Enfrentados por las sobras
Extremadura paraliza el rebusco, del que viven cientos de jornaleros pobres Esta extendida pr¨¢ctica alegal consiste en recolectar los restos de la cosecha
El campo ha envejecido el rostro de Luis C¨¢rdenas a un ritmo mayor del que marcan los 51 a?os de su carn¨¦. Su piel aparece tostada tras largas peonadas bajo el sol. "He comido gracias a la tierra", sentencia este buscavidas de la rural Villafranca (Badajoz), que recurri¨® siempre a la naturaleza para subsistir: ya sea de cazador furtivo, de pescador de r¨ªo o de bracero. Este a?o planeaba volver a ejercer de rebusquero, como se llama en la comarca de Tierra de Barros a quienes recogen las uvas y aceitunas que se desechan en la cosecha, las que quedan en la planta y terminan pudri¨¦ndose; los restos que no quieren los due?os y que los rebusqueros venden por calderilla. Como ven¨ªa haciendo Luis C¨¢rdenas desde los ocho a?os. "Para seguir tirando".
Pero en esta regi¨®n, donde los sembrados se pierden en el horizonte, el rebusco se ha frenado. Bajo el aplauso de muchos propietarios, la Junta de Extremadura ha paralizado esta centenaria pr¨¢ctica reservada hist¨®ricamente, en la extensa Espa?a agr¨ªcola, a los m¨¢s desfavorecidos, a los que se quedaban sin labor entre campa?a y campa?a. Solo en el municipio de Almendralejo, cerca de 1.000 familias no pueden ya recurrir al rebusco, seg¨²n la Asociaci¨®n de Defensa de lo P¨²blico, colectivo que exige que se reactive.
Una pelea de rebusqueros y propietarios que se reproduce en otras regiones de tradici¨®n agr¨ªcola. En Andaluc¨ªa, por ejemplo, la Junta descarta regular esta pr¨¢ctica. Aunque all¨ª se adoptaron otras medidas. La subdelegaci¨®n del Gobierno de C¨®rdoba rechaz¨® este a?o autorizar de forma oficial la rebusca de la aceituna y la de Ja¨¦n retras¨® el comienzo de la misma hasta que acabara la recolecci¨®n en todas las fincas.
Estas iniciativas nacieron despu¨¦s de que el conflicto se recrudeciese en los ¨²ltimos a?os, a ra¨ªz de una especie de profesionalizaci¨®n de la pr¨¢ctica. Las asociaciones agr¨ªcolas denuncian la entrada de nuevas personas que buscan el mayor beneficio sin mirar si causan destrozos. Hay grupos que recorren cientos de kil¨®metros de pueblo en pueblo para recoger los frutos desechados. Ya no son solo los lugare?os los que rebuscan. "Quieren llevarse el mayor volumen de producto en el menor tiempo posible y algunos entran arrasando", relata David, vecino de Almendralejo y due?o de m¨¢s de 100 hect¨¢reas de vid y aceituna: "Yo me encontr¨¦ a uno vareando un olivo con una barra de hierro. No queremos que se proh¨ªba el rebusco, pero a eso tampoco hay derecho".
"Esto no es el rebusco de hace 20 a?os", a?ade Santiago Prieto, directivo de Asaja (Asociaci¨®n Agraria de J¨®venes Agricultores) en la comarca, que denuncia que el rebusco supone una competencia desleal. "Es una pr¨¢ctica ilegal paralela a la cosecha". En 2013 se recogieron as¨ª 11 millones de kilos de uva en la zona, seg¨²n las estimaciones del colectivo, que exige una regulaci¨®n.
Los rebusqueros de toda la vida se defienden. Pedro Naharro, alias El Rifa, tiene 63 a?os. Desde hace un mes echa en falta los entre 30 y 40 euros al d¨ªa que sol¨ªa ganar durante los cuatro meses que puede durar el rebusco de uva y aceituna. Ataviado con una gorra roja, chamarra oscura y vaqueros, se mueve a toda velocidad entre las cepas de la Carretera del Arroyo, en Almendralejo. En apenas unos segundos recoge un montoncito de uva para ense?ar la "escoria" de la vid: peque?os racimos con apenas una decena de frutos que desechan los propietarios.
Habla deprisa este hombre, el mayor de seis hermanos, que aprendi¨® de su padre lo que sabe del campo. Empez¨® en el rebusco con 12 a?os. "Es dinero que viene bien para lo b¨¢sico, como pagar la luz", dice el jornalero, con seis hijos, 14 nietos y un biznieto.
La pelea por el rebusco se reproduce en toda la extensa Espa?a agr¨ªcola
"Nosotros cogemos solo lo que los due?os no quieren y ese dinero es un alivio cuando no cobras nada¡±, argumenta ante El Ribere?o, de los hermanos Merino Aguilar, uno de los casi 15 puestos de la comarca que hasta hace casi dos meses adquir¨ªan esta mercanc¨ªa y la revend¨ªan despu¨¦s a productores de vino, vinagre o alcohol.
Juan Antonio, propietario de este dep¨®sito en cuya fachada se lee "compra de chatarra, metales, uva y aceituna", cuenta que el 6 de octubre se hicieron con los primeros sacos de uva de rebusco. Pag¨® siete c¨¦ntimos por kilo. Pero al d¨ªa siguiente, dej¨® de comprar. Supo que agentes de la Guardia Civil e inspectores de Sanidad se hab¨ªan plantado en instalaciones similares, les hab¨ªan amenazado con sanciones por no llevar un control sanitario y hab¨ªan requisado la mercanc¨ªa. M¨¢s de 10.000 kilos le quitaron a Juan Luis D¨ªaz, otro comprador de rebusco, para "tirarlos a los cochinos", resalta.
La crisis ha creado otro tipo de rebusquero: parados que se lanzan al campo. La peque?a empresa de limpieza y productos qu¨ªmicos de Pilar Rodr¨ªguez y su exmarido quebr¨® en 2008. Encontraron entonces, en las sobras de la cosecha, un alivio para afrontar las dificultades. "Hemos vivido cinco a?os del rebusco", relata Pilar, de 45 a?os, en el sal¨®n de su casa.
Separada desde hace poco m¨¢s de 12 meses, con el agua y la luz enganchada, y una orden de desahucio pendiente, esta madre tira a "duras penas" con los trabajillos de costura que le salen y la ayuda de los amigos. El a?o pasado ya no recurri¨® al rebusco: "Es una esclavitud y los compradores pagan cada vez menos. Antes daban 20 c¨¦ntimos por kilo. Ahora siete". Este a?o, ni siquiera ha tenido la oportunidad de barajarlo.
Un intermediario relata que la Guardia Civil le requis¨® 10.000 kilos de uva "para tirar a los cochinos"
La Junta, en manos del PP desde 2011, intent¨® regular esta pr¨¢ctica alegal en 2013 con un borrador de decreto que qued¨® en nada al carecer de competencias. Ahora ha optado por elaborar un protocolo que "contemple toda actividad ilegal que existe en torno a este". Seg¨²n los perjudicados, la decisi¨®n responde a presiones de las asociaciones que aglutinan a los propietarios agr¨ªcolas.
"Nadie se opone al rebusco, pero los intermediarios [los compradores de la mercanc¨ªa] deben cumplir exigencias sanitarias y de facturaci¨®n", recalca Jes¨²s Barrios, director general de Agricultura de Extremadura. La Junta ha paralizado el mercado al acabar con la actividad de los intermediarios. A una bodega que compraba rebusco para hacer vino le inmovilizaron 90.000 litros.
Aurelio y Floril, dos rebusqueros rumanos, conducen despacio por las calles de Almendralejo. Dejan atr¨¢s las ¨²ltimas viviendas y aparcan junto a la parcela donde tiraron los 1.000 kilos de uva que no pudieron vender al cerrar las autoridades los puestos. "Gran parte se lo ha llevado la gente a casa para hacer mosto". En ese lugar, a¨²n quedan unos racimos de escoria en el suelo, unos 40 kilos, seg¨²n dicen al llegar. Y ah¨ª contin¨²an. Pudri¨¦ndose.
La Espa?a agr¨ªcola
- Aunque se rebusca muchos tipos de cosecha ¡ªpatata, ajo o esp¨¢rrago, por ejemplo¡ª, los de la uva y la aceituna son d0s de los m¨¢s extendidos.
- En los vi?edos esta pr¨¢ctica se desarrolla en octubre y dura unas cuatro semanas.
- En los olivares suele empezar en marzo y se prolonga hasta tres meses.
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