Repsol trabaja a toda m¨¢quina
La nave que realiza los sondeos para Repsol trabaja a todo trapo vigilada por la Armada mientras en las Canarias arrecian las condenas
A las 10 en punto de la ma?ana del pasado lunes, 18 minutos despu¨¦s de haber despegado del aeropuerto de Lanzarote, el helic¨®ptero fletado por Repsol con cuatro periodistas se posa sobre la plataforma del barco Rowan Renaissance, contratado por la petrolera para perforar en aguas territoriales espa?olas entre las Islas Canarias y Marruecos al precio de un mill¨®n de euros diarios. Un buque de la Armada vigila la operaci¨®n desde una distancia prudente, en el l¨ªmite de la zona exclusiva concedida por la Administraci¨®n que est¨¢ prohibido atravesar y donde cort¨® las protestas de los activistas de Greenpeace que acudieron la madrugada del 15 de noviembre a recibir el paquebote al campo marino bautizado Sand¨ªa a bordo del Arctic Sunrise.
M¨¢s que un barco, el Rowan Renaissance?parece una planta fabril surgida del fondo del oc¨¦ano, con la altura de un edificio de ocho pisos y lleno de herrajes, cuatro enormes gr¨²as y dos torres de perforaci¨®n. De 229 metros de eslora y 36 de manga, est¨¢ varado v¨ªa sat¨¦lite (con el dispositivo de posicionamiento din¨¢mico DP3) y apenas se nota un lev¨ªsimo movimiento, como si estuviera fijado con mil anclas sobre un fondo que est¨¢ nada menos que a 906 metros. A su lado, se mantiene el Trons Artemis, un buque de suministro que, de cuando en cuando, se traslada a la costa lanzarote?a, distante unos 61 kil¨®metros. Un poco m¨¢s alejado traquetea una nave cuya funci¨®n, seg¨²n Repsol, es cuidar y garantizar el paso de cet¨¢ceos.
El ingl¨¦s es el idioma oficial de la nave, donde trabajan 194 personas de 18 nacionalidades en turnos de 12 horas diarias durante 28 d¨ªas, ajenos la mayor¨ªa a las protestas que hay en las cercanas islas Canarias. Al finalizar ese periodo, son sustituidos por otro grupo igual de numeroso y por el mismo tiempo. Es decir, la plantilla es de 388 empleados, desde ingenieros hasta marineros. Son gente curtida en tareas de alta mar, la mayor¨ªa estadounidenses y angole?os y, entre ellos, unos 30 espa?oles, la mayor¨ªa canarios. De la actual tanda, solo hay cuatro mujeres (la m¨¦dica, una operaria del puente de mando y dos ayudantes de cocina).
La seguridad es una obsesi¨®n. John McGovern, supervisor de seguridad del Rowan Renaissance, explica a los invitados por Repsol la conducta que deben tener durante las cuatro horas de estancia a bordo y las reglas de la tripulaci¨®n, poco habituada a estas visitas. Tras las palabras de McGovern, ferviente hincha del Liverpool que tiene casa en D¨¦nia (Alicante), son Johnny P¨¦rez, venezolano encargado de la supervisi¨®n por parte de Repsol, y Jos¨¦ Pinto, ingeniero de explotaci¨®n portugu¨¦s con residencia en Madrid (cuando no est¨¢ en alguna plataforma), quienes se encargan de guiar a los periodistas, ya debidamente dotados con el equipo reglamentario (un mono de trabajo, botas especiales, guantes, casco y gafas) para moverse por la cubierta e instalaciones de la nave, a cuyo mando est¨¢ el capit¨¢n Mark Gardner.
Repsol paga un mill¨®n de euros diario por el alquiler de la nave
Gardner, un espigado anglosaj¨®n, asegura, mientras explica los aparatos con los adelantos tecnol¨®gicos m¨¢s sofisticados del puente de mando, no haberse encontrado nunca con una protesta como la que les recibi¨® ni que se intentara abordar este castillo marino, algo que, por otra parte, se antoja imposible. ¡°A los trabajadores que les ha llegado no se lo explican, han perforado por much¨ªsimos lugares y nunca les ha sucedido algo as¨ª¡±, sostiene P¨¦rez, que a?ade: ¡°Respetamos la opini¨®n de todo el mundo; pero queremos ense?ar que hacemos las cosas con m¨¢xima seguridad¡±. ¡°Es normal que se proteste, porque la gente no est¨¢ acostumbrada y donde solemos perforar se ve como algo normal¡±, completa Pinto. ¡°Si la gente supiera c¨®mo se trabaja aqu¨ª estar¨ªa mucho m¨¢s tranquila¡±, destaca. Tambi¨¦n se refieren a las perforaciones que unas cuantas millas m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea imaginaria que separa las aguas territoriales espa?olas y marroqu¨ªes ha realizado otra empresa para el pa¨ªs vecino.
El ¡®Rowan¡¯ tiene previsto trabajar en el campo ¡®Sand¨ªa¡¯ durante 45 d¨ªas
No piensan lo mismo los cerca de 200 ciudadanos de Arrecife, la capital de Lanzarote, que se manifestaron el domingo por la tarde junto a la c¨¦ntrica Charco de San Gin¨¦s contra los sondeos. Ni los miles de canarios que se han mostrado contrarios a las perforaciones porque, a su juicio, va a arruinar la riqueza medioambiental del archipi¨¦lago y, como consecuencia, la atracci¨®n del turismo, principal dinamizador de la econom¨ªa regional.
Seg¨²n informaciones locales, el 75% de los canarios est¨¢ en contra de las prospecciones, con el Gobierno, formado por Coalici¨®n Canaria (CC) y PSOE, a la cabeza. Una buena parte de los canarios, no obstante, opina que el asunto de las prospecciones deriva de una guerra pol¨ªtica entre esos dos partidos y el PP y, m¨¢s en particular, entre el presidente, Paulino Rivero, y el ministro de Industria, el canario Jos¨¦ Manuel Soria. Alguno de ellos recuerda, adem¨¢s, que tanto CC como PSOE recog¨ªan en su programa electoral la posibilidad de hacer prospecciones.
Mientras tanto, el Rowan Renaissance?trabaja a todo trapo. Tard¨® 14 d¨ªas en llegar desde Angola y clavarse en el campo Sand¨ªa, donde se estima que permanezca al menos 45. Un periodo que puede alargarse dependiendo de la evoluci¨®n de los trabajos. Las posibilidades de que haya ¨¦xito son del 18%, un porcentaje que en el sector se considera de alta probabilidad. Y si se cierra con ¨¦xito, Repsol pasar¨ªa a la fase de an¨¢lisis, para despu¨¦s, en caso de que salga positivo, encargar pinchar en el cercano campo bautizado Chirimoya (Repsol denomin¨® con nombres de frutas y hortalizas los campos de posibles sondeos), para el que tambi¨¦n cuenta con los permisos oficiales. Paralelamente, tendr¨ªa que proceder a la solicitud de autorizaciones para extraer los hidrocarburos de Sand¨ªa, para lo que tendr¨ªa que contratar otro barco y para lo que puede demorar otros cuatro a?os, seg¨²n fuentes del grupo.
La prospecci¨®n ha alcanzado ya una profundidad de 1.475 metros y tiene previsto llegar a los 3.900, aunque el mastodonte acu¨¢tico puede alcanzar los 12.000 metros. El Rowan Renaissance, de una potencia de 65.000 caballos de vapor, tiene capacidad para cargar 20.000 toneladas y 7.500 metros c¨²bicos de fuel (algo as¨ª como tres piscinas ol¨ªmpicas), lo que le da una autonom¨ªa de 75 d¨ªas en alta mar. Adem¨¢s del sofisticado puente, el barco cuenta con otros dos centros neur¨¢lgicos: uno es el ROB, un habit¨¢culo donde dos operarios controlan con un mando y una pantalla que recuerda a un juego de v¨ªdeo el robot submarino que se encarga de gobernar las cuatro balizas que permiten al barco estar anclado sin apenas movimiento. El robot, que tiene el tama?o de una furgoneta, cuenta con dos brazos mec¨¢nicos con los que operan si es necesario remotamente.
El capit¨¢n asegura no haberse encontrado un intento de asalto
El otro puesto clave es la cabina de perforaci¨®n, donde otros dos profesionales supervisan los progresos y reciben impert¨¦rritos a los visitantes. La perforadora act¨²a como una especie de catalejo, de manera que va de mayor a menor. Comienza con un ancho de 95 cent¨ªmetros y termina con uno de 18. A medida que cambia de ancho, la propia perforadora va encofrando el agujero para consolidar las obras realizadas.
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