¡°Un mando militar me dijo: ¡®La que debe cuidar a los ni?os es tu mujer¡±

La conciliaci¨®n familiar est¨¢ reconocida y regulada en el Ej¨¦rcito, como en las dem¨¢s adminitsraciones p¨²blicas. ¡°Pero est¨¢ mal vista, sobre todo si es el hombre quien la reclama¡±, sostiene el cabo J. (prefiere que no se revele su nombre), que acaba de ganar un pleito en los tribunales. En 2008, cuando nacieron sus dos hijos, el cabo pidi¨® una reducci¨®n de jornada, de 8 a 9 de la ma?ana, para llevarlos a la guarder¨ªa, primero, y a la escuela, despu¨¦s. ¡°Tuve una discusi¨®n con un mando, que me dijo: quien tiene cuidar a los ni?os es tu mujer, no t¨². Pero mi mujer, que tambi¨¦n trabaja, gana m¨¢s que yo, por lo que decidimos que fuese yo quien pidiera reducci¨®n de jornada¡±, explica.

Reducci¨®n de jornada y de sueldo, que se recorta en el 13,33%, hasta quedar reducido a la condici¨®n de mileurista. Eso sin contar con los pluses, incentivos y recompensas que nunca recaen, seg¨²n el cabo, entre los conciliadores, a quienes muchos mandos siguen mirando como si buscaran escaquearse.

Las condiciones de la reducci¨®n de jornada concedida al cabo (como a todos los militares) exoneraban tambi¨¦n de guardias, maniobras y servicios, pero con una salvedad; pod¨ªan ¡°ser revocadas por la Autoridad cuando var¨ªen las necesidades del servicio o cualquier otro condicionante¡±. A mediados de 2012, la Autoridad deternin¨® que el cabo (como todos los militares en su situaci¨®n) deb¨ªa cumplir un 50% de las guardias que le correspondieran por su empleo y destino y al menos 10 d¨ªas de ejercicios fuera de la unidad.

El problema es que para hacer las guardias, que se prolongan desde las tres de la tarde hasta 8.30 o 9 de la ma?ana, y los ejercicios, que duran dos o tres d¨ªas cada uno, el cabo debe contratar a una persona que se ocupe de los ni?os y eso sin que se aumente su recortada soldada.

El juzgado contencioso administrativo, ante el que el que interpuso recurso el Gabinete Su¨¢rez-Vald¨¦s, ha revocado la resoluci¨®n que privaba al cabo de la exoneraci¨®n de guardias y ejercicios, no porque el mando no tuviera potestad para hacerlo, sino porque limit¨® los derechos reconocidos al militar ¡°sin motivaci¨®n ni fundamento alguno¡±, sin que conste que se produjera ninguna ¡°variaci¨®n en las necesidades del servicio¡±. Se trata, sin embargo, de una victoria p¨ªrrica pues, aunque la reducci¨®n de jornada puede prorrogarse hasta que los menores cumplen 12 a?os, se concede anualmente y la sentencia solo afecta al 2012. Para mantener su derecho, el cabo deber¨ªa pleiterar cada a?o y la sentencia, dado el ritmo de la Justicia, siempre llegar¨ªa tarde.