Los expertos cuestionan el alarmismo de Interior sobre la inmigraci¨®n
Los acad¨¦micos ponen en tela de juicio las cifras oficiales de aspirantes a saltar las vallas La llegada desde Marruecos de refugiados sirios s¨ª suscita cierta preocupaci¨®n
¡°Emergencia de Estado¡±; mafias que trafican con seres humanos; 80.000 subsaharianos, repartidos entre Marruecos y Mauritania, prepar¨¢ndose para saltar las vallas de Ceuta y Melilla etc¨¦tera. Los mensajes transmitidos a lo largo de la semana pasada por el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, durante su visita a las ciudades aut¨®nomas, suscitan dudas entre los acad¨¦micos y expertos que en Espa?a siguen de cerca el reto de la inmigraci¨®n.
El ministro ¡°ha lanzado un mensaje de alarma excesivo¡±, asegura Ferran Camas, director de la c¨¢tedra de inmigraci¨®n de la Universidad de Girona. ¡°Comparado con el n¨²mero de inmigrantes que desembarcaban en Espa?a hace menos de una d¨¦cada son pocos los que llegan ahora¡±, a?ade Pablo Pumares, profesor de geograf¨ªa humana de la Universidad de Almer¨ªa.
Aunque los inmigrantes que llegaron a Andaluc¨ªa, Canarias, Ceuta y Melilla fueron en 2013 la quinta parte de los que lo hicieron en 2006, el peor a?o, es verdad que, por primera vez, una mayor¨ªa relativa lo hizo saltando las vallas de las ciudades aut¨®nomas o arribando a sus playas. Las im¨¢genes de subsaharianos trepando por las vallas impactan.
¡°Cuando las ves la opini¨®n p¨²blica se estremece ante la situaci¨®n humanitaria del subsahariano, pero no teme que su vida cotidiana resulte afectada por su llegada¡±, afirma Dolores L¨®pez, profesora de geograf¨ªa humana de la Universidad de Navarra que coordina un grupo de trabajo sobre inmigraci¨®n. Adem¨¢s, se?ala, una vez en la Pen¨ªnsula ¡°se trasladan a otros pa¨ªses de Europa porque suelen encontrar all¨ª m¨¢s facilidades de acogimiento ¨Ctienen familiares o vecinos de su pueblo- y de trabajo¡±.
Aun as¨ª Ferran Camas advierte de que de los mensajes del Gobierno espa?ol ¡°pueden tener un efecto derivado: aumentar el temor al extranjero invasor¡± y acabar dando alas a la extrema derecha como ha sucedido en otros pa¨ªses europeos. La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ya prohibi¨® a finales de febrero una manifestaci¨®n ultraderechista en el barrio de Lavapi¨¦s cuyo lema iba a ser ¡°?Alto a la invasi¨®n!¡±.
Los 80.000 subsaharianos dispuestos a saltar las vallas y a cruzar el Estrecho que mencion¨® Fern¨¢ndez D¨ªaz son poco cre¨ªbles. ¡°No se explica c¨®mo se llega a esa estimaci¨®n¡±, recalca Dolores L¨®pez. ¡°Es muy dif¨ªcil evaluar a cuanto asciende una poblaci¨®n tan m¨®vil¡±, prosigue. ¡°Me parecen m¨¢s fiables las cifras que manejan las ONG que trabajan sobre el terreno y que son muy inferiores¡±, concluye. ¡°No todos los subsaharianos de Marruecos tienen por objetivo dar el salto a Espa?a¡±, a?ade Ferran Camas.
A todos los expertos les sorprende adem¨¢s que Fern¨¢ndez D¨ªaz haya mencionado a Mauritania, pero no a Argelia por cuya frontera occidental entran en Marruecos la mayor¨ªa de los subsaharianos que despu¨¦s se dirigen hacia Ceuta y Melilla. ¡°Es c¨®mo si el ministro no quisiese se?alar el pa¨ªs donde se genera parte del problema¡±, comenta un mando policial espa?ol.
En cuanto a las mafias ¡°no est¨¢n detr¨¢s de los que quieran franquear las vallas porque carecen de dinero¡±, asegura David Vidal, excolaborador del servicio secreto espa?ol (CNI) que trabaj¨® durante 12 a?os en ?frica Occidental y que acaba de publicar un libro, Diario de un esp¨ªa. ¡°S¨®lo aparecen cuando hay que transportar a inmigrantes en el salpicadero de un coche o proporcionarles pasaportes falsos¡±, sostiene. El crimen organizado dedicado al tr¨¢fico de seres humanos, sobre todo las redes de prostituci¨®n, mueve unos 100 millones de euros al a?o ?frica, seg¨²n una estimaci¨®n de la ONU. La cantidad es irrisoria comparada con el tr¨¢fico de drogas, armas etc¨¦tera.
Dolores L¨®pez sospecha que el mensaje alarmista de Interior est¨¢ ¡°m¨¢s bien dirigido a Europa¡± a la que Fern¨¢ndez D¨ªaz ha pedido ¡°medios humanos y materiales¡±, evaluados en unos 45 millones de euros, para hacer frente a la inmigraci¨®n irregular. ¡°(¡) en las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla y en las costas espa?olas del Atl¨¢ntico y del Mediterr¨¢neo se juega gran parte de la pol¨ªtica migratoria de la UE¡±, escribi¨® Francisco Mart¨ªnez, secretario de Estado de Seguridad.
El ¨²nico motivo nuevo de preocupaci¨®n con relaci¨®n a la inmigraci¨®n en ambas ciudades es que a los subsaharianos y a los argelinos se les han a?adido ahora los sirios, en su mayor¨ªa familias de clase media que huyen de su pa¨ªs a L¨ªbano, vuelan de Beirut a Argel y despu¨¦s cruzan la frontera con Marruecos donde ponen rumbo a Ceuta y, sobre todo, Melilla. Hay unos mil en pensiones y casas particulares en Nador, Tetu¨¢n y T¨¢nger, seg¨²n el diario marroqu¨ª Assabah. ¡°Con relaci¨®n a la inmigraci¨®n siria no sabes siempre qui¨¦n te entra en casa¡±, subraya David Vidal aludiendo a los islamistas.
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