B¨¢rcenas, el memorioso
El comisario Jos¨¦ Luis Olivera, a la izquierda.
Luis B¨¢rcenas y su letrado en agosto de 2012, Alfonso Trallero.
Luis B¨¢rcenas, como Funes el memorioso, el personaje del cuento de Jorge Luis Borges, recupera poco a poco con precisi¨®n los detalles. Comparte con Funes el retiro y la vida en la sombra. Pero mientras Funes necesita un a?o para recordar algunos d¨ªas, B¨¢rcenas no tiene problemas para el recuerdo; en cambio supedita la difusi¨®n de los mismos a su estrategia procesal.
En un cuaderno de papel cuadriculado, Luis B¨¢rcenas va escribiendo en la c¨¢rcel de Soto del Real escenas que desarrollan algunos aspectos de la contabilidad B cuya llevanza estaba a cargo de ¨¦l mismo y de ?lvaro Lapuerta.
Antes de las pasadas Navidades, algunas de esas escenas estaban listas.
En una de ellas, B¨¢rcenas relata cu¨¢les fueron las razones para que su abogado, Alfonso Trallero, se aviniera a escribir el 27 de agosto de 2012 una carta al director general de la Polic¨ªa, Ignacio Cosid¨®, ex senador y ex diputado del PP por Palencia. A espaldas del juez instructor Pablo Ruz.
He aqu¨ª el contexto.
B¨¢rcenas ha sido imputado nuevamente a mediados de marzo de 2012, despu¨¦s de que el juez Antonio Pedreira decretase su sobreseimiento provisional el 1 de septiembre de 2011. Pedreira no pod¨ªa dictar ese auto porque la causa ya no estaba residenciada en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La Audiencia Nacional pone de relieve esa imposibilidad en un auto de la secci¨®n cuarta de lo Penal el 14 de marzo de 2012 de la que es ponente la magistrada Teresa Palacios.
La causa G¨¹rtel ya la est¨¢ instruyendo el juez Pablo Ruz.
B¨¢rcenas hace contactos con el PP y se le aconseja que sus letrados envien una carta al director de la Polic¨ªa. Miguel Bajo y Alfonso Trallero son sus letrados en aquella ¨¦poca.
A Bajo le parece un acto procesal de riesgo. Porque se hace a espaldas del juez. Pero ¨¦l y Trallero son persuadidos por su cliente de que es conveniente.
En la carta, Trallero le solicita a Cosid¨® que se dirija a la Polic¨ªa Judicial (UDEF) para que se realice un nuevo informe en el que se establezca que Luis B¨¢rcenas no es el Luis el Cabr¨®n, un apodo que aparece varias veces en la contabilidad de las empresas de G¨¹rtel. Seg¨²n los informes de la UDEF se le ha entregado a Luis B¨¢rcenas alias Luis el Cabr¨®n del orden de 72.000 euros. En sus declaraciones del 22 de julio de 2009, ante el magistrado Francisco Monterde, en el Tribunal Supremo, B¨¢rcenas insiste una y otra vez en que Luis el Cabr¨®n existe, que es otra persona, pero no ¨¦l.
Cosid¨® envia la carta de Trallero a la Polic¨ªa Judicial. Y ¨¦sta se la reenv¨ªa al juez Ruz.
Hasta entonces B¨¢rcenas no es una persona relevante para la instrucci¨®n de G¨¹rtel que est¨¢ llevando adelante Ruz. Vamos, que no es uno de los personajes centrales de la trama.
Eso s¨ª, el juez ha confirmado primero la imputaci¨®n de la esposa de B¨¢rcenas, Rosal¨ªa Iglesias, en abril de 2012. Al presentarse a declarar ante el juez, el 15 de mayo de 2012, B¨¢rcenas consigue que desde altas instancias de la Polic¨ªa se instruya al cuerpo de Seguridad de la Audiencia Nacional para permitir un trato preferente a su esposa que es autorizada a entrar en coche por el garaje.
Esta operaci¨®n se hace, seg¨²n confirman el juez Ruz, el presidente de la Audiencia Nacional, ?ngel Juanes, y el juez decano, a sus espaldas.
En relaci¨®n a B¨¢rcenas, la primera actuaci¨®n de Ruz tiene lugar el 13 de julio de 2012, al dictar un auto en el que rechaza el archivo de la causa solicitado por la defensa de B¨¢rcenas, entre otras cosas, porque, sostiene el juez, est¨¢ pendiente de llegar la comisi¨®n rogatoria enviada a Suiza. Premonitorio a seis meses vista (la primera comisi¨®n rogatoria llega en diciembre de 2012).
El juez conoce el asunto de la carta al director general de la Polic¨ªa el 13 de septiembre de 2012, unos d¨ªas antes de tomarle declaraci¨®n a B¨¢rcenas acerca del delito fiscal presuntamente que se imputado a su esposa.
Pide informe a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n sobre la carta antes de dictar un auto.
El 18 de septiembre, pues, B¨¢rcenas declara ante el juez.
Y el 24 de septiembre, Ruz dicta el auto sobre la carta.
Puntualiza que la carta "se cursa directamente ante el director general de la Polic¨ªa, invocando su condici¨®n de superior jer¨¢rquico de los funcionarios policiales, sin que el juez pueda valorar la pertinencia, necesidad y posibilidad de la diligencia interesada".
Esa conducta a?ade "se sit¨²a voluntariamente extramuros del procedimiento judicial, privando al instructor de la direcci¨®n del mismo que legalmente tiene conferida".
El juez enfatiza que "la iniciativa no tiene encaje, cabida o justificaci¨®n alguna en nuestro vigente sistema procesal apart¨¢ndose de las reglas de buena fe". El instructor califica la maniobra como una "patente irregularidad procesal cuando a la autoridad policial se le solicitan determinadas diligencias que, de forma palmaria y evidente, tienen indudable afectaci¨®n en relaci¨®n al objeto del proceso pudiendo llegar a constituir abuso o fraude procesal en caso de admitirse y perpetuarse tal proceder".
El juez ordena a la UDEF, por tanto, "abstenerse de practicar cualquier diligencia relativa a la solicitud presentada".
B¨¢rcenas comienza con mal pie su "relaci¨®n" con el juez Ruz.
B¨¢rcenas explica ahora en su relato el por qu¨¦ de esa carta. B¨¢rcenas pide que se investiguen esos hechos.
La historia arranca, seg¨²n el relato del ex tesorero, inmediatamente despu¨¦s de su imputaci¨®n por la Audiencia Nacional. Tanto en La Moncloa como personas pr¨®ximas a Javier Arenas en el PP, sugieren al ex tesorero que se dirija a Cosid¨®.
En Moncloa, quien lleva la gesti¨®n es Mar¨ªa Gonz¨¢lez Pico, directora de gabinete de la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa.
Gonz¨¢lez Pico hace gestiones para que el ministro de Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, facilite los contactos. El ministro interviene y le sugiere dar algunos pasos al entonces secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa. Otras personalidades de fuera del Gobierno, que han intervenido m¨¢s tarde en gestiones relacionadas con el finiquito del ex tesorero en el PP, acojen la petici¨®n de B¨¢rcenas y se la trasladan a Fernandez D¨ªaz.
Todo este proceso lleva a una reuni¨®n entre el comisario Jos¨¦ Luis Olivera, a cargo de la UDEF hasta hac¨ªa pocos meses, primeros d¨ªas de julio de 2012, y Alfonso Trallero, abogado de Luis B¨¢rcenas. El encuentro tiene lugar en el bar restaurante Milford, en la madrile?a calle de Juan Bravo.
Olivera es, tras cesar al frente de la UDEF, el actual jefe del Centro de Investigaci¨®n contra el Crimen Organizado (CICO), un hombre de confianza del ministro del Interior.
Seg¨²n B¨¢rcenas, su letrado y el comisario Olivera ponen en marcha una serie de contactos y gestiones. El nuevo informe estaba en camino... hasta que, de acuerdo con la versi¨®n manuscrita de B¨¢rcenas, llega en enero de 2013 la comisi¨®n rogatoria con la primera cuenta bancaria del ex tesorero en Suiza, la de 22 millones de euros. Todo queda en agua de borrajas.
El juez Ruz, al escribir el auto del mes de septiembre, ignora los contactos directos entre el comisario Olivera y el letrado Alfonso Trallero.
Fuentes de La Moncloa consultadas por este peri¨®dico no han comentado la versi¨®n ofrecida. Han o¨ªdo sin escuchar. Fuentes pr¨®ximas al ministro del Interior expresaron que Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz no quiere confirmar ni desmentir. Simplemente prefiere no entrar en la cuesti¨®n.
Por cierto, en el ¨²ltimo informe entregado por la UDEF al juez Ruz, a finales de diciembre pasado, elaborado en base a la contabilidad incautada en una sede del grupo de Francisco Correa, en Serrano 40, aparece citado varias veces B¨¢rcenas.
Y adivinen qu¨¦...
La referencia a Luis el Cabr¨®n ya no vuelve a aparecer.
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