Un hospital con el acceso controlado
Dos furgones policiales custodian la entrada del Carlos III. El centro vigila el paso de los profesionales a la planta quinta, la de los casos en observaci¨®n
Cada d¨ªa, al filo de las tres de la tarde, se produce el relevo de los furgones policiales. Salen dos y entran otros dos por la puerta principal del hospital p¨²blico Carlos III, donde est¨¢ ingresada desde el lunes la auxiliar de enfermer¨ªa Teresa Romero, primera contagiada por el virus del ¨¦bola en Europa. Las furgonetas pasan entre las c¨¢maras de televisi¨®n ¨Cm¨¢s de una docena- que aguardan al otro lado de la valla exterior novedades sobre el estado de la enferma.
Romero, de 44 a?os, est¨¢ estable y "hay ciertos indicios que pueden indicar cierta esperanza" en su evoluci¨®n, ha informado este domingo Fernando Sim¨®n, director del centro de alertas y emergencias del Ministerio de Sanidad y miembro del comit¨¦ especial para la gesti¨®n de la enfermedad en Espa?a.
La? actividad baj¨® durante el fin de semana en el centro hospitalario madrile?o, que en los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªa ido vaciando de pacientes de otras patolog¨ªas para dejar todas las plantas de hospitalizaci¨®n ¨C de la tercera a la sexta- para asuntos relacionados con el virus que ha convertido a Espa?a en un foco mundial informativo. La planta quinta est¨¢ reservada para los casos en observaci¨®n y el resto para el descanso del personal sanitario y por si se produjeran nuevos casos ¨Caunque fuentes hospitalarias han llamado estos d¨ªas a la calma y han indicado que eso no significa que deban producirse por fuerza-.
Los trabajadores acceden en coches privados o a pie, pero este domingo se controla la entrada. Desde el pasado viernes, cuando el presidente Mariano Rajoy visti¨® el hospital para reunirse con el equipo m¨¦dico del centro, y despu¨¦s de que este peri¨®dico comprobara el jueves que se pod¨ªa acceder a la planta de casos en observaci¨®n sin ning¨²n tipo de restricci¨®n, la situaci¨®n ha cambiado.
¡°Hay vigilantes de seguridad en la quinta¡±, aseguran dos auxiliares que acaban de terminar el turno de trabajo y piden anonimato. Las dos mujeres solicitan a la periodista que se transmita un mensaje de tranquilidad a la sociedad desde los medios. ¡°Ahora est¨¢ todo mucho mejor, hay una psic¨®loga y una psiquiatra que nos preguntan y est¨¢n preparando nuevos cursillos por si hace falta personal de relevo para la sexta¡±, a?aden. En la sexta planta est¨¢ Teresa Romero desde su ingreso el pasado lunes. En este piso el acceso siempre ha estado limitado al personal con tarjetas de acceso.
"Queremos cursillos con el Ej¨¦rcito"
Hasta el momento siete o ocho limpiadoras de Ferroser -todas ellas con contrato fijo, las mejor formadas en limpieza- se relevaban para entrar cubiertas con sus buzos en la sala sexta del Carlos III, pero la veintenta de empleadas est¨¢n formadas para entrar en las habitaciones. A m¨¢s sospechosos de ¨¦bola, m¨¢s se las requiere. Por eso UGT Madrid, que reuni¨® a sus afiliadas la semana pasada en asamblea, reclama que se repita el curso.
"Creemos que hay que empezar desde el principio haciendo m¨¢s simulacros. Y que no den el cursillo (de 40 minutos antes) personal de prevenci¨®n del hospital, sino el organismo que est¨¦ m¨¢s especializado en poner y, sobre todo, en quitarse el traje", explica Natividad Garc¨ªa, secretaria de Formaci¨®n y Salud Laboral del sindicato. Garc¨ªa piensa cuando habla en Protecci¨®n Civil, el Ej¨¦rcito o en la ong francesa M¨¦dicos sin Fronteras, pero se muestra abierta a otras posibilidades.
"Lo que me cuentan ellas es que se sienten suficientemente vigiladas con las c¨¢maras", prosigue aliviada la sindicalista. Las empleadas, con un sueldo de 900 euros si se trata de la jornada completa (muchas tienen contrato parcial), tienen que limpiar el dormitorio, el cuarto de ba?o y la antesala. Hasta la fecha ninguna trabajadora se ha negado y solo una no ha vuelto a entrar tras presentar s¨ªntomas de ansiedad. Seg¨²n UGT, la empresa estudia compensar econ¨®micamente a estas mujeres.
De todos modos, la formaci¨®n en Ferrovial es mucho m¨¢s exhaustiva que la de Samyl, cuyas trabajadoras se negaron a entrar en el box de urgencia del hospital de Alcorc¨®n tras el paso de la contagiada Teresa Romero. La Consejer¨ªa de Empleo, tras el requermiento de UGT, las dio la raz¨®n por tratarse de un protocolo "parcial e incompleto". Samyl, que tambi¨¦n se opon¨ªa a la petici¨®n de la gerencia del centro hospitalario, ha anunciado que formar¨¢ a su personal para tratar casos de ?bola, aunque previsiblemente ning¨²n caso m¨¢s llegar¨¢ a Alcorc¨®n tras las cr¨ªticas vertidas en los ¨²ltimos d¨ªas para falta de equipamiento.
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