¡°Es habitual que en las protestas se infiltren violentos para desvirtuarlas¡±
Es letrado de las Cortes, tiene 39 a?os y tres hijos y hace 12 meses fue nombrado secretario de Estado de Seguridad. Ocupa desde entonces el despacho que asume diariamente m¨¢s llamadas desagradables o inquietantes de Espa?a.
Pregunta. ?Los recientes incidentes del barrio de Gamonal de Burgos solo han sido obra de vecinos o ha habido grupos radicales de fuera que los han azuzado?
Respuesta. Hay un dato revelador. Uno de los grupos vecinales m¨¢s activos se disolvi¨® el d¨ªa 10 para desentenderse de cualquier acci¨®n violenta. Eso permite decir que hay vecinos que est¨¢n expresando una protesta pac¨ªfica y grupos violentos de fuera que est¨¢n ejerciendo la violencia.
P. Pero, en cambio, todos los detenidos que ha habido son de Burgos¡
R. Eso no es incompatible. Hay quien instiga la violencia y luego se quita de en medio. All¨ª se detectaron grupos como Resaca Castellana, Yesca, Movimiento Anarquista Burgal¨¦s, Izquierda Anticapitalista, Colectivo de J¨®venes Comunistas, Asamblea Gamonal 15-M¡
P. ?Esa situaci¨®n se ha contagiado a otras ciudades?
R. S¨ª. Eso acredita que detr¨¢s de los pac¨ªficos movimientos de protesta es habitual que haya una minor¨ªa que se infiltra y los desvirt¨²a para generar altercados. Sin embargo, el comportamiento de la mayor¨ªa de la gente que se manifiesta en Espa?a es ejemplar.
P. ?Pero por qu¨¦ ha pasado esto en Burgos y solo por la remodelaci¨®n de un bulevar?
R. Era una protesta muy local. Lo que sucedi¨® es que la protesta se sali¨® de sus cauces pac¨ªficos y pas¨® a ser objeto de atenci¨®n de los medios informativos. Los ciudadanos ven que en Burgos est¨¢ pasando algo extra?o cuando se producen roturas de lunas, lanzamiento de piedras y tornillos, el incendio de m¨¢s de 100 contenedores de basura¡
P. ?Pero esos estallidos de violencia no son la expresi¨®n del enfado de la ciudadan¨ªa frente a la crisis o a decisiones pol¨ªticas que rechaza?
R. Desde el momento en que hay violencia, da igual de lo que sean expresi¨®n. Con esos hechos pierden cualquier atisbo de legitimidad. Si pretendemos buscarle justificaci¨®n, podemos caer en el error de legitimarlo. Lo que debemos hacer es dar una respuesta proporcionada a la violencia.
P. Usted mismo admite que la mayor¨ªa de las manifestaciones en Espa?a son pac¨ªficas.
Las manifestaciones pac¨ªficas han crecido exponencialmente en la crisis
R. Las manifestaciones han aumentado de forma exponencial, en paralelo a la crisis y a las medidas pol¨ªticas adoptadas. En 2009, hubo 8.201; en 2010, 7.195; en 2011, 10.070; en 2012, 36.798. Y, en ese ejercicio, solo tuvimos que emplear material antidisturbios en el 0,24% de los casos.
P. Hace unos d¨ªas hubo una operaci¨®n policial en la que fue detenida la abogada Arantza Zulueta. ?Desde cu¨¢ndo sab¨ªa Interior que esta abogada estaba bloqueando el proceso el debate de los presos de ETA para adherirse a la legalidad penitenciaria?
R. Desde hace mucho. Interior, jueces y fiscales lo sab¨ªan desde hace mucho.
P. ?Y por qu¨¦ no se actu¨® mucho antes para desbloquear esa situaci¨®n y, en cambio, se ha hecho cuando los presos se hacen la foto de la derrota en Durango y dicen asumir la legalidad?
R. Quien decide el momento de la Operaci¨®n Jaque es el juez a partir de informes de la Guardia Civil, que se ven robustecidos en septiembre, cuando se realiz¨® la operaci¨®n contra Herrira.
P. ?No es inoportuno pol¨ªticamente hacer esa operaci¨®n tres d¨ªas despu¨¦s de la foto de Durango y tres d¨ªas antes de la manifestaci¨®n de Bilbao que se preve¨ªa multitudinaria?
R. ?Inoportuno? El momento de las operaciones lo deciden los jueces. Siempre son oportunas las operaciones que tengan como objetivo derrotar a ETA. La decisi¨®n judicial de encarcelar a los detenidos prueba que son el tent¨¢culo de ETA en las prisiones, como ha dicho el ministro del Interior. Una de las fortalezas de ETA es tener a sus presos disciplinados, cohesionados y tiranizados.
Un 365% m¨¢s de manifestaciones
Los datos de la polic¨ªa y la Guardia Civil reflejan un aumento exponencial de las manifestaciones callejeras desde que estall¨® la crisis. En 2009 se registraron 8.201 concentraciones; en 2010 hubo 7.195; en 2011 se registraron 10.070; y en 2012 hubo 36.798 (532 de ellas con altercados, en 88 de la cuales se emple¨® material antidisturbios). En esos 12 meses, el aumento fue del 365% aunque solo en el 0,24% de los casos los polic¨ªas usaron ¡°material de protecci¨®n¡±. Las cifras de 2013 no est¨¢n a¨²n cerradas.
P. ?Interior no deber¨ªa ser consciente del momento que se vive en Espa?a y tener una relaci¨®n especialmente buena con el PNV, que gobierna en Euskadi? El jueves pasado tuvo que venir la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, a decirle al presidente Mariano Rajoy que hab¨ªa que volver a acercarse cuanto antes al PNV. Y el lehendakari I?igo Urkullu quiere visitar ya a Rajoy para hablar de pol¨ªtica penitenciaria.
R. Yo tengo una buena relaci¨®n con el Gobierno vasco. Y con el viceconsejero de Interior, que es mi interlocutor, no se ha roto nada. Hasta ahora hab¨ªamos visto una imagen en la que, desde la respetable discrepancia pol¨ªtica, hab¨ªa una unidad sin fisuras en la exigencia hacia ETA de que su ¨²nico camino era su disoluci¨®n. Creo, conf¨ªo y espero que esa imagen se recomponga cuanto antes.
P. ?Interior debe ser ajeno a las circunstancias pol¨ªticas en el proceso hacia un final de ETA?
R. Interior debe moverse por un ¨²nico guion, que es el de la legalidad, y no se puede modular en funci¨®n de las circunstancias pol¨ªticas. Y esta idea es la que ha derrotado a ETA. Esto no es una partida de ajedrez. Esto es el Estado de derecho, que aplica la ley. No hay que aplicar criterios de oportunidad, sino de legalidad.
La polic¨ªa solo ha utilizado material antidisturbios en el 0,7% de los casos
P. ?Est¨¢n recibiendo cr¨ªticas por estar atrapados por la l¨ªnea dura, el Tea Party del PP?
R. Esa acusaci¨®n es poco afortunada. Las decisiones se toman con reflexi¨®n. Eso puede gustar m¨¢s a unos u otros, pero¡
P. Hay asociaciones de v¨ªctimas y dirigentes del PP que creen que Espa?a no ten¨ªa por qu¨¦ haber respetado y cumplido la sentencia de Estrasburgo, que ha supuesto la excarcelaci¨®n de m¨¢s de 60 etarras por la doctrina Parot.
R. Yo creo que la jurisdicci¨®n del Tribunal de Derechos Humanos vincula a Espa?a. Tengo claro que un Estado no puede decidir cu¨¢ndo un fallo le vincula o no. Y tambi¨¦n tengo claro que la ejecuci¨®n de las consecuencias pr¨¢cticas del fallo que afectaba a la etarra In¨¦s del R¨ªo y su extensi¨®n a otros casos lo ten¨ªan que decidir los tribunales sentenciadores, no el Gobierno. El Gobierno ni siquiera fue informado de lo que decid¨ªan los tribunales. Lo que no se puede es firmar un tratado internacional y entender que no es vinculante. Pues no. Es vinculante, l¨®gicamente.
P. ?En qu¨¦ se puede traducir la detenci¨®n de la abogada Zulueta entre los presos de ETA?
P. Hay presos y muchas familias de presos que van a ser liberados de la tiran¨ªa de ETA. Espero que eso se traduzca en decisiones individuales.
P. ?Cu¨¢ntos de los m¨¢s de 400 presos de ETA que hay en Espa?a son irreductibles y cuantos estar¨ªan dispuestos a acatar la ley?
R. No me atrevo a dar cifras. Hay un n¨²cleo que ha admitido que lo que ha hecho est¨¢ mal y que estar¨ªa dispuesto a aceptar la legalidad. Que las consignas y la l¨ªnea roja las ponga ETA, no favorece en nada. ?Que hay un sector que no est¨¢ dispuesto a aceptar la legalidad? Pues s¨ª. Pero son muchos m¨¢s lo que est¨¢n dispuestos a dar un paso adelante, una vez que sean liberados del yugo y la tiran¨ªa de ETA y puedan empezar a actuar individualmente.
Ha habido hechos relevantes por parte de ETA, pero le falta un paso: la disoluci¨®n
P. ?No se est¨¢ produciendo en Espa?a un proceso de fin del terrorismo peculiar, distinto a otros como el de Irlanda, donde ha habido un di¨¢logo entre el Gobierno y los terroristas?
R. No se deben comparar situaciones diferentes. Si lo que se est¨¢ produciendo es un final del terrorismo, falta una decisi¨®n important¨ªsima: la disoluci¨®n de ETA.
P. ?Hay alg¨²n riesgo de que en ETA haya una marcha atr¨¢s o se produzca una escisi¨®n?
R. La labor contra ETA ha sido tan eficaz que la banda ya no tiene capacidad. No hay ninguna hip¨®tesis, ning¨²n indicio cierto de que haya un peligro real de escisi¨®n o una vuelta a la acci¨®n armada.
P. ?Una vez que los presos asumen la legalidad penitenciaria, cumplen los requisitos y se hacen la foto de la derrota, se podr¨ªa pensar en una aplicaci¨®n m¨¢s flexible de la ley cuando empiecen a pedir dentro de unos d¨ªas beneficios en las c¨¢rceles?
R. Es verdad que ha habido en los ¨²ltimos tiempos hechos relevantes, como el cese de los atentados, pero aun as¨ª estamos lejos de ese momento. ETA no es el interlocutor del Gobierno en nada y tampoco en los presos. Debe asumir y cumplir las condiciones marcadas por el C¨®digo Penal y la pol¨ªtica penitenciaria. Y le falta un paso no menor en este proceso: la disoluci¨®n.
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