Las complicaciones del final de ETA
El comunicado de ETA,?pese a su confusi¨®n, contiene una buena noticia el inicio del sellado y desmantelamiento de sus estructuras armadas, que la banda anunci¨® en febrero, lo que confirma la irreversibilidad del final de la violencia etarra.
Pero tambi¨¦n aporta una mala noticia: que ETA no tiene intenci¨®n de disolver su sigla ni de ceder el protagonismo pol¨ªtico exclusivo a la izquierda abertzale. En definitiva, quiere permanecer como agente pol¨ªtico.
La principal perjudicada de esta decisi¨®n de la banda es la izquierda abertzale que se resiente de una p¨¦rdida de autoridad sobre los restos de la banda terrorista.
Todo ello aparece recubierto de mucha confusi¨®n. ?C¨®mo va a proceder ETA a su desarme? Ni siquiera cita a la comisi¨®n internacional de verificaci¨®n de desarme, coordinada por Ram ManiKullingam, que muy recientemente que no hab¨ªa novedades en el proceso de desarme. Tampoco hace alusi¨®n al gobierno vasco que reiteradamente ha mostrado su disposici¨®n a contribuir a su desarme.
Hay otra ausencia clamorosa en el comunicado. No hay ninguna referencia al compromiso del colectivo de presos de ETA adquirido el 28 de diciembre pasado de asumir la legalidad penitenciaria y la reinserci¨®n individual de sus presos. Y no la hay porque un alto porcentaje de presos de ETA no quiere hacer autocr¨ªtica de su pasado.
Es la clave, junto con la persistencia de ETA de que sus siglas prosigan, de la confusi¨®n existente en el mundo de ETA y de la izquierda abertzale y de la complicaci¨®n del final de este ciclo que, afortunadamente, se est¨¢ realizando sin la espada de Damocles de la violencia terrorista.
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