Rajoy planea confirmar al general Sanz al frente del servicio secreto
El director del CNI cumple el 3 de julio los cinco a?os que fija la ley
El pr¨®ximo viernes 4 de julio el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el cese del secretario de Estado-director del Centro Nacional de Inteligencia, el general F¨¦lix Sanz. Ese mismo d¨ªa, nombrar¨¢ al nuevo responsable del principal servicio secreto espa?ol. Aunque la ¨²ltima palabra corresponde al presidente Mariano Rajoy, todas las fuentes consultadas coinciden en se?alar que el m¨¢s que probable sucesor del general F¨¦lix Sanz no es otro que ¨¦l mismo.
Aunque un d¨ªa antes, el 3 de julio, Sanz cumple cinco a?os en el cargo, que es el mandato previsto en el art¨ªculo 9 de la ley reguladora del CNI, nada impide que vuelva a ser nombrado. Eso es lo que hizo el Gobierno del PSOE con su antecesor, Alberto Saiz, en abril de 2009.
Pero entonces el centro de inteligencia estaba en plena ebullici¨®n interna, sacudido por un mot¨ªn de cargos intermedios contra su director, que se tradujo en un goteo de filtraciones a los medios de comunicaci¨®n, y Alberto Saiz acab¨® arrojando la toalla s¨®lo tres meses despu¨¦s.
El plazo de cinco a?os se fij¨® en 2002 para conjurar el riesgo de que el jefe de los esp¨ªas se perpetuase en el cargo, como sucedi¨® con Emilio Alonso Manglano, que estuvo 13 a?os.
El jefe del centro de inteligencia ir¨¢ la semana pr¨®xima al Congreso de los Diputados para rendir cuentas
El lustro de mandato supera, adem¨¢s, la duraci¨®n de una legislatura, porque se quer¨ªa desligar el relevo en el CNI del cambio de mayor¨ªa en el Gobierno. De hecho, F¨¦lix Sanz fue nombrado por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y, en contra de lo que se esperaba, el PP decidi¨® confirmarlo en el cargo cuando lleg¨® al poder.
El veterano militar ¡ªque fue jefe del Estado Mayor de la Defensa con el ministro Jos¨¦ Bono¡ª no solo se gan¨® la confianza del presidente Mariano Rajoy, sino tambi¨¦n de la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, que se convirti¨® en su jefa directa, despu¨¦s de que el CNI cambiara de dependencia, pasando del Ministerio de Defensa al de Presidencia.
Durante este tiempo, ha pacificado el CNI ¡ªque dej¨® de ser noticia de primera p¨¢gina por sus esc¨¢ndalos¡ª y lo ha profesionalizado, con la aprobaci¨®n de un Estatuto para su personal. Consigui¨®, adem¨¢s, que el servicio espa?ol saliera indemne del caso Snowden, a pesar de que hab¨ªa transferido miles de megadatos a la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense, con el argumento de que correspond¨ªan a comunicaciones interceptadas en zonas de operaciones, como Afganist¨¢n o Mali, y que los derechos fundamentales de los ciudadanos espa?oles hab¨ªan sido escrupulosamente respetados. Medi¨® en los secuestros de cooperantes y periodistas en el Sahel o Siria, colabor¨® en la desarticulaci¨®n de las redes de reclutamiento de yihadistas en el territorio nacional y acert¨®, contra el criterio de otros servicios de informaci¨®n, al pronosticar que el fin de ETA era irreversible.
No todo han sido luces. Al Gobierno le pill¨® por sorpresa la incautaci¨®n de YPF por el Gobierno argentino y el tantas veces prometido Sistema Nacional de Inteligencia Econ¨®mica se da por muerto sin haber nacido.
Lo que s¨ª se puso en marcha es el Consejo Nacional de Ciberseguridad, bajo la presidencia rotatoria de Sanz y al amparo de la Direcci¨®n de Seguridad Nacional de Moncloa, que ayer organiz¨® en Madrid un ejercicio con participaci¨®n de 20 pa¨ªses de la UE.
Fuentes gubernamentales admiten que dif¨ªcilmente el nuevo mandato del general (nacido en Ucl¨¦s, Cuenca, hace 69 a?os) durar¨¢ otro lustro. Se tratar¨ªa de cubrir el a?o y medio que resta de legislatura, hasta que un nuevo Gobierno designe a su sucesor. Eso contradice la idea de que su ciclo trascienda al electoral. Pero ser¨ªa un mal menor. La semana pr¨®xima ir¨¢ a la Comisi¨®n de Secretos Oficiales del Congreso. Para despedirse o, lo m¨¢s probable, rendir cuentas y presentar planes. Con la sucesi¨®n en la jefatura del Estado a¨²n reciente y el reto soberanista en Catalu?a pendiente no parece el momento de abrir un nuevo frente. Como aconsejaba Ignacio de Loyola, ¡°en tiempos de tribulaci¨®n no hacer mudanza¡±.
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