¡°Debemos ayudar a las asociaciones de v¨ªctimas a superar el victimismo¡±

Acababa de volver de una misi¨®n en ?frica cuando, el 17 de enero de 1996, su hermana Domitila le llam¨® para decirle que su marido, Jos¨¦ Antonio Ortega Lara, no hab¨ªa vuelto a casa. La sospecha de que ETA tuviera algo que ver se confirm¨® poco despu¨¦s, en un comunicado, y el sacerdote Isaac D¨ªez, hoy director de salesianos de Deusto, se convirti¨® desde ese momento en el portavoz de la familia durante el secuestro m¨¢s largo en la historia de la banda. Su cu?ado, funcionario de prisiones, pas¨® 532 d¨ªas en un zulo de tres metros de largo y 1,8 de alto.

A ra¨ªz del secuestro, otras v¨ªctimas de ETA acudieron a D¨ªez pidi¨¦ndole ayuda. Antes de eso, recuerda el sacerdote, hab¨ªa trabajado, con 21 a?os, en 1973, en La Rioja con chavales hu¨¦rfanos por accidentes en la mina. Eso, explica, le dio una ¡°sensibilidad especial¡±. Tras el cautiverio se dedic¨® a atender a las familias deshechas por la violencia terrorista. ¡°Nunca las he contado, pero nos junt¨¢bamos grupos bastante numerosos. Creo que la cifra total debe rondar los setenta¡±.

Este salesiano es un entusiasta de Viktor Frankl, que tras perder en el holocausto a sus padres y esposa y sobrevivir a cuatro campos de concentraci¨®n nazis, incluido Auschwitz, escribi¨® El Hombre en busca de sentido y cre¨® la logoterapia o terapia basada en el sentido sobre la capacidad humana para superar situaciones y sufrimientos l¨ªmite. D¨ªez hab¨ªa le¨ªdo a Frankl, pero fue al conocer a v¨ªctimas de ETA cuando empez¨® a aplicar aquel m¨¦todo y a intentar reconstruir a personas rotas por la violencia terrorista.

¡°Posiblemente la gente no entienda los muchos problemas que genera una experiencia as¨ª. No es f¨¢cil tener un proceso de sanaci¨®n lineal, con una proyecci¨®n positiva, sin ning¨²n momento de crisis. Tienen momentos mejores y peores, cualquier detalle las puede herir y retrotraer. Hay personas a las que se les puede pedir, por formaci¨®n, situaci¨®n, ambiente, familia¡­ y a otras a las que es muy dif¨ªcil porque est¨¢n ya muy rotas¡±.

¡ª ?Sanar es perdonar?

¡ª No. El perd¨®n es muy dif¨ªcil. Para poder hablar de perd¨®n se necesita que haya una relaci¨®n personal y antes de hablar de perd¨®n hay que hablar muy seriamente de la sanaci¨®n, que es que la v¨ªctima recupere su autoestima y pueda entablar y vivir con naturalidad la relaci¨®n con su familia, su entorno, y a nivel de organizaci¨®n y sentido pol¨ªtico. Se suele hablar de reconciliaci¨®n, entendi¨¦ndola como reconciliaci¨®n con uno mismo, para aceptarse personalmente, y con el entorno.

Cuando vio las im¨¢genes de la manifestaci¨®n del pasado 24 de noviembre contra el fallo de la doctrina Parot de Estrasburgo, D¨ªez cuenta que su primer pensamiento fue para algunas de las v¨ªctimas a las que hab¨ªa atendido y c¨®mo les iba a afectar todo esto.

¡ª ?Deben las v¨ªctimas tener un papel o intentar dictar la pol¨ªtica antiterrorista??Qui¨¦n debe escribir el final de ETA?

¡ª El primer deber de todas las asociaciones de v¨ªctimas es ayudarse a superar el victimismo. Si no, ellas mismas sufren y hacen sufrir much¨ªsimo. ?Cu¨¢l es su papel? Ese. Y el deber primero de toda instituci¨®n es intentar que las v¨ªctimas salgan de su situaci¨®n de victimismo. Si tienen que formar una asociaci¨®n para defenderse quiere decir que nosotros no estamos haciendo lo que tenemos que hacer: ayudarles a que superen su condici¨®n y no tengan esa necesidad.

¡ª ?Cree que se deber¨ªa haber cambiado antes el C¨®digo Penal?

¡ª Las leyes las tiene que formular el poder pol¨ªtico y aplicarlas el poder judicial, nos guste o no nos guste, pero viendo c¨®mo articulan los derechos fundamentales de las personas para que no sean pisoteados. Los de todos.

D¨ªez est¨¢ convencido de que las v¨ªctimas del terrorismo ¡°son el testimonio de la degradaci¨®n moral de una sociedad que ha permitido atentar contra lo m¨¢s sagrado, la vida¡± y por eso, ¡°son y ser¨¢n siempre inc¨®modas para los responsables de articular la vida social: pol¨ªticos, jueces...¡±. El sacerdote no quiere opinar sobre la doctrina Parot. Cuida mucho sus palabras porque sabe que influye en muchas personas y que es ¡°muy f¨¢cil herir a las v¨ªctimas¡±. Ha visto a muchas de ellas romper su proceso de recuperaci¨®n. ¡°Creo que mi cu?ado es uno de los que mejor est¨¢¡±. ¡°No es f¨¢cil. A veces el mayor problema es la incomunicaci¨®n: no hablan con sus seres queridos para no herirles, para no hacerles recordar y todo se llena de sombras...¡±.

¡ª Y los terroristas pueden ayudar? ?Qu¨¦ pasos deber¨ªan dar?

¡ª Es un proceso muy dif¨ªcil, tanto el de la v¨ªctima como el de los terroristas. Si el terrorista, que tambi¨¦n es una persona, vive un proceso de concienciaci¨®n y aceptaci¨®n del da?o realizado, eso tiene un valor muy significativo, pero es otro proceso extraordinariamente complejo. Si se da, como la carta de [arrepentimiento] Txelis, son procesos que creo que socialmente son muy significativos. Desde mi fe creo que toda persona tiene tambi¨¦n una capacidad para evolucionar. Y donde haya cualquier movimiento de vida, apoy¨¦moslo, hag¨¢moslo crecer.

¡ª ?La v¨ªctima puede dejar de ser v¨ªctima y el verdugo dejar de ser verdugo?

¡ªToda persona puede evolucionar. Tiene que reconciliarse consigo mismo, aceptarse, reconocer y construir, casi nada. Lo tienen [los etarras] much¨ªsimo m¨¢s dif¨ªcil. Nadie sabe lo que sufre una madre que ve derramada la sangre de su hijo, pero tampoco nadie sabe lo que sufre una madre cuando ve que su hijo derrama sangre. Creo que un verdugo, como persona, puede evolucionar, aunque es sumamente dif¨ªcil para alguien que ha estado deshaciendo y rompiendo vidas reconstruir su propia personalidad.

Preguntado por si cree que ETA ha sido vencida y si el final debe ser de vencedores y vencidos, el sacerdote responde: ¡°No conozco la situaci¨®n, pero ese lenguaje no me gusta¡±. En cualquier caso, es optimista sobre el futuro y cree que la paz se afianza.

¡ª?Qu¨¦ pueden hacer las partes para que este pa¨ªs supere el trauma del terrorismo de ETA? ?Cu¨¢l es ahora el principal obst¨¢culo para cerrar esa herida?

¡ª No es de partes, es de todos. Todos somos constructores o destructores y todos debemos aportar. Yo ahora lo hago aqu¨ª, acompa?ando a las v¨ªctimas y trabajando con los chavales desde un punto educativo. El mundo pol¨ªtico lo debe hacer desde su responsabilidad para articular la vida, y en lo judicial, igual. Tenemos que celebrar los elementos positivos, porque lo que no se celebra, no se valora y muere.