Ni siquiera s¨¦ qu¨¦ es una burbuja

Hace cinco a?os el banco BBVA concedi¨® un cr¨¦dito a mi empresa, de la noche a la ma?ana, para comprar una nave industrial en Madrid. Dos a?os despu¨¦s ya no lo pudimos pagarlo. Cuando se hizo un estudio de nuestra situaci¨®n, se constataron dos hechos remarcables: primero, nunca debieron darnos ese cr¨¦dito porque la capacidad de nuestra empresa apenas garantizaba el reembolso del 40% en situaciones normales; segundo: la nave costaba realmente 44% m¨¢s de lo debido en el mercado. ?No es esa una burbuja?http://interesproductivo.blogspot.com.es/

* "Qu¨¦ lejos se nos queda ya el pasado de hace unos a?os. En alg¨²n momento cruzamos sin advertirlo la frontera hacia este tiempo de ahora y cuando nos dimos cuenta y quisimos mirar atr¨¢s para comprobar en qu¨¦ punto hab¨ªa sucedido el tr¨¢nsito nos pareci¨® asombroso habernos alejado tanto. Era cuando viv¨ªamos en un pa¨ªs pr¨®spero y en un mundo estable imagin¨¢bamos que el futuro se parecer¨ªa al presente y las cosas seguir¨ªan mejorando de manera gradual. Algunos expertos vaticinaban tranquilizadoramente una 'gradual desaceleraci¨®n de la econom¨ªa', un 'aterrizaje suave'. Un economista muy c¨¦lebre y muy respetado escribi¨® en enero de 2007 que en todo caso si la burbuja inmobiliaria, si existiera, se pinchar¨ªa gradualmente. Si hubi¨¦semos prestado algo m¨¢s de atenci¨®n a lo que suced¨ªa y a las met¨¢foras que se utilizaban nos hubi¨¦semos dado cuenta de que no hay manera de que se pinche gradualmente una burbuja. Pero necesit¨¢bamos imaginar que las cosas eran s¨®lidas y pod¨ªan ser tocadas y abarcadas sin desaparecer entre las manos, y que pis¨¢bamos la tierra firme. (...) Ahora nos damos cuenta de que hab¨ªa una especie de velo que imped¨ªa ver la realidad inmediata y presente, pero quiz¨¢ eso sea propio de cualquier ¨¦poca en la que se vive en el interior de una burbuja econ¨®mica. El dinero que llega no se sabe de d¨®nde y se multiplica sin aparente esfuerzo y est¨¢ disponible para ser gastado sin l¨ªmite y por m¨¢s que se gaste nunca se acaba, produce el efecto euforizante de la cocaina; como el oro y la plata llegando sin tasa de las indias en el siglo XVII. "Antonio Mu?oz Molina en su ¨²timo ensayo TODO LO QUE ERA S?LIDO,.

LOS SINDICATOS ATENTARON CONTRA EL ESTADO DE DERECHO . ¡­A esta conclusi¨®n han llegado hoy los jueces de Instrucci¨®n de Sevilla, al mostrar su apoyo a la juez Alaya, tras las amenazas e insultos sufridos el pasado jueves por medio centenar de sindicalistas violentos. El objetivo de estos miembros de CCOO y UGT fue claro: intimidar a la juez para que dejara libres antes de tiempo a los sindicalistas detenidos por la Guardia Civil, acusados de enriquecerse con los ERE de Andaluc¨ªa. Mercedes Alaya, como de costumbre, se mantuvo firme a las invectivas de estos gamberros y respet¨® escrupulosamente las 72 horas de reclusi¨®n de los detenidos. Algo que hoy ha valorado muy positivamente el grupo de jueces de Sevilla, que le ha mostrado a Alaya su total apoyo y aprecio. ¡­Estos jueces, adem¨¢s, han rechazado la actitud violenta y fascista de estos sindicatos, a los que acusa de haber pretendido atentar contra nuestro Estado de Derecho y el cumplimiento de nuestra Constituci¨®n, recurriendo para ello a m¨¦todos de presi¨®n anarcosindicalistas, como aporrear las puertas de los juzgados, proferir insultos vejatorios y amenazas contra la jueza, quemar banderas espa?olas, destrozar el mobiliario urbano y escupir a funcionarios administrativos a su salida de los juzgados. Porque ¡°se puede criticar una resoluci¨®n judicial ¨Chan matizado los jueces¨C, pero no es admisible la cr¨ªtica personal a un juez. Mucho menos con insultos, violencias e intimidaciones¡±. . ¡­Y lo mismo pensamos los ciudadanos de bien, cada d¨ªa m¨¢s asqueados con la labor y doble juego empleado por los sindicatos en Andaluc¨ªa. El doble juego de ¡°a Dios rogando y con el mazo dando¡±. Porque es evidente el uso partidario que UGT y CCOO siguen haciendo de las resoluciones judiciales, en virtud de qui¨¦n sea el imputado o la instituci¨®n a la que ¨¦ste represente. Y unas veces exigen celeridad, si los imputados son exaltos cargos de la Junta, compa?eros sindicalistas o socialistas corruptos. Y otras, piden el cumplimiento escrupuloso de la ley, cuando se trata de alg¨²n miembro del actual Gobierno. . ¡­Nosotros, los ciudadanos estafados por los sindicatos UGT y CCOO, s¨ª pedimos a la Justicia una condena ejemplar e imparcial contra quienes se lo hayan estado llevando crudo, durante estos 10 a?os de Chavismo y Gri?anismo. Y si para hacer justicia han de caer Pastrana, Fern¨¢ndez Sevilla o Francisco Carbonero, pues que caigan.

No es tan sencillo saber lo que son. Lo intentamos en el cap¨ªtulo 8 de Comin y Hern¨¢ndez eds(2013) Crisis econ¨®micas en Espa?a, 1300-2012, Madrid, Alianza. Pero no estoy seguro de que lo hayamos conseguido.

Un intento por desmitificar la econom¨ªa. Devolver a la realidad las causa de las cosas, haciendo ver que alguien manipula los procesos y que con el manejo estos producen su efecto. No hay m¨¢s riqueza que la que nace del trabajo; lo que el trabajo produce en forma de bien con el que satisfacer las necesidades de los ciudadanos y que aquello que nos intercambiamos por el dinero es la cantidad y calidad del que cada uno pone para esa producci¨®n; que nada tiene que ver con la oportunista posici¨®n desde la que expropian en la especulaci¨®n (hoy directamente en el proceso de producci¨®n por unas reformas laborales que lo permiten en el precio de explotaci¨®n del propio trabajo).El resto con sus Instituciones Financieras Internacionales a la cabeza, un juego de ¡°trileros¡± escondiendo los. millones bajo ning¨²n baso para quitarnos nuestra parte. A algunos tanto, que en el intento no dejan sitio para que realicen el suyo (trabajo) . Otra cosa es que lo consintamos.

La burbuja, por lo que respecta a la ciudadan¨ªa parece m¨¢s un atraco que otra cosa.Con alevos¨ªa y premeditaci¨®n, que al igual que el diestro en la plaza, mete el enga?o al toro, y cuando ¨¦ste se le arranca le clava el estoque hasta el mango.Por poner un ejemplo simple.La burbuja se habr¨ªa quedado en crecimiento sano, que si en vez de pisar el acelerador disparando todos los precios hasta la estratosfera, del suelo, los materiales y el contrato del piso.Un ente regulador hubiera metido el freno, ordenando desde el sentido com¨²n, y con la jerarqu¨ªa de la justicia social de por medio.Otro gallo nos cantara.Poro la avaricia se rompe el saco.Por eso el desprop¨®sito de hacer pisos y viviendas a precios s¨²per millonarios, para familias a sueldo.Y ah¨ª estaban los bancos, repartiendo dineros a todo el mundo, constructores y familias ahorradoras, a dos manos.Sin miedo, m¨¢s madera que es la guerra.Dando carnaza a la red.De aquellos lodos, estas l¨¢grimas para la gente sencilla, sin dineros y sin viviendas.Y adem¨¢s hipotecados de por vida.A plena luz del d¨ªa, y con todas las de la ley.La burbuja si que existe y nos ha ense?ado, que siendo la democracia uno de los mejores sistemas para gobernarse las sociedades.El pez grande se come al chico, y as¨ª sigue siendo, con leyes o sin leyes.De eso somos conscientes, y la burbuja es un buen ejemplo.

Curiosos personajes los economistas, sobre todo aquellos que disfrutan de un determinado prestigio a nivel internacional, dedicados al estudio de la econom¨ªa son incapaces de entender y dar explicaci¨®n a sus problemas m¨¢s importantes, como por ejemplo el de las burbujas y sus siempre da?inas consecuencias, o al todav¨ªa m¨¢s grave, el de las recesiones. No ser¨¢ que no encuentran ni soluci¨®n ni explicaci¨®n para muchos de los problemas de la econom¨ªa, porque muchos de esos problemas son provocados por las ideas que ellos mismos han propuesto y que han sido adoptadas o permitida su aplicaci¨®n por los gobernantes. Pensar que las consecuencias de un incidente como el del 11-S del 2001 iban a ser ¨²nicamente de car¨¢cter militar, una guerra en uno de los pa¨ªses m¨¢s pobre del mundo, Afganist¨¢n, o incluso la guerra de Irak, fue en su momento ingenuo, hoy sabemos que a partir de entonces, debido a dicho incidente, se adoptaron decisiones que han conducido a la actual crisis.