirig¨ªan el partido en esos momentos tendr¨¢n que cont¨¢rnoslo¡±.
Al d¨ªa siguiente, el pasado lunes, G¨¦nova remiti¨® un comunicado del ahora europarlamentario Carlos Iturgaiz. El presidente el PP vasco entre 1996 y 2004 tambi¨¦n defendi¨® las cuentas de la formaci¨®n, que en aquellos a?os sufr¨ªa con frecuencia atentados y amenazas de ETA, y sali¨® en defensa de sus compa?eros. ¡°Pongo, no solo una mano, sino las dos, por todos los dirigentes del PP del Pa¨ªs Vasco, desde Jaime Mayor Oreja hasta Maria San Gil¡±, enfatiz¨®. Esas palabras llegaban despu¨¦s de que S¨¦mper asegurara que confiaba en ¨¦l, aunque no pondr¨ªa la mano en el fuego ¡°por nadie¡±. Algo parecido apunt¨® ayer la propia Cospedal, quien en una entrevista en Abc afirm¨® que ¡°solo¡± la pondr¨ªa por su familia.
En medio de estas manifestaciones quedan d¨ªas de tensi¨®n entre las dos generaciones de los populares vascos. D¨ªas en los que todos los sectores transmitieron su malestar en una situaci¨®n que Quiroga calific¨® de ¡°indefensi¨®n¡±. Se produjeron llamadas, primero a la direcci¨®n regional y despu¨¦s a la c¨²pula nacional. Quejas de los veteranos. Muestras de apoyo a unos y otros. Llamadas de vuelta para tratar de apagar el incendio. Y una crisis que a¨²n no se ha resuelto.
En cualquier caso, hay una circunstancia en la que todos coinciden: el PP vasco nunca tuvo muchos recursos. ¡°No ten¨ªamos dinero, ¨¦ramos cuatro y el del tambor¡±, resume un antiguo dirigente. Y, en contra de lo mantenido por B¨¢rcenas, aseguran que era la direcci¨®n nacional la que ten¨ªa que aportar ingresos a la formaci¨®n.
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