?Maquiavelo o Rousseau?
Salvadas las distancias, la Asamblea de Podemos puede vivir una tirantez parecida a la del congreso del PSOE de 1979
Los partidos siempre tienen problemas con los hiperliderazgos, con los l¨ªderes que ensombrecen a la organizaci¨®n que los sustenta. Le ocurri¨® al PSOE con el Felipe Gonz¨¢lez de la Transici¨®n, su gran polo de atracci¨®n electoral. Este dimiti¨® en el XVIII Congreso del PSOE (1979) al propugnar sin ¨¦xito la renuncia del partido al marxismo. Un congreso extraordinario posterior acab¨® aceptando sus postulados y lo reintegr¨® en la Secretar¨ªa General. Fin de la tensi¨®n y comienzo de una historia de ¨¦xitos.
Podemos no es un partido al uso, su se?a de identidad es la organizaci¨®n de abajo-arriba, su asamblearismo
Salvadas todas las distancias, el pr¨®ximo fin de semana la Asamblea de Podemos probablemente vivir¨¢ una tirantez parecida si no son aceptadas las tesis que promueve el grupo que lidera Pablo Iglesias. Y su postura ante tal evento nos recuerda a la del juvenil Gonz¨¢lez al afirmar que abandonar¨¢ el liderazgo del partido si no consigue prosperar su idea del mismo: ¡°Aquel que pierde una propuesta no puede gestionar una idea que no comparte¡±. Puede sonar como una amenaza o como un ejercicio de coherencia, seg¨²n se vea. Lo interesante del caso no es si vaya o no hacerlo, sino el trasfondo de todo esto.
Podemos no es un partido al uso, su se?a de identidad es la organizaci¨®n de abajo-arriba, su asamblearismo. En sus C¨ªrculos se han preparado cerca de 200 borradores para ser discutidos este fin de semana. Despu¨¦s se dar¨¢ paso a un proceso de votaci¨®n por las redes desde el d¨ªa 20 al 26 de este mes, y los resultados se conocer¨¢n el d¨ªa 27. Entre las propuestas figuran algunas decisivas para su futuro, como la propia organizaci¨®n del partido y otras consideraciones electorales. Enseguida han surgido dos grupos, el ¡°presidencialista¡± y el ¡°democr¨¢tico¡±, por valernos de la denominaci¨®n sugerida por quienes dicen representar al segundo de ellos.
Lo curioso del caso es que el fulgurante ¨¦xito de Podemos se debe en gran medida al liderazgo de Iglesias y sus m¨¢s allegados
Lo curioso del caso es que el fulgurante ¨¦xito de Podemos se debe en gran medida al liderazgo de Iglesias y sus m¨¢s allegados, a su omnipresencia en los medios y a un discurso m¨¢s radical en sus cr¨ªticas que en sus propuestas espec¨ªficas. De hecho, todo parece dispuesto al detalle para alcanzar el fin. Como dec¨ªa el joven ??igo Errej¨®n en un tuit, ¡°Aclarando el reto: un Podemos para ganar¡±. Hasta aqu¨ª la estrategia maquiav¨¦lica. Lo malo es que deben ajustarla a sus presupuestos rousseanianos declarados, a su aceptaci¨®n por la Asamblea. Y eso suscita cuestiones que no dejan de ser interesantes: ?Cu¨¢nto asamblearismo aguanta un partido? ?C¨®mo influye el liderazgo sobre ¨¦l? ?Es bueno que el p¨²blico asista a una abierta escenificaci¨®n de sus diferencias?
Al final tendr¨¢n que aclarar por qu¨¦ se inclinan m¨¢s, si por el liderazgo y el discurso n¨ªtido y sin fisuras que han venido mostrando hasta ahora, o por la publicitaci¨®n de la algarab¨ªa de propuestas y votaciones sin fin, algo que les reconciliar¨¢ con su democratismo de base pero les alejar¨¢ del objetivo. De ah¨ª la amenaza de Iglesias. Si gana ser¨¢ un aldabonazo y habr¨¢n demostrado que a veces es necesario disfrazarse de Rousseau para aplicar mejor a Maquiavelo.
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