De ley a ley... Y tiro porque me toca
La pugna entre PSOE y PP por la norma de Seguridad Ciudadana recuerda la de hace 21 a?os
El Ministerio del Interior acaba de presentar su proyecto de Ley de Protecci¨®n de la Seguridad Ciudadana, que sigue la estela de la norma del mismo nombre que fue impulsada por el socialista Jos¨¦ Luis Corcuera en 1992. La ley Corcuera, que altos cargos de Interior no han dudado hoy en calificar de "buena" o incluso "muy buena", fue sin embargo aprobada con el voto en contra del Partido Popular, que dirig¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El PP arremeti¨® entonces contra la legislaci¨®n socialista casi con la misma furia con que ahora el PSOE se opone al proyecto del ministro Jorge Fern¨¢ndez.
La denominada ley Corcuera fue aprobada en el Congreso el 13 de febrero de 1992 por 190 votos a favor (PSOE, CiU y PNV), 126 en contra (entre ellos los del PP) y 2 abstenciones. El debate final fue bronco y a cara de perro, similar al tono que hab¨ªan tenido las sesiones celebradas durante los anteriores meses de tramitaci¨®n parlamentaria.
Federico Trillo, hoy embajador en Londres y entonces portavoz del PP en asuntos de Justicia e Interior, atac¨® sin piedad a Corcuera, le acus¨® de deso¨ªr a la oposici¨®n y a la opini¨®n p¨²blica, y le anunci¨® que su partido recurrir¨ªa al Constitucional para tumbar la ley o parte de ella. Lo mismo que ha hecho ahora Eduardo Madina, secretario general del grupo socialista, contra el proyecto del PP, lo que le ha acarreado que el ministro Fern¨¢ndez le acusara, de forma airada, de actuar con precipitaci¨®n y de decir "tonter¨ªas".
Han transcurrido 21 a?os y la historia parece repetirse, aunque con los papeles invertidos: si entonces era el PP el que zaher¨ªa al PSOE, hoy es el PSOE el que reprende al PP. Como en un peculiar juego de la oca pol¨ªtico.
En el debate final de 1992, Trillo clam¨® contra Corcuera: "La libertad y la seguridad no son magnitudes equiparables. La libertad y la seguridad no est¨¢n en la misma proporci¨®n ni en la Constituci¨®n ni en un Estado democr¨¢tico, nunca. La libertad es prioritaria y la seguridad est¨¢n en relaci¨®n a la libertad, en relaci¨®n de medio a fin". Y prosigui¨® con ardor: "No es, por tanto, limitando la libertad como se alcanza mayor seguridad; no es limitando las libertades ciudadanas como vamos a conseguir mayores cotas de seguridad ciudadana".
El apasionado Trillo anunci¨® entonces que el PP hab¨ªa tomado, "por unanimidad", la decisi¨®n de presentar recurso de inconstitucionalidad contra la ley Corcuera en cuanto esta fuera publicada en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. Aclar¨® que lo har¨ªa especialmente en relaci¨®n con el art¨ªculo 21 de la norma (el que se conoci¨® como de la patada en la puerta porque facultaba a la polic¨ªa a entrar en viviendas sin autorizaci¨®n judicial) y el art¨ªculo 20, que permit¨ªa la retenci¨®n de transe¨²ntes a efectos de su identificaci¨®n.
El diputado del PP acometi¨® a Corcuera: "?En qu¨¦ medida es constitucional esa retenci¨®n? Tiene que aclararlo el Tribunal Constitucional. ?Por qu¨¦ el retenido tiene menos garant¨ªas que el detenido o que el que tenga una orden de detenci¨®n de un juzgado? ?Por qu¨¦ no tiene asistencia letrada? ?Por qu¨¦ no se determina el tiempo m¨¢ximo de su permanencia en dependencias policiales?"
Tras solicitar al ministro socialista que dejara en suspenso los art¨ªculos 20, 21, 37 y 38, el diputado Trillo le advirti¨® de que le someter¨ªa a un f¨¦rreo marcaje: "El Grupo Popular y yo nos comprometemos a preguntarle a usted cada semana por la aplicaci¨®n de los art¨ªculos 20 y 21. Para que usted, que tiene obligaci¨®n de dar cuenta aqu¨ª, nos cuente en qu¨¦ casos y para qu¨¦ cosas se han aplicado los art¨ªculos 20 y 21 de su ley".
El art¨ªculo 37 de la ley socialista no le gustaba al PP porque entend¨ªa que daba un valor hiperprobatorio a lo que dijera un polic¨ªa, lo que dejaba indefenso a un manifestante u otra persona denunciada. Tampoco ve¨ªa justo el art¨ªculo 38, que forzaba a cualquier ciudadano a pagar la multa primero, y a reclamar despu¨¦s.
En noviembre de 1993, el Constitucional declar¨® contrario a derecho el art¨ªculo de la patada en la puerta, tras lo que el ministro Corcuera present¨® su dimisi¨®n. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ ahora con la ley Fern¨¢ndez? El tiempo lo dir¨¢.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.