Probar la homosexualidad
Los demandantes de asilo no pueden ser sometidos a interrogatorios sobre sus pr¨¢cticas En Espa?a, 15 personas recibieron protecci¨®n por este motivo en 2012 y otras 14 en 2013
En Nigeria guardaba con celo su orientaci¨®n sexual y en Espa?a se implica de lleno en las marchas del orgullo gay. Osmond Ayo ha saltado de la sombra a la luz.?De la hiel a la miel. "He salido de la boca del lobo", masculla en un parque de Madrid mientras rememora su vida en Zamfara. All¨ª, en el primer estado nigeriano que introdujo la shar¨ªa, la ley isl¨¢mica que castiga las relaciones homosexuales, ¨¦l se negaba a dejar a su novio. Lo ve¨ªa a escondidas, siempre puertas adentro, hasta que un d¨ªa los "pillaron" y casi los matan. "Nos golpearon, nos lanzaron piedras. Tuvimos que huir". Hoy, siete a?os despu¨¦s, espera que Espa?a le d¨¦ asilo por su orientaci¨®n sexual. Es su segunda petici¨®n ¡ªla primera, presentada en 2008, fue denegada en 2013¡ª y, aunque no sabe qu¨¦ tipo de preguntas le har¨¢n en la nueva evaluaci¨®n, s¨ª que conoce lo que no le podr¨¢n pedir.?
Ni v¨ªdeos o interrogatorios detallados sobre sus pr¨¢cticas sexuales, ni ex¨¢menes que busquen "probar" su homosexualidad. El Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea, en una sentencia del 2 de diciembre, ha trazado los l¨ªmites en este tipo de evaluaciones. Quienes pidan protecci¨®n por temor a ser perseguidos en sus pa¨ªses no deben ser sometidos a cuestionarios basados en estereotipos o que vulneren sus derechos ¡ªcomo el respeto a la vida privada¡ª ni entregar "pruebas" documentales sobre actos sexuales o ¨ªntimos. Los Estados tampoco pueden concluir que el testimonio de un solicitante "carece de verosimilitud" si no declar¨® su orientaci¨®n desde el inicio del tr¨¢mite.
Cuatro puntos del fallo del Tribunal de la UE
- No se puede preguntar a los solicitantes de asilo detalles de las pr¨¢cticas sexuales por respeto a su vida privada.
- No cabe aceptar como prueba la pr¨¢ctica de actos homosexuales (como v¨ªdeos de actos ¨ªntimos), ni la sumisi¨®n a eventuales "ex¨¢menes" que intenten probar la orientaci¨®n.
- No puede considerarse motivo para rechazar una solicitud el hecho de que el solicitante no pueda responder a preguntas basadas ¨²nicamente en conceptos estereotipados.
- No se puede concluir que el solicitante carece de credibilidad por el mero hecho de que, debido a su reticencia a revelar aspectos ¨ªntimos de su vida, no haya declarado su homosexualidad desde el primer momento.
La Ley de Asilo y Protecci¨®n Subsidiaria de Espa?a recoge, desde 2009, el temor a ser perseguido por motivos de identidad y orientaci¨®n sexual, aunque eso no significa que antes no se hayan planteado este tipo de peticiones. El propio Ayo, por ejemplo, pidi¨® asilo porque, al ser homosexual, era parte de un grupo social excluido en Nigeria. Sin embargo, cinco a?os despu¨¦s de las reformas en el Congreso, todav¨ªa no existen datos ¡ªo al menos no se han difundido¡ª sobre cu¨¢ntas peticiones se han planteado por orientaci¨®n sexual y, de estas, cu¨¢ntas han sido concedidas y denegadas.
El Ministerio del Interior aporta solo dos cifras: en 2012 se concedieron 15 y en 2013, 14. Las organizaciones que trabajan en el tema ¡ªcomo la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Felgtb) y la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR)¡ª consideran que los n¨²meros son bajos. Una de las razones: es dif¨ªcil "probar" lo que se cuenta.
?C¨®mo se demuestra? ?D¨®nde se traza la frontera de lo que se puede preguntar? La m¨¢xima instancia judicial de la UE ha admitido en su sentencia que s¨ª se puede evaluar la "credibilidad" de la orientaci¨®n homosexual ¡ªcastigada en m¨¢s de 75 pa¨ªses¡ª si se respetan los l¨ªmites. El tribunal ha ahondado en los m¨¦todos que no se deben emplear despu¨¦s de haber recibido una consulta de Holanda. Tres ciudadanos de pa¨ªses no comunitarios hab¨ªan pedido asilo por temor a ser perseguidos por su homosexualidad. En los tres casos, las autoridades holandesas denegaron las peticiones porque consideraron que la orientaci¨®n no hab¨ªa quedado "demostrada".
Uno de ellos ¡ªen una segunda petici¨®n¡ª asegur¨® estar "dispuesto a practicar un acto homosexual" o a someterse a "ex¨¢menes". En Rep¨²blica Checa, por ejemplo, se usaba el llamado "test falom¨¦trico" hasta hace apenas cuatro a?os. Quien ped¨ªa asilo en ese pa¨ªs pod¨ªa someterse a un examen que consist¨ªa en medir su respuesta f¨ªsica ante ciertos est¨ªmulos, como v¨ªdeos pornogr¨¢ficos. Si no se excitaba frente a escenas heterosexuales, "pasaba" la prueba. El segundo ciudadano lleg¨® a presentar una grabaci¨®n en v¨ªdeo de actos ¨ªntimos con otra persona de su mismo sexo. El tercero no aport¨® "m¨¢s detalles sobre sus sentimientos y el proceso interior relativo a su orientaci¨®n", seg¨²n el criterio de las autoridades holandesas.
La Felgtb destaca la importancia de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo, pero la matiza. "Nos alegra much¨ªsimo que se haya puesto en lista negra lo que no se puede hacer, pero lamentamos que no se haya puesto una gu¨ªa, una pauta de lo que se debe hacer porque nuestra experiencia es que es un proceso muy complicado y subjetivo", afirma Rub¨¦n L¨®pez, portavoz de la organizaci¨®n.
Espa?a no pide grabaciones ni practica ex¨¢menes, pero las organizaciones que trabajan con refugiados ven otros problemas. Rub¨¦n Garc¨ªa Cores, abogado de CEAR, menciona el principal: "No solo es importante que te crean lo que dices sobre tu orientaci¨®n sexual, algo dif¨ªcil de probar. Las dificultades vienen por otro lado: por el lado de cuestionar tu situaci¨®n de riesgo. Creo que tienden a minimizar los riesgos y a dudar de que corras un verdadero peligro".
En Nigeria, el pa¨ªs al que Ayo teme regresar, se castiga con 14 a?os de prisi¨®n a aquellos que, siendo del mismo sexo, se atrevan a celebrar su uni¨®n, y con 10 a?os a quienes alienten la homosexualidad o participen en asociaciones y actos homosexuales. La ley, aprobada por el Senado en 2011, fue ratificada por el presidente en enero, pero los homosexuales ya eran perseguidos. En 2007, Ayo estuvo siete meses en prisi¨®n por "ofensas". Por ello, cuando qued¨® en libertad, le pag¨® a una mafia que le ofrec¨ªa llevarlo en barco a Canad¨¢. "Pero me enga?aron y me dejaron en Barcelona. Supe que estaba en Spain dos d¨ªas despu¨¦s de haber llegado". Fue en febrero de 2008.
Espa?a recibi¨® 4.513 peticiones de protecci¨®n en 2013, 74% m¨¢s que en 2012, y concedi¨® 206 estatutos de asilo
Alexandra Licona tambi¨¦n lleg¨® a Espa?a en febrero, pero de 2011. La experiencia de la transexual hondure?a, de 34 a?os, es diferente: recibi¨® asilo seis meses despu¨¦s, "un tiempo r¨¦cord". En Tegucigalpa, la capital, levantaba la voz desde la presidencia de Arco Iris, una asociaci¨®n que denunciaba p¨²blicamente la "brutalidad" contra homosexuales, transexuales y travestis. "Te matan, te mutilan, te torturan, te humillan o te violan, como me pas¨® a m¨ª, que me secuestraron, me dispararon y me dejaron tirada en un cerro". Cuenta que la situaci¨®n empeor¨® con el golpe de Estado que derroc¨® a Manuel Zelaya en 2009. Human Rights Watch ¡ªen un informe de ese a?o¡ª document¨® los abusos policiales. Las organizaciones locales de derechos humanos estimaron que entre 2009 y 2012 fueron asesinadas 186 personas por su orientaci¨®n sexual.
El abogado de CEAR cree que existe una especie de perfil: "Vemos que si eres activista, tienes m¨¢s posibilidades que si no lo eres porque se entiende que has tenido mayor exposici¨®n p¨²blica. Pero el asunto es otro: no tienes por qu¨¦ ser activista de nada. No serlo no significa que no corres riesgo". Licona cuenta que conoce a otros cuatro activistas hondure?os que han recibido asilo en Espa?a. "Pero tambi¨¦n conozco a otros a los que les han denegado. Es una loter¨ªa".
El pasado 28 de septiembre, la Comisi¨®n de Exteriores del Congreso inst¨® al Gobierno a facilitar la concesi¨®n de asilo a lesbianas, homosexuales, transexuales y bisexuales perseguidos en sus pa¨ªses de origen y que se encuentren en Espa?a. En 2013 se plantearon 4.513 peticiones de protecci¨®n ¡ªun 74% m¨¢s que en 2012, cuando se presentaron 2.588¡ª y solo se concedieron 206 estatutos de asilo. Esta ¨²ltima cifra representa apenas el 0,4% de las 49.510 personas que fueron reconocidas como refugiadas en la UE, seg¨²n el ¨²ltimo informe de CEAR. Muy por detr¨¢s de pa¨ªses como Alemania (10.910) o Francia (7.475). Espa?a otorg¨® otras 325 protecciones subsidiarias, un grado que recibieron, sobre todo, sirios y somal¨ªes. ?Cu¨¢ntas personas presentaron su solicitud por temor a ser perseguidas por su orientaci¨®n sexual? Interior asegura que no tiene la cifra.
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