Recapitalizar el PSOE

Los afiliados al PSOE han elegido a un dirigente que se ha ganado democr¨¢ticamente el cargo, y su elecci¨®n en unos comicios a los que ha tenido acceso el conjunto de la militancia constituye un hecho legitimador de primer orden. Los c¨¢lculos sobre los apoyos andaluces a Pedro S¨¢nchez o las intenciones futuras de Susana D¨ªaz son inherentes a toda lucha partidista, pero el l¨ªder ha sido elegido limpiamente y todo apunta a que podr¨¢ instalar su proyecto pol¨ªtico: afirmarse en el centroizquierda y formar en torno suyo un equipo que intente reunir mucho de lo que hoy aparece disperso.

Las violentas rectificaciones de las pol¨ªticas seguidas por Zapatero hasta 2010 tomaron por sorpresa a los simpatizantes del socialismo, les sumieron en la confusi¨®n y crearon una inseguridad hacia lo que el PSOE se propone, que la etapa de transici¨®n de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba no logr¨® corregir. Por esa brecha ha entrado Podemos. Esta opci¨®n juega a no posicionarse en el eje derecha/izquierda, sino a convertirse en la voz del pueblo contra la ¨¦lite; pero los electores son los que son, y es probable que Podemos vaya a por los abstencionistas que antes votaban al PSOE ¡ªy tambi¨¦n a por los de Izquierda Unida¡ª. Nadie puede esperar que el proyecto de Pedro S¨¢nchez se contagie de populismo, pero tampoco prosperar¨¢ sin dar una batalla clara por representar a la mayor¨ªa de la izquierda.

Es posible que el PP haya lanzado la estrategia de imponer el gobierno de ¡°la lista m¨¢s votada¡± (al menos en los Ayuntamientos) no solo por temor a perder poder propio, sino para forzar ¡°frentes de izquierda¡± que luego pueda agitar electoralmente como un peligro. El PSOE tampoco volver¨¢ a ganar si abandona el espacio de centro, que el PP tiene todo el inter¨¦s imaginable en controlar. Todo depender¨¢ de la habilidad con que la nueva direcci¨®n socialista sepa maniobrar entre la izquierda y el centro pol¨ªticos.

El l¨ªder del PSOE y su equipo se enfrentan a varios desaf¨ªos para recapitalizar al partido y resistir a las presiones. Uno de ellos est¨¢ en Europa: poco se puede hacer para bajar el paro y disponer de recursos para amplios programas sociales sin luchar por ellos, como hace Matteo Renzi desde Italia. Otro es de pol¨ªtica espa?ola: no es inevitable la lectura tan conservadora de la Constituci¨®n que se ha impuesto. Y el proyecto federal del PSOE representa una baza para intervenir en el intento de evitar la secesi¨®n de Catalu?a. El problema m¨¢s inmediato de los socialistas es que salgan divididos de la catarsis en curso.