Rajoy solo gira al borde del precipicio

Mariano Rajoy suele presumir en privado de su profundo conocimiento de las leyes de la pol¨ªtica. En 30 a?os ¨¦l ha visto ya de todo, repite. Y esa experiencia y su particular forma de ser casi siempre le dicta que lo mejor es esperar. Casi siempre. Ayer le aconsej¨® otra cosa. Al borde del precipicio, como es habitual en ¨¦l, gir¨® y dej¨® en rid¨ªculo su propia estrategia de hacer como si Luis B¨¢rcenas no existiera. Eso tambi¨¦n forma parte de su estilo, mucho m¨¢s imprevisible de lo que admite. Ayer sirvi¨® para lo que buscaba: animar a un PP asustado por el enfado de sus votantes.

Rajoy, admit¨ªan los suyos, llegaba muy tocado. Al presidente no le preocupa la oposici¨®n ni la movilizaci¨®n de la izquierda. Sabe que ninguna de las dos le har¨¢n caer. Solo dos fuerzas podr¨ªan echarle. Una es la presi¨®n internacional y de los mercados, que tumb¨® a Silvio Berlusconi casi a la vez que Rajoy llegaba a La Moncloa, y otra es la presi¨®n dentro del PP. Con niveles de intensidad diferentes, las dos se hab¨ªan puesto en marcha. El presidente, lo admiti¨® ayer, no quer¨ªa explicarse en el Congreso. Pero las encuestas que determinaban que la mayor¨ªa de los votantes del PP cre¨ªan m¨¢s a B¨¢rcenas que a su l¨ªder y los comentarios de la prensa europea que ve¨ªan a Rajoy acorralado obraron el milagro. Rajoy hizo lo que reclam¨® hace meses Alberto N¨²?ez Feij¨®o: pedir perd¨®n. Pero solo por ingenuidad, por fiarse de que quien no deb¨ªa. Y los suyos respiraron aliviados: ¡°Menos mal. Necesitamos algo que poder decirle a nuestra gente este verano. Los votantes est¨¢n hartos. ?Por qu¨¦ no hizo esto hace seis meses? En los tres primeros minutos, en cuanto nombr¨® a B¨¢rcenas y dijo que era malo, se oy¨® un respiro en los bancos del PP¡±, resume un veterano.

En cuanto nombr¨® a B¨¢rcenas se oy¨® un respiro. Menos mal. Necesit¨¢bamos algo para nuestra gente

El discurso estaba pensado para eso, para el mundo del PP. Y nada anima m¨¢s ah¨ª que los golpes al PSOE. Por eso Rajoy embarr¨® el terreno desde el primer minuto atacando a Rubalcaba, lo que provoc¨® un debate dur¨ªsimo desconocido en el Congreso desde los 90. Un mensaje claro sobre todo para los barones regionales, para el poder real en el PP: Rajoy est¨¢ decidido a aguantar. Y de paso tambi¨¦n a las canciller¨ªas europeas: ¡°No voy a dimitir¡±.

El PP se va as¨ª de vacaciones con la sensaci¨®n de que Rajoy no est¨¢ noqueado, como tem¨ªan. Eso s¨ª, otros recordaban que el duelo no ha terminado. El presidente nunca quiso hablar de B¨¢rcenas por temor a su venganza. Ahora se espera su reacci¨®n. Algunos admit¨ªan en el PP que sus SMS a B¨¢rcenas siguen siendo un flanco abierto por el que entr¨® Rubalcaba. Pero fue el propio Rajoy quien dej¨® claro que no las tiene todas consigo. Ya no es ¡°no hay financiaci¨®n ilegal¡± o ¡°todo es falso salvo alguna cosa¡±. Ahora es ¡°no tengo constancia de que mi partido se haya financiado ilegalmente¡± y ¡°no tengo constancia de haber hecho nada contrario a la ¨¦tica¡±. La puerta queda abierta. El caso no ha acabado. Ayer marc¨® un cap¨ªtulo clave y un giro de 180 grados en su intento de resistir. Siempre al l¨ªmite.