Forajidos en la Red
La llamada ciberdelincuencia se ha convertido en una estructura cada vez m¨¢s organizada
El crimen tambi¨¦n se actualiza. Sobre todo si es en Internet. La llamada ciberdelincuencia se ha convertido en una estructura cada vez m¨¢s organizada, donde cada eslab¨®n se especializa en una fase del delito: entra, hace su parte, y sale. En los entresijos de la web, la informaci¨®n sensible se convierte en oro. Credenciales, cuentas bancarias, datos personales, correos electr¨®nicos. Cuanto m¨¢s comprometida sea la informaci¨®n, mayor ser¨¢ el precio que se pague por ella.
4,93 millones de cuentas de correo de Gmail, Google Plus, Yandex y Mail.ru con sus respectivas contrase?as fueron filtradas en el foro ruso btcsec.com el pasado martes por la noche. Entre ellas las de internautas espa?oles. El archivo sigue nadando en la red oscura. Un administrador de la? p¨¢gina afirm¨® que m¨¢s del 60% de la combinaci¨®n de usuarios y contrase?as eran v¨¢lidos, aunque la delegaci¨®n de Google en Rusia explic¨® a los medios nacionales que la mayor¨ªa de la informaci¨®n era "vieja y potencialmente desactualizada" y que su seguridad no hab¨ªa sido comprometida.
Si el ataque fue a los servidores del buscador o de forma individual a cada usuario es algo que a¨²n se desconoce. Jos¨¦ Rodr¨ªguez, uno de los inspectores jefe de la Polic¨ªa Nacional destinado a la Unidad de Investigaci¨®n Tecnol¨®gica (UIT), explica que hay varias formas de conseguir esa cantidad de correos electr¨®nicos: ¡°Un hackeo a los servidores de Gmail, por ingenier¨ªa social, virus, phising¡ Pero no lo sabemos¡±. El polic¨ªa cree que asegurar que ha sido por una intrusi¨®n en el gigante estadounidense es muy precipitado. ¡°Si como asegura Google, esta recopilaci¨®n lleva haci¨¦ndose mucho tiempo, tambi¨¦n puede ser que haya sido a trav¨¦s de troyanos que se ha expandido a trav¨¦s de una cadena de ordenadores infectados¡±.
Primer informe de cibercriminalidad
El pasado mayo, el Ministerio del Interior public¨® por primera vez un informe con los datos sobre cibercriminalidad? recogidos desde 2010 hasta 2013. De ¨¦l se extra¨ªa que el 95% de los delitos relacionados con las nuevas tecnolog¨ªas ¡ªla llamada cibercriminalidad¡ª quedan impunes. Durante 2013, se recibieron 42.437 denuncias sobre delitos sexuales, estafas, fraudes, falsificaciones, amenazas, interceptaci¨®n il¨ªcita de sus comunicaciones y otras modalidades. S¨®lo han sido esclarecidos 2.167 de esos hechos (el 5,1% de los conocidos por las fuerzas de seguridad).
Si el virus que vive en el equipo inform¨¢tico es de los denominados secuestradores, bloquea el ordenador y el usuario se da cuenta inmediatamente; ¡°pero hay otros m¨¢s transparentes que pueden estar albergados en millones de equipos durante mucho tiempo sin que ninguno de los internautas lo perciba¡±, explica Rodr¨ªguez.
Una vez que los datos, en este caso las cuentas de correo electr¨®nico, pasan a manos de los delincuentes, las alternativas para explotarlos se multiplican. ¡°La m¨¢s com¨²n ¨²ltimamente es enviar un correo a todos tus contactos explic¨¢ndoles que est¨¢s en el extranjero, que has tenido un accidente o una emergencia, que est¨¢s sin m¨®vil y que necesitas dinero¡±, detalla el agente. Y algunos pican. El delito se ramifica. Las fuerzas de seguridad ya no s¨®lo se encuentran ante un delito de revelaci¨®n de secretos, sino tambi¨¦n de fraude.
Tanto para el grupo de la UIT como para el Grupo de Delitos Telem¨¢ticos de la Guardia Civil, el proceso a partir de ah¨ª es el mismo. Investigan en el plano econ¨®mico si ha existido estafa ¡ªd¨®nde va el dinero¡ª y en el t¨¦cnico?¡ªqui¨¦n hay detr¨¢s del delito¡ª. Aunque ambos equipos pueden iniciar investigaciones por informaciones dadas por particulares o empresas, es m¨¢s f¨¢cil si hay denuncia. "As¨ª se inicia un proceso judicial penal que facilita las cosas", afirma ?scar de la Cruz, comandante de la Guardia Civil y jefe del Grupo de Delitos Telem¨¢ticos.
Los delitos relacionados con Internet est¨¢n afectados en muchas ocasiones por el secreto de las comunicaciones o el derecho a la intimidad, "sin embargo, esto no cambia el proceso respecto a otros delitos", asegura el comandante, que centra el mayor problema en la poca conciencia que los usuarios tienen de este tipo de actividades delictivas: "Normalmente el afectado no se entera, y si lo hace, no denuncia. Se limita a contactar con el servidor para que le reseteen la contrase?a y poder recuperar el control de la cuenta".
De la Cruz aconseja a los usuarios que usen las medidas extras de seguridad que ofrecen los servidores de correo (autenticaci¨®n), aunque produzca cierta pereza: "Metes la contrase?a y luego, o bien te env¨ªan un c¨®digo o bien un mensaje. Obviamente es tedioso tener que hacerlo cada vez, pero funciona". La seguridad no es c¨®moda. Pero hay que elegir: invertir un minuto m¨¢s o arriesgarse a ser invadido.
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