El Supremo confirma la condena a la presidenta del Parlamento balear

El Tribunal Supremo ha confirmado hoy la condena a una pena de cinco a?os y seis meses por malversaci¨®n y prevaricaci¨®n cometidos en el llamado caso Maquillaje que la Audiencia de Palma impuso a la expresidenta del Consell de Mallorca, Mar¨ªa Antonia Munar, la pol¨ªtica que fue la pieza clave en el sistema de poder de Baleares. Esta es la primera de las dos condenas que ya acumula Munar, exl¨ªder de Uni¨® Mallorquina (UM), expresidenta del Parlamento balear, expresidenta del Consell de Mallorca, exalcaldesa de Costitx y exconsejera insular y balear de Cultura.

El fallo del Suprmeo le absuelve del delito de negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios, pero esta decisi¨®n no modifica el c¨®mputo de la pena. La expresidenta de Uni¨® Mallorquina (UM), que est¨¢ en la c¨¢rcel en r¨¦gimen de prisi¨®n preventiva por riesgo de fuga, pierde as¨ª cualquier perspectiva de salir de prisi¨®n antes de cumplir, al menos, esta condena.

El pasado 24 de julio la expresidenta del Consell de Mallorca y del Parlament balear ingres¨® en la c¨¢rcel de Palma por orden de la Audiencia provincial, que apreciaba riesgo de fuga por las dos condenas de un total de 11,5 a?os de c¨¢rcel que pesan sobre ella por corrupci¨®n. La primera de ellas, que revis¨® el Supremo el pasado mes de septiembre, se ha visto confirmada ahora.

Con su minor¨ªa de Uni¨® Mallorquina (UM), Munar marc¨® el rumbo y el ritmo de la pol¨ªtica, a derecha e izquierda, desde que se convirti¨® en la alcaldesa m¨¢s joven de Espa?a, con 23 a?os, en 1979, hasta febrero de 2010, cuando tuvo que dimitir por el caso Maquillaje, que la convirti¨® en reo.

Maria Ant¨°nia Munar es a¨²n para su clan ¡°sa presidenta¡± o ¡°la princesa¡± y, con distancia, la llaman ¡°na [ella es] Munar¡±. Ha sido constante protagonista period¨ªstico y personaje omnipresente en la vida pol¨ªtica y en las tramas de influencia de Mallorca.

Munar siempre aguant¨® bien, amparada por sus medios. Dura negociadora, implacable ante sus interlocutores, durante el juicio susurr¨® que los jueces y los fiscales estaban en su contra. Sus ex¨¦getas dijeron que estaba siendo sometida a un juicio pol¨ªtico. En los a?os 90, el ahora popular juez Jos¨¦ Castro investig¨®, en vano, el posible cobro de d¨¢divas en forma de obras de arte en el entorno de Munar.