Los pol¨ªticos vuelven a la escuela
Los partidos impulsan cursos de formaci¨®n para sus candidatos El contexto exige estrategias nuevas y mensajes directos
Podr¨ªa parecer ciencia ficci¨®n, pero no lo es: el candidato maneja en su tableta una aplicaci¨®n que le permite saber con un geolocalizador d¨®nde est¨¢n sus votantes fieles o, mucho mejor, donde est¨¢ domiciliado el voto disputable e indeciso, aquel al que le interesa dirigirse con alg¨²n mensaje. Esa aplicaci¨®n existe, tiene por nombre, Quilt, ha sido desarrollado por la empresa Mosaiq, y entrar¨¢ en acci¨®n en las elecciones municipales. Muchas cosas van a cambiar en la campa?a de mayo.
Los grandes m¨ªtines, la tradicional pegada de carteles y los pol¨ªticos que eluden el cuerpo a cuerpo tienen fecha de caducidad, seg¨²n las empresas de consultor¨ªa pol¨ªtica. Los escenarios dejar¨¢n de ser anal¨®gicos para ser digitales: cambia el mensaje, la estrategia, el discurso del candidato y su puesta en escena.
Consecuencia de ello, los pol¨ªticos han de formarse y las empresas especializadas comienzan a ofertar cursos y seminarios para ense?ar a militantes y futuros candidatos las nuevas herramientas. "Se pone en valor una formaci¨®n que los pol¨ªticos antes despreciaban porque ganaban haciendo las mismas cosas de siempre", apunta Juan Quesada, de Mosaiq, empresa dedicada a la reputaci¨®n tanto institucional como empresarial y que ha fundado el Centro de Alto Rendimiento del ?xito Pol¨ªtico (CAREP), donde se imparten m¨®dulos de 10 horas en hasta cinco disciplinas que afectan a los pol¨ªticos. "Aparecen nuevas plataformas, el espectro es m¨¢s amplio. Hay que profesionalizarse".
Gobernatia es una nueva empresa radicada en Valencia para formar a militantes y gestores p¨²blicos. Tiene su sede en el centro de la ciudad, con aulas amplias y mucho material audiovisual. Sus tres socios, Ofelia Santiago, H¨¦ctor Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Luis Sahuquillo hacen valer unos principios ¨¦ticos. "No aceptamos subvenciones y ninguno de nuestros 50 profesores es pol¨ªtico en activo". Dicen que hay partidos que est¨¢n obligando a sus candidatos locales a formarse durante seis meses. Al mismo tiempo, "hay pol¨ªticos del PP que quieren ser elegidos en primarias aunque lo proh¨ªba el partido y organizan una especie de subterfugios o sondeos".
Los tres ponen el ¨¦nfasis en conceptos que se van a manifestar en esta campa?a por primera vez. Uno, la rendici¨®n de cuentas: "Un l¨ªder debe ser evaluado, porque el contrato social est¨¢ roto en Espa?a y algunos siguen en su burbuja", se?alan. "Debe tener en cuenta la proximidad, la cercan¨ªa, debe prepararse para moverse en un ambiente hostil y saber pedir perd¨®n. Debe rendir cuentas incluso en su ¨¢mbito privado y debe ser austero, incluso en su campa?a, de la que tendr¨¢ tambi¨¦n que dar cuentas: se pondr¨¢ de moda el microacto, el microescenario. Hemos pasado de la pol¨ªtica macro a la micro. Debe escuchar antes de hablar. Debe estudiar la arquitectura emocional de sus votantes".
La marca aparece como un lastre y las agrupaciones locales huyen de la propaganda del partido. Ese es otro s¨ªntoma que aprecian las empresas que tratan con futuros candidatos (entre los que hay quienes quieren imponer su propio logo) o con militantes con aspiraciones. "El valor de la marca [las siglas] es m¨ªnimo o contraproducente", sostiene Fran Carrillo, de La F¨¢brica de Discursos.
De pol¨ªticos locales sabe mucho Jos¨¦ Ram¨®n Lorente, director de Celeste-tel, empresa de encuestas que trabaja a nivel local. Lorente prev¨¦ trabajar para unos 40 candidatos para las municipales. "En 2010 se sab¨ªa que llegar¨ªa un tsunami azul en 2011, pero en las europeas vino Podemos y las previsiones se han ido al traste". Seg¨²n Lorente, el electorado de Podemos es socialdem¨®crata. "Es otro PSOE", afirma. "Hay un deseo de cambio muy parecido al del 82", concluye Juan Quesada.
"Las europeas han sido una bomba desde el punto de vista sociol¨®gico", opina Daniel Ure?a, director de MAS Consulting, una de las grandes consultoras, que ofertar¨¢ en febrero un posgrado sobre Direcci¨®n de Campa?as Electorales y un seminario el 12 de diciembre: Comunicaci¨®n Pol¨ªtica: Objetivo 2015. "La incertidumbre es alta", advierte. "Hay una exigencia de transparencia y, como consecuencia, el lenguaje t¨¦cnico o abstracto no vale. El buen pol¨ªtico tiene que ser buen comunicador. Hay un cambio de ciclo con la entrada de j¨®venes pol¨ªticos y los valores digitales. Va a ser m¨¢s importante que nunca hacer una buena campa?a".
Vamos de una pol¨ªtica de partidos a una pol¨ªtica de candidatos, y ya vimos un ejemplo de ello con la de ZP en su tiempo", sostiene Ismael Crespo, director de Comunicaci¨®n Pol¨ªtica e Institucional del Instituto Ortega y Gasset, donde se imparte un m¨¢ster de un a?o que est¨¢ entre los m¨¢s reputados del sector. "Pero tambi¨¦n ha cambiado el mensaje: el lenguaje argumentativo est¨¢ moribundo y ha cambiado por el sentimental. Los partidos tienen que afrontar nuevos tipos de electores. Es un eje muy emocional y partidos como el PP se adaptan mal a ese medio. Digamos que estamos en un momento de formatos posmodernos con discursos antiguos. Ha cambiado el formato televisivo. Se impone el espect¨¢culo; el pol¨ªtico que da la cara, la batalla en corto, sin argumentos. ?Alguien se imagina a Rajoy en la Sexta? Es el formato programa del coraz¨®n".
Se impone el candidato frente al partido. "La gente quiere nuevos mecanismos y caras", se?ala Carrillo. "No quiere pol¨ªticos del siglo XX, quiere caras del XXI. Nuevas caras, nuevos mensajes, nuevas v¨ªas. Rosa D¨ªaz es del XX, Albert Rivera es del XXI. Quiere pol¨ªticos sin hipotecas, sin hemeroteca. Quiere volver a confiar".
?Y el mensaje? El joven polit¨®logo Miguel Candelas utiliza un proverbio mesopot¨¢mico: "Quien pone nombre a las cosas se adue?a de ellas". "Es lo que ha pasado con Podemos, que se ha adue?ado del lenguaje". Candelas colabor¨® unos meses con Podemos y hace unas semanas present¨® un libro sugerente: C¨®mo gritar Viva Espa?a desde la izquierda. Durante la presentaci¨®n, un asistente de unos 70 a?os increp¨® a la socialista Beatriz Taleg¨®n y esta le pregunt¨®: "?Es usted de derechas o de izquierdas?". El hombre respondi¨®: "Soy del partido de los honrados y los justos. Eso de derecha e izquierda es muy antiguo". "Pues bien", recuerda Crespo, "se gan¨® el aplauso de los asistentes. Los clich¨¦s se han roto".
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