A por Ferraz desde Don Benito
S¨¢nchez, el candidato con m¨¢s avales,domina el marketing pol¨ªtico Duerme en casa de militantes y recorre Espa?a tratando de convencer de que no es aparato
Pedro S¨¢nchez est¨¢ en la ducha. Acaba de levantarse en casa de Alicia, una simpatizante del partido. Otro amanecer en cama distinta. Esta vez en Viladecans, al sur de Barcelona. Uno de los ¨²ltimos feudos socialistas. El ruido del molinillo del caf¨¦ sustituye al del agua del ba?o y al cabo de unos minutos aparece en el sal¨®n ¡ªcon el pelo mojado, vaqueros y camisa a cuadritos¡ª un tipo de 1,90, 42 a?os y hechuras de gal¨¢n. Ayuda a poner la mesa para el desayuno en la terraza. Platos, tazas, pan¡ Son las 7.15 del mi¨¦rcoles 9 de julio. Faltan siete minutos para que la casa de Alicia se llene de colaboradores y compa?eros del equipo que se ha organizado en torno a ¨¦l para ganar las elecciones a la secretar¨ªa general del PSOE de ma?ana. Le quedan tres d¨ªas de campa?a ¡ªa¨²n no ha estallado la pol¨¦mica sobre su v¨ªnculo con Cajamadrid¡ª y El PA?S pasar¨¢ con ¨¦l las siguientes 17 extenuantes horas a lo largo de cinco municipios y unos 360 kil¨®metros de carretera.
Suena el interfono y el piso de Alicia se convierte en el camarote de los Hermanos Marx. Peri¨®dicos, bollos, el 7-1 del Mundial y comenzar a preparar las pr¨®ximas entrevistas en medios catalanes. Le apretar¨¢n con la consulta, le advierten, y con el tema de la sentencia absolutoria por el sitio al Parlament . Toma caf¨¦, un cruas¨¢n? y fruta. Alicia quiere hacerle una pregunta, pero no tiene tiempo de o¨ªr la respuesta. A partir de ah¨ª no se despegar¨¢n de ¨¦l una joven asesora de comunicaci¨®n, su jefa de campa?a y tres miembros de la plataforma de apoyo en Catalu?a, incluyendo a su creador, Carles Ruiz, el alcalde de Viladecans.
De camino a TV3, como todo el d¨ªa, viaja a bordo de un monovolumen escoltado por el Ibiza levemente tuneado de de la diputada nacional Isabel L¨®pez Chamosa ¨Cel cham¨®vil lo llaman en cachondeo en el equipo-, compa?era de esca?o de S¨¢nchez en el Congreso y colaboradora en esta aventura. Todos trabajan gratis. Tambi¨¦n la persona que maneja su Twitter desde alg¨²n lugar remoto. Creen en ¨¦l, faltar¨ªa m¨¢s. Pero, como en el resto de candidaturas, los militantes hacen sus apuestas profesionales para el d¨ªa despu¨¦s de las elecciones. Tambi¨¦n hay que comer.
A las 8.30 el candidato espera en un plat¨® de TV3 el turno de su entrevista. Va despu¨¦s de la informaci¨®n del tr¨¢fico. Gui?a un ojo a los que le observamos. Tres, dos, uno¡ Le toca. Y zas, las preguntas son en catal¨¢n. Ya lo sab¨ªa. Ver¨®nica, su asesora, curtida en campa?as de j¨®venes pol¨ªticos como las de Albert Rivera (C¡¯S) o Jaume Collboni (PSC) sonr¨ªe: ¡°A los catalanes nos gusta que nos entiendan, ?no?¡±. El discurso est¨¢ hecho. Ah¨ª por primera vez saldr¨¢n los temas que se repetir¨¢n todo el d¨ªa. "La consulta solo puede ser legal tras una reforma de la Constituci¨®n", responde S¨¢nchez. "El europe¨ªsmo no consiste en separarse de Espa?a, que es Europa". ?Pablo Iglesias? ¡°El nuestro, el bueno¡±, bromea refiri¨¦ndose al fundador del PSOE. ¡°?El otro es malo?¡±, le reprende la presentadora. Luego sale Don Benito a relucir, uno de sus hits: ese pueblo extreme?o donde S¨¢nchez lleva a gala haber empezado su viaje al coraz¨®n de la militancia (esos 45.000 kil¨®metros que asegura ha recorrido) el 18 de diciembre de 2013. Y una pregunta con trampa: ?Qu¨¦ le molesta m¨¢s, la etiqueta de pertenecer al aparato o la de guapo?
Pedro S¨¢nchez tiene aura de ganador. Sabe moverse y seducir, siempre da bien en las fotos, se acuerda de los nombres de todo el mundo ¨Cy de alguna an¨¦cdota con ellos-, no se cansa de sonre¨ªr, tiene paciencia y aguante y las se?oras se mueren por besarlo (termina los actos con las mejillas llenas de carm¨ªn). Ese es uno de sus innegables talentos. Pero tambi¨¦n su debilidad. Sabe que cuando algunos le dicen eso de ¡°el guapo¡± ¨Cy sucede desde su etapa como concejal en el Ayuntamiento de Madrid, cuando ya se intu¨ªa que pod¨ªa liderar alg¨²n proyecto, pero no tan r¨¢pido-, muchas veces no lo hacen como un halago, sino queriendo se?alar que es la cara bonita de la estructura, un invento prefabricado. Es carne de prejuicio, para bien y para mal. Por eso sabe que lo de ¡°guapo¡±, seg¨²n qui¨¦n se lo diga, al final est¨¢ muy relacionados con lo de "aparato".
?l se rebela y saca una y otra vez el famoso Don Benito, lo de que ¨¦l es ¡°el candidato de la carretera¡± ¨Cen plan Miguel R¨ªos-, sus a?os como cotizante fuera de la pol¨ªtica y el nivel de desconocimiento que ten¨ªa en el partido antes de este periplo. Todo lo que suene a poder establecido o estructura le condenar¨¢, y le est¨¢ costando convencer en eso. Pero es del Estudiantes en baloncesto -jug¨® en el equipo-? y del Atl¨¦tico en f¨²tbol, as¨ª que reivindica la quintaesencia del cholismo: ¡°Partido a partido¡±.
La ronda matinal de entrevistas, que incluye una conexi¨®n desde TV3 con el programa de m¨¢xima audiencia de la radio catalana (El m¨®n a Rac1) y una con Canal Sur ¨Cah¨ª sale el tema de los ERE y defiende que se ha respondido con contundencia- va bien. La caravana se pone en marcha hasta Malgrat de Mar. Cuesta seguir a la furgoneta del candidato, pero Isabel aprieta. ¡°Hac¨ªa a?os que no le pisaba as¨ª¡±, admite. Vamos tarde. Empieza a llover. Si cae multa, la paga ella. Aqu¨ª van a escote, aunque para gastos generales, tiran del crowdfunding que han montado para financiarse.Compa?era de pupitre de S¨¢nchez, asegura que tiene un talento natural para empatizar con la gente, hablar con ellos, dejarse tocar¡ ¡°Los otros dos nos son as¨ª¡±.
Es f¨¢cil comprobarlo. A lo largo del d¨ªa, el candidato, tirando bajo, se har¨¢ unas 1.000 fotograf¨ªas con la militancia. Malgrat de Mar, en el Maresme, es su primer encuentro. Ah¨ª saca a relucir el discurso que oiremos cuatro veces m¨¢s hoy. Un speech muy estructurado que ha ido evolucionando desde que comenz¨® esta carrera ¨C¡°al principio ten¨ªa que presentarme y ahora ya puedo hacer propuestas¡±, se?ala- y en el que va improvisando algunos pasajes en funci¨®n de detalles que va pillando al vuelo.
En Malgrat, por ejemplo, tira del cartel de Felipe Gonz¨¢lez (uno de sus ¨ªdolos) que tiene a su lado para recordar sus inicios y la militancia de sus abuelos; o del chascarrillo que le acaban de contar en la entrevista de radio acerca de los intereses de Rajoy, siempre limitados a lo futbol¨ªstico e impermeables a lo importante. A veces dramatiza demasiado la puesta en escena. Puede sonar un tanto sobreactuado. Y m¨¢s cuando avanza el d¨ªa y acecha el cansancio. Pero en general funciona bien. Est¨¢ muy trabajado, a eso no le gana nadie. En el turno de preguntas, se dirige a cada militante por su nombre, que previamente ha apuntado en un papel. Y en esos momentos es dif¨ªcil no empatizar con un proceso que acerca la pol¨ªtica a las bases. Cuando termina, debe reservar 20 minutos para hacerse fotos. Como m¨ªnimo.
En el trayecto hasta Mollet del Vall¨¦s subimos a la furgoneta con ¨¦l. S¨¢nchez explica que es hijo de una familia trabajadora y nieto de un pareja de emigrantes a quienes acompa?aba a aprender a leer y escribir a cursos nocturnos cuando viv¨ªan en Aluche. No entiende eso de que le sit¨²en en el aparato, aunque siempre haya estado en la ¨®rbita de Pepe Blanco y ?scar L¨®pez. Rechaza que sea una marioneta de Susana D¨ªaz, como deslizan sus rivales en esta carrera para justificar el elevado n¨²mero de avales que obtuvo en Andaluc¨ªa. La decisi¨®n ha sido suya, asegura. ¡°Me han dicho de todo. Empezaron con que era el tapado de Alfredo para debilitar a Chac¨®n. Y al final esto. Soy una persona hecha a mi misma, me lo he trabajado. Yo estaba en cuarta fila¡±. Y, ?entonces por qu¨¦ no aclara de una vez si piensa presentarse a las primarias para ser candidato a presidente del Gobierno? ¡°Por respeto a a este proceso en el que estamos ahora. Pero yo no comparto la teor¨ªa de Tapias. Cuando digo que quiero cambiar el PSOE es para cambiar Espa?a. Blanco y en botella¡±, dice. Y eso mismo lo repetir¨¢ en un acto de la tarde. As¨ª que caso cerrado. Se presentar¨¢.
Entonces suena el m¨®vil. Llama Bego?a, su esposa. Est¨¢ en Lisboa trabajando. Sus dos hijas -Ainhoa y Carlota, insistir¨¢ en sus discursos, van al colegio p¨²blico- se han quedado con sus abuelos paternos. En casa todos le animaron a presentarse. Siempre han sido as¨ª, como cuando su hermano decidi¨® irse a estudiar composici¨®n y direcci¨®n a San Petersburgo y al principio se quedaron helados. Sus padres, socialistas de toda la vida, solo le pidieron que lo pensara bien. Lo mismo que le dijeron cuando se quiso afiliar al PSOE en 1993, con 21 a?os, cuando las cosas pintaban mal.
Tras el acto de Mollet, donde promete que su Ejecutiva rendir¨¢ cuentas anualmente, que rejuvenecer¨¢ el partido y repite el sonoro recurso de pedir un aplauso para los nuevos militantes, ponemos rumbo a Tarragona. 114 kil¨®metros. Ideal para dar una cabezada en el cham¨®vil. O para devorar un platazo de pasta en un ¨¢rea de servicio, en su caso, mientras contesta el g¨¦iser de mensajes que sale de su m¨®vil. Tanto ah¨ª, como en el acto de Tarragona, auspiciado por el alcalde de la localidad, Josep F¨¦lix Ballesteros, la ¨²nica concesi¨®n al paso del tiempo y el cansancio es un bot¨®n desabrochado de la camisa. A la carrera, vuelven a meterlo en el monovolumen para deshacer el camino que acabamos de andar.
Juanma, militante y empleado de la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios, es algo as¨ª como su jefe de campa?a. Sostiene que es un colaborador m¨¢s, pero es el ¨²nico que viaja con el candidato a todos lados. Uno de los primeros que all¨¢ en noviembre de 2012 supo de las intenciones de Pedro tomando un caf¨¦ en el C¨ªrculo de Bellas Artes y le anim¨® a ir hasta el final, cuenta ya en la furgoneta de regreso al acto final en la sede del PSC en la calle Nicaragua de Barcelona. Es r¨¢pido, silencioso y se ve que le gusta esto del ajedrez pol¨ªtico. Acaba de salir en Twitter que Madina ha dicho que aprueba la sentencia absolutoria a los acusados de sitiar el Parlament. Juanma, Ver¨®nica y S¨¢nchez ven el fil¨®n. El PSOE tiene m¨¢s de 20.000 concejales en toda Espa?a, 2.000 alcaldes, diputados¡ y no se pueden tolerar agresiones a pol¨ªticos, dicen. A los militantes no les va a gustar el patinazo de Madina. Ver¨®nica hace una llamada. Cuando bajamos del coche ¨Ccada vez a unos 100 metros de la puerta, para que los medios le vean llegar andando- ser¨¢ lo primero que le pregunten. Diez puntos.
El acto en la calle Nicaragua, organizado por la gestora que administra el descalabro del PSC, es todo un ba?o de masas. No cabe un alfiler. Como si ya fuera el Secretario General. Sube al escenario y levanta el pu?o, su emblema de campa?a. Suena la m¨²sica del PSOE en un obstinado bucle al empezar y Febrero, un tema del grupo indie La habitaci¨®n roja ¨Cuno de sus preferidos- al terminar. ?l empieza a dar muestras de cansancio. Son las 21.30 y llevamos 14 horas a la carrera. Pero todav¨ªa tiene una cena privada, a la que EL PA?S no estar¨¢ autorizado a acompa?arle ni conocer¨¢ el nombre del anfitri¨®n. ?Un empresario? ?Un dirigente pol¨ªtico? No suelta prenda, solo dice que es una mujer. Y, por supuesto, no debe interesarle demasiado el f¨²tbol, porque a esa hora se juega todo un Argentina-Holanda del Mundial.
Sobre las 00.30, aparece en el restaurante japon¨¦s donde sus colaboradores toman los postres. Est¨¢ muerto. A las ocho coge un tren a Madrid para votar en el Congreso. Y todav¨ªa tiene que llegar a Viladecans de nuevo, charlar un rato con Alicia ¨Cque espera la respuesta a una pregunta que le hizo por la ma?ana sobre la regeneraci¨®n pol¨ªtica- y dormir unas horas. Se mete en la furgoneta de nuevo. ¡°S¨¢came guapo¡±, se despide del fot¨®grafo. Como si eso, justamente, fuera lo dif¨ªcil.
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