El Rey avala la ¡°actualizaci¨®n¡± de los ¡°acuerdos de convivencia¡±
"En Espa?a cabemos todos", asegura don Juan Carlos en su discurso navide?o El Monarca reclama di¨¢logo para abordar reformas dentro de la ley Promete seguir en su puesto con ¡°transparencia y ejemplaridad¡±
El Rey se dirigi¨® esta nochebuena, como todas, a los espa?oles, con un discurso intencionadamente nuevo, en el que quiso avalar ¡°la actualizaci¨®n de los acuerdos de convivencia¡± en pleno desaf¨ªo soberanista en Catalu?a, ¡°con generosidad para ceder cuando es preciso, para comprender las razones del otro y para hacer del di¨¢logo el m¨¦todo de soluci¨®n de los problemas colectivos¡±. El texto de la alocuci¨®n se modific¨® tras el anuncio el jueves 12 diciembre por parte de Artur Mas de las dos preguntas del refer¨¦ndum catal¨¢n y con el objetivo de poner m¨¢s ¨¦nfasis en ¡°lo que nos une¡± y en subrayar la importancia de la Constituci¨®n y de cumplir la ley.
Don Juan Carlos quiso terminar su mensaje de nochebuena, el ¨²nico del a?o que se escribe en La Zarzuela, y no por parte del Gobierno, asegurando que no tiene intenci¨®n de abdicar: ¡°Quiero transmitiros como Rey de Espa?a mi determinaci¨®n de continuar estimulando la convivencia c¨ªvica en el desempe?o fiel del mandato y las competencias que me atribuye el orden constitucional¡± y de hacerlo, a?adi¨®, ¡°con las exigencias de ejemplaridad y transparencia que hoy reclama la sociedad¡±. Pero tambi¨¦n dej¨® su compromiso personal con la dura situaci¨®n econ¨®mica: ¡°Para m¨ª, la crisis empezar¨¢ a resolverse cuando los parados tengan oportunidad de trabajar¡±.
El Monarca aprovech¨® la atenci¨®n de su discurso de Nochebuena para defender la Constituci¨®n de 1978: ¡°Nos ha proporcionado el periodo m¨¢s dilatado de libertad, convivencia y prosperidad de toda nuestra historia. Conviene que lo tengamos bien presente, pues a menudo se pretende que lo ignoremos o lo olvidemos cuando se proclama una supuesta decadencia de nuestra sociedad y de nuestras instituciones¡±.
Pero al mismo tiempo dej¨® una salida al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y a una posible ¡°actualizaci¨®n de los acuerdos de convivencia¡± siempre que ¡°las diferencias y controversias se resuelvan con arreglo a las reglas del juego democr¨¢ticas aprobadas por todos¡±. Y a?adi¨® en esa l¨ªnea: ¡°Estoy convencido de que todas esas cuestiones se podr¨¢n resolver con realismo, con esfuerzo, con un funcionamiento correcto del Estado de derecho y con la generosidad de las fuerzas pol¨ªticas y sociales representativas¡±.
Reivindicar el ¡°logro hist¨®rico¡± de la Constituci¨®n de 1978 ¡°no es incompatible¡±, insisti¨® el Rey, con ¡°reconocer la necesidad de mejorar en muchos aspectos la calidad de la democracia¡± y proceder a ¡°la crucial tarea de modernizaci¨®n y regeneraci¨®n¡± de Espa?a. Pero para hacerlo, advirti¨®, es necesario estar ¡°juntos¡± y mostrar ¡°generosidad para saber ceder cuando es preciso, comprender las razones del otro y hacer del di¨¢logo el m¨¦todo prioritario y m¨¢s eficaz de soluci¨®n de los problemas colectivos¡±.
¡°Mi posici¨®n me ha permitido vivir las m¨²ltiples vicisitudes por las que ha atravesado Espa?a, a la que he dedicado mi vida¡±, afirm¨® el Monarca, que en enero cumplir¨¢ 76 a?os. ¡°He visto momentos malos y buenos y siempre hemos sabido los espa?oles salir juntos de los malos y construir juntos los buenos¡±. ¡°Juntos¡±, repiti¨® don Juan Carlos, ¡°hemos resuelto problemas no m¨¢s f¨¢ciles que los que hoy afrontamos y siempre con la ambici¨®n de llegar a un objetivo com¨²n. Juntos debemos seguir construyendo nuestro futuro porque nos unen y nos deben seguir uniendo much¨ªsimas cosas: el af¨¢n de asegurar un porvenir s¨®lido, justo y lleno de oportunidades; la intensidad de los afectos y lazos hist¨®ricos, las culturas que compartimos, la convivencia de nuestras lenguas, la aceptaci¨®n del diferente, la extraordinaria riqueza de un pa¨ªs diverso, de culturas y sensibilidades distintas, la solidaridad que siempre demostramos ante las grandes adversidades, las desigualdades sociales y territoriales y ante las necesidades de nuestros vecinos¡±. Sobre esa tesis de la unidad de Espa?a se explay¨®: ¡°Y nos une y debe seguir uniendo el sentimiento de comunidad que recientemente expresaba el Pr¨ªncipe de Asturias: Espa?a es una gran naci¨®n por la que vale la pena luchar¡±. La Corona, record¨® el Rey, ¡°promueve y alienta ese modelo de naci¨®n¡±. ¡°Cree en un pa¨ªs libre, justo y unido dentro de su diversidad. Cree en esa Espa?a abierta en la que cabemos todos. Y cree que esa Espa?a es la que entre todos debemos seguir construyendo¡±.
Las diferencias deben resolverse con las reglas de juego democr¨¢tico¡±
El Monarca termin¨® su discurso invitando a las fuerzas pol¨ªticas a que ¡°sin renunciar a sus ideas, superen sus diferencias para llegar a acuerdos que a todos beneficien y que hagan posible las reformas necesarias para afrontar un futuro marcado por la prosperidad, la justicia y la igualdad de oportunidades¡± y llam¨® a los l¨ªderes pol¨ªticos y sociales a ¡°ejercer el liderazgo, combatir el victimismo, el desaliento y el conformismo¡±, y a la comunidad intelectual a ser ¡°int¨¦rprete de los cambios¡± y ¡°gu¨ªa del nuevo mundo que est¨¢ surgiendo¡±.
Crisis econ¨®mica y pol¨ªtica. En un momento de creciente desapego de la ciudadan¨ªa hacia la Monarqu¨ªa, el Rey quiso transmitir a los espa?oles que desde el palacio de La Zarzuela es plenamente consciente tanto de la precariedad econ¨®mica por la que pasan muchos, como del l¨®gico desencanto ante unas instituciones que no han sabido dar respuesta a sus problemas.
Por eso quiso dirigirse a quienes han perdido su empleo, y pidi¨® al Gobierno ¡°un esfuerzo¡± para crear puestos de trabajo: ¡°No podemos aceptar como normal la angustia de los millones de espa?oles que no pueden trabajar. Para m¨ª, la crisis empezar¨¢ a resolverse cuando los parados tengan oportunidad de trabajar¡±.
El Rey destac¨® el ¡°sacrificio¡± y el ¡°coraje¡± de los m¨¢s afectados por la crisis, y quiso acordarse de quienes han perdido su vivienda, de los j¨®venes que no han podido encauzar su vida profesional, de los pensionistas que est¨¢n siendo ¡°el soporte de muchas econom¨ªas familiares¡±. En ese sentido apostill¨® como ¡°extraordinaria la fuerza de la familia en Espa?a¡±.
Para m¨ª, la crisis se empezar¨¢ a resolver cuando los parados puedan trabajar¡±
Pero tambi¨¦n ensalz¨® la labor de los inmigrantes, ¡°cuya aportaci¨®n hay que agradecer sin reservas¡±, de los servidores p¨²blicos, de los que atienden a ¡°millones de personas en dificultades¡±, de los que trabajan fuera de Espa?a y tambi¨¦n de los que aportan su ¡°talento y creatividad¡± para superar las dificultades: los emprendedores, los aut¨®nomos y ¡°la peque?a y mediana empresa que sostiene el tejido productivo de la naci¨®n¡±.
La falta de ejemplaridad y la corrupci¨®n. Frente al ¡°ejemplo de responsabilidad y de civismo¡± que han mostrado todos esos colectivos citados, el Rey contrapuso ¡°los casos de falta de ejemplaridad en la vida p¨²blica que han afectado al prestigio de la pol¨ªtica y las instituciones¡±. Y aqu¨ª, seg¨²n fuentes de La Zarzuela, el Monarca no solo se estaba refiriendo a los interminables episodios de corrupci¨®n pol¨ªtica, sino tambi¨¦n al caso N¨®os, en el que est¨¢ imputado su yerno, I?aki Urdangarin, mientras el juez Jos¨¦ Castro medita si imputar tambi¨¦n a su hija, la infanta Cristina.
La evoluci¨®n del caso, que el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, calific¨® de ¡°martirio¡±, ha provocado un grave deterioro en el prestigio de la Corona, que no ha logrado recuperar los niveles de popularidad previos a la imputaci¨®n del duque de Palma. ¡°La salud moral de una sociedad se define por el nivel del comportamiento ¨¦tico de cada uno de sus ciudadanos, empezando por sus dirigentes, ya que todos somos corresponsables del devenir colectivo¡±, a?adi¨® el Monarca, incluy¨¦ndose a ¨¦l mismo y a la instituci¨®n que representa.
¡°S¨¦ que la sociedad espa?ola reclama hoy un profundo cambio de actitud y un compromiso ¨¦tico en todos los ¨¢mbitos de la vida pol¨ªtica, econ¨®mica y social que satisfaga las exigencias imprescindibles en una democracia¡±, remarc¨® el Rey en un discurso en el que por primera vez utiliz¨® la palabra ¡°regeneraci¨®n¡±.
Mi determinaci¨®n es continuar mi mandato¡±
Don Juan Carlos pidi¨®, en suma, que los l¨ªderes pol¨ªticos est¨¦n a la altura de sus ciudadanos, para lo que ve imprescindible ¡°un cambio de actitud y un compromiso ¨¦tico¡±. Y ¨¦l mismo se comprometi¨® a llevar esos cambios a su casa, asumiendo la obligaci¨®n de ¡°ejemplaridad y transparencia¡± que reclama ahora la sociedad.
Sentado, pues est¨¢ convaleciente a¨²n de su quinta operaci¨®n de cadera, el Rey grab¨® su discurso -que hab¨ªa enviado antes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al l¨ªder de la oposici¨®n, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba- detr¨¢s de su mesa de trabajo en La Zarzuela, y con un atrezo m¨ªnimo que sin embargo, tambi¨¦n pretend¨ªa lanzar varios mensajes. Sobre la mesa hab¨ªa un ejemplar de la Constituci¨®n y una fotograf¨ªa de su audiencia, el pasado 31 de octubre, con la presidenta y los vicepesidentes de la Fundaci¨®n V¨ªctimas del Terrorismo: Mari Mar Blanco, ?ngeles Pedraza y Tom¨¢s Caballero. Con ello renov¨® su apoyo y solidaridad con todas las v¨ªctimas del terrorismo, con las que entiende que ¡°la sociedad sigue teniendo una permanente deuda de gratitud¡±, en unos momentos que calific¨® de ¡°especialmente dif¨ªciles¡± en alusi¨®n a las recientes y pol¨¦micas excarcelaciones de etarras por el fallo del Tribunal de Estrasburgo sobre la doctrina Parot.
Tres operaciones, dos ausencias y pendiente de la infanta Cristina
Las tres operaciones a las que ha sido sometido el Rey en 2013, los problemas con la justicia de su yerno, I?aki Urdangarin, y la imputaci¨®n y desimputaci¨®n en el caso N¨®os de su hija menor, la infanta Cristina, han marcado tanto la vida como la agenda de don Juan Carlos este a?o.
Urdangarin tuvo que hacer su segundo pase¨ªllo hacia los juzgados de Palma un s¨¢bado 23 de febrero. "La Casa del Rey no asesor¨® ni autoriz¨® mis actividades", declar¨® entonces al juez Jos¨¦ Castro. Ocho d¨ªas despu¨¦s, el Rey pasaba por el quir¨®fano, "el taller", como ¨¦l lo llam¨®, por una hernia discal, lo que lo oblig¨® a restringir su agenda. Exactamente un mes despu¨¦s de la operaci¨®n, el 3 de abril, el juez citaba como imputada a la infanta Cristina en el caso Urdangarin. Pero en mayo la Audiencia de Palma dej¨® en suspenso esa imputaci¨®n al entender que no hab¨ªa indicios de complicidad con las actividades de su marido. El caso de la Infanta est¨¢ justo ahora sobre la mesa del juez Castro para decisi¨®n final.
El Rey ha tenido que volver otras dos veces al quir¨®fano, la primera el 24 de septiembre, al infectarse la pr¨®tesis que le implantaron en 2012 en la cadera izquierda; y la segunda, el 21 de noviembre, para cambiarle la pr¨®tesis provisional que se le coloc¨® en septiembre. La recuperaci¨®n m¨¦dica del Monarca provoc¨® sus dos ausencias m¨¢s significativas: por primera vez estuvo ausente en la tribuna del desfile de Doce de Octubre y dej¨® de acudir a una Cumbre Iberoamericana.
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