¡°Reformar la Constituci¨®n es deseable¡±
Presidenta del Constitucional (2004-2011) fall¨® sobre el Estatuto
?Nos merecemos el descr¨¦dito de la pol¨ªtica? Los ciudadanos, no. Hay cosas que no han funcionado bien. La gente a¨²na comportamientos condenables, como la corrupci¨®n, con la falta de renovaci¨®n y de entusiasmo en un proyecto democr¨¢tico.
?Qu¨¦ ha pasado? Un mill¨®n de hogares tiene a todos sus miembros desempleados. No se reforma la Ley Electoral. El castigo de la corrupci¨®n sigue unos procesos muy largos. Y la falta de confianza en la justicia es un mal mayor de un sistema democr¨¢tico.
?Eso pone en peligro el sistema? No, porque es el mejor para vivir en paz y libertad. Obliga a regenerarlo; frente al dominio de una pol¨ªtica econ¨®mica que se presenta como indiscutible: m¨¢s democracia. Y en democracia el Parlamento es b¨¢sico.
?Y cumple el Parlamento? Con esa insuficiencia de discusi¨®n y con esa presentaci¨®n de reformas como indiscutibles... Eso produce en el electorado la sensaci¨®n peligrosa de que todos son lo mismo.
Un d¨ªa dar¨¢ igual un sistema que otro. Por eso es nocivo decir que unos y otros son iguales. Es una antil¨®gica interesada que enerva la l¨®gica democr¨¢tica. No dan igual, en ning¨²n ¨¢mbito ideol¨®gico o econ¨®mico. Hay que recuperar la nobleza de la pol¨ªtica con opciones que se perciban con claridad, sin verdades reveladas que justifiquen medidas intocables.
La discusi¨®n en el Parlamento es insuficiente con esa presentaci¨®n de reformas como indiscutibles?
?Cu¨¢les ser¨ªan hoy sus preocupaciones? El desempleo. Tantos j¨®venes menores de 25 a?os sin trabajo. Y que los mayores de 40 ¨® 50 no tengan esperanza de volver a trabajar. El d¨¦ficit creciente de empleo en Europa debe ser abordado como el problema principal de su futuro.
?Y el porvenir del Estado? El desempleo afecta al porvenir del Estado. Pero desde luego tengo gran preocupaci¨®n ante el problema planteado por Catalu?a. Como tengo la convicci¨®n personal de que ese problema no resulta de la Sentencia del Tribunal Constitucional sobre la reforma de 2006 del Estatuto de Autonom¨ªa.
?Tiene esa convicci¨®n? El TC lo ha dicho: la Constituci¨®n normativa proclama nuestros derechos, contiene las reglas de juego y fija los l¨ªmites de los poderes. Esta sentencia se?al¨® los l¨ªmites a la reforma de un Estatuto que profundiz¨® en ¨¦sta. Indic¨® reformas leg¨ªtimas con cambios en las leyes, aspecto ¨¦ste que se suele olvidar. Y determin¨® l¨ªmites que la Constituci¨®n impon¨ªa a otras reformas que s¨®lo ser¨¢n leg¨ªtimas si se reforma la Constituci¨®n.
?Entender¨ªa que se reformara? Si existen las mayor¨ªas parlamentarias, por supuesto. Reformar la Constituci¨®n es aplicar la Constituci¨®n. No es un texto sagrado; su reforma est¨¢ regulada en el t¨ªtulo X y ¨²ltimo. Puede reformarse si hay voluntad pol¨ªtica reformadora.
?Ser¨ªa deseable que se reformara para que Catalu?a siga en Espa?a? Si el Parlamento de Catalu?a o el Gobierno de la Generalitat u otros sujetos con iniciativa de reforma estatutaria proponen una regulaci¨®n jur¨ªdica distinta que sobrepasa el trazado constitucional, esa propuesta tiene que tramitarse a trav¨¦s de la reforma. Y ¨¦sta es deseable, como otros puntos de la Constituci¨®n, para resolver problemas reales y graves de nuestra convivencia que as¨ª lo exijan.
Porque no es un texto sagrado... Es un texto vivo. Esa reforma es la renovaci¨®n del pacto de convivencia ante nuevos problemas de organizaci¨®n territorial del Estado y de otra naturaleza. Los a?os no transcurren en vano y los problemas que obtuvieron una determinada soluci¨®n en 1978 pueden requerir otra m¨¢s de 30 a?os despu¨¦s. De hecho, la requieren.
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