Lo m¨¢s preocupante no est¨¢ en Catalu?a

Las balanzas fiscales pueden valer para arrojar algo de luz sobre dos cuestiones. Primero, para detectar y cuantificar discriminaciones a favor o en contra de los ciudadanos de un territorio. Entiendo que esto es lo que debe interesarle al Gobierno central y al conjunto de espa?oles que les preocupa la equidad en todas sus dimensiones. La herramienta y los n¨²meros presentados ayer (mi¨¦rcoles) son los m¨¢s apropiados para este fin.

Pero el c¨®mputo de las balanzas fiscales puede servir tambi¨¦n para el debate sobre la independencia de un territorio. En este caso el objetivo no es determinar tratos injustos sino beneficios o costes netos de una secesi¨®n. En este caso, la alternativa metodol¨®gica que defiende la Generalitat, parecida a la empleada en el caso escoc¨¦s, parece m¨¢s apropiada. Y en este sentido hay que tener presente que la aplicaci¨®n de esta metodolog¨ªa conduce a mayores saldos desfavorables a Catalu?a. Pero tambi¨¦n que se debe andar con tiento al interpretar la cifra como un ahorro fiscal para los ciudadanos catalanes; porque no se tiene en cuenta gastos que pasar¨ªa a tener que hacer la Generalitat y porque en un escenario de secesi¨®n las turbulencias podr¨ªan alterar radicalmente las magnitudes econ¨®micas de Catalu?a y, por tanto, sus flujos fiscales.

En definitiva, existe m¨¢s de una pregunta y m¨¢s de una opci¨®n metodol¨®gica. Es l¨®gico que el Ministerio de Hacienda se centre en la primera pregunta y una Generalitat a favor de la independencia en la segunda. Lo importante es que todos lo tengamos claro y que el Ministerio de Hacienda ofrezca toda la informaci¨®n que el Gobierno catal¨¢n necesite para hacer los c¨¢lculos que considere oportunos.

Aclarado lo anterior, en los documentos publicados ayer (mi¨¦rcoles) destacan, a mi juicio, tres resultados. El primero, es que lo que pasa con Catalu?a no es una anomal¨ªa. Su saldo es coherente con su nivel de renta per c¨¢pita: los ricos pagan m¨¢s impuestos. En segundo lugar, los saldos fiscales de la Comunidad Valenciana y, en menor medida, Murcia y Baleares son claramente peores que lo que cabr¨ªa esperar teniendo en cuenta su nivel de renta. Entre otras posibles explicaciones se encuentra el que el sistema de financiaci¨®n auton¨®mico les proporciona menos recursos que a las dem¨¢s. Y esto es algo que viene de muy atr¨¢s.

Finalmente, el r¨¦gimen especial canario y el sistema foral en la forma en que lo disfrutan el Pa¨ªs Vasco y Navarra, les permite a los contribuyentes residentes en estos territorios pagar menos impuestos y/o que sus gobiernos auton¨®micos y locales cuenten con m¨¢s recursos. Como se muestra en los datos distribuidos ayer, en estos tres territorios se concentra la parte potencialmente m¨¢s problem¨¢tica y discutible de los saldos fiscales regionales.

Santiago Lago Pe?as es catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Vigo