Tumbas de otras guerras en Extremadura
Soldados alemanes de las guerras mundiales est¨¢n enterrados junto al Monasterio de Yuste
Espa?a se qued¨® fuera de la Primera Guerra Mundial, cuyo centenario se conmemora este verano -el s¨¢bado es el aniversario del asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo-; pero sus tumbas han llegado hasta un rinc¨®n de la Vera de Extremadura. Al pie del Monasterio de Yuste, en el que se retir¨® Carlos I de Espa?a y V de Alemania despu¨¦s de abdicar, una arboleda de olivos, robles y alcornoques rodea 180 sencillas cruces de granito oscuro, cuidadosamente alineadas. En las tumbas ¡ª26 con militares de la Primera Guerra Mundial, 129 de la Segunda, 25 In Memorian (no contienen restos) y ocho de soldados desconocidos¡ª se puede leer el nombre del militar, su rango y el d¨ªa de su fallecimiento. Ning¨²n otro s¨ªmbolo, m¨¢s all¨¢ del silencio que envuelve el lugar. Los escenarios de los dos cataclismos b¨¦licos del siglo XX est¨¢n sembrados con este tipo de camposantos, brit¨¢nicos, estadounidenses o alemanes, pero choca encontrarlos all¨ª, aunque la relaci¨®n del lugar con el emperador Carlos determin¨® la elecci¨®n. Es un rinc¨®n tranquilo, en el que se detienen visitantes camino del monasterio. La Embajada organiza una ceremonia anual cada 18 de noviembre.
El proyecto del cementerio naci¨® en 1975, cuando la Legaci¨®n alemana compr¨® el terreno. Durante tres a?os, una ciudadana alemana residente en Mallorca, Gabriele Poppelreuter, funcionaria de la Embajada, recorri¨® 15.000 kil¨®metros con la misi¨®n de visitar los cementerios de 68 municipios en busca de los restos de soldados alemanes de las dos guerras mundiales muertos en Espa?a y trasladar sus restos a Cuacos de Yuste, al pie del monasterio. El cementerio militar alem¨¢n depende de la Volksbund Deutsche Kriegsgr?berf¨¹rsorge, una asociaci¨®n que mantiene 827 camposantos en 45 pa¨ªses.
"La idea era centralizar a todos los militares alemanes muertos en Espa?a, que hab¨ªan sido enterrados seg¨²n iban apareciendo", explica Jos¨¦ Carlos Violat, funcionario de polic¨ªa en C¨¢ceres, historiador aficionado y coautor del ¨²nico libro sobre este cementerio, todav¨ªa in¨¦dito. Una placa en la entrada del recinto explica que los soldados "pertenecieron a tripulaciones de aviones, submarinos y otros nav¨ªos de la Armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales". En ning¨²n caso se trata de militares que combatieron en el bando franquista durante la Guerra Civil. Eulogio L¨®pez, el alcalde de Cuacos de Yuste, asegura que "nunca ha habido problemas".
Violat, junto a otros dos historiadores aficionados que colaboran como ¨¦l en el blog de historia militar u-historia.com, Agust¨ªn Ruzafa y Francisco Javier Verd¨², ha tenido la paciencia de poner una historia detr¨¢s de la mayor¨ªa de las l¨¢pidas. Gran parte son muchachos que murieron entre los 18 y los 20 a?os. Entre las v¨ªctimas de la primera est¨¢ Karl Schukalla que pertenec¨ªa al sumergible U-39, que se vio obligado a buscar refugio en Cartagena el 18 de mayo de 1918 tras haber sido atacado por aviones aliados. Schukalla muri¨® en la ciudad murciana el 11 de noviembre a los 29 a?os. En Vilagarc¨ªa de Arousa estaban enterrados Arnold Buge y Georg Duborg, fallecidos de gripe espa?ola en un barco en octubre de 1918. Otros soldados de la I Guerra Mundial fueron sepultados en Zaragoza, Las Palmas, Madrid y Alcal¨¢ de Henares. De todas las historias del cementerio, Violat se queda con la de Hubert Sasse, el ¨²nico militar alem¨¢n enterrado en Espa?a que nunca fue trasladado a Cuacos. Oficial de radio del sumergible U-755, hundido en Mallorca el 28 de mayo de 1943. El cad¨¢ver apareci¨® en la playa de Burriana y un comerciante alem¨¢n, Jos¨¦ Kaufer, se ocup¨® de enterrarlo. Sus descendientes nunca dejaron de cuidar su tumba y no permitieron el traslado.
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