¡°Nos han pillado¡±
Una boticaria que reclutaba colegas para la red criminal se autoinculpa en un pinchazo telef¨®nico: ¡°Han registrado la farmacia por lo de la exportaci¨®n¡±
El d¨ªa que la Guardia Civil entr¨® por la puerta de la farmacia de Pe?arroya de Tastavins (Teruel) hizo bingo. ¡°Mira... que nos han pillado. Me han registrado la farmacia. La Guardia Civil. Por lo de la exportaci¨®n y tengo que ir a Teruel a declarar porque estoy imputada...¡±. Amparo Barber¨¢, propietaria de la oficina de farmacia de este pueblo de medio millar de habitantes, era ¡ªcomo admit¨ªa por tel¨¦fono a varios allegados¡ª uno de los 200 profesionales de farmacia implicados en la red de exportaci¨®n de medicamentos desarticulada este oto?o por la Guardia Civil de Teruel en Convector, una operaci¨®n de alcance nacional que a¨²n sigue abierta. Ten¨ªa pinchado el tel¨¦fono y se estaba autoinculpando de lleno al admitir sus negocios ilegales: en ning¨²n momento los agentes le hab¨ªan explicado los motivos del registro.
Pero Barber¨¢ ¡ªcomo queda claro en la parte del sumario cuyo secreto ha sido levantado¡ª no era una cualquiera entre los implicados. Ten¨ªa, seg¨²n los investigadores, un papel esencial en esta trama con una c¨²pula a¨²n por identificar que ha utilizado almacenes pantalla y a farmac¨¦uticos para fines delictivos. Era la reclutadora de boticarios de la zona. Hac¨ªa de enlace con los almacenes que se han dedicado a sacar los medicamentos de precio subvencionado del circuito legal para venderlos a un coste muy superior en el extranjero. Y buscaba preferentemente farmac¨¦uticos a quienes no les sal¨ªan las cuentas.
El testimonio ante el juez de Rosa del Carmen Sorl¨ª, propietaria de la farmacia de Monroyo y del botiqu¨ªn de Torre Arcas e imputada en la causa, da fe de ese papel clave de Barber¨¢ en la red delictiva en un momento en que los impagos estaban haciendo estragos en las farmacias rurales. De hecho, dice Sorl¨ª ¡ªse excus¨® as¨ª ante los investigadores¡ª que todo comenz¨® cuando el Colegio comenz¨® a pagar la facturaci¨®n con tres meses de retraso. Ella no ve¨ªa la manera de cuadrar las cuentas, declar¨®, y Barber¨¢ le dijo que si estaba apurada pod¨ªa seguir su camino y vender medicamentos en un mercado paralelo a cambio de una comisi¨®n. Se arriesgaba, eso s¨ª, a que le descubrieran, a que detectaran que se hab¨ªa saltado la obligaci¨®n de vender solo a pacientes. ¡°Lo hice, lo hice unas pocas veces. Y lo hice. Y ya est¨¢. Y siento haberlo hecho, pero lo hice. Nada m¨¢s me apa?¨¦ dej¨¦ de hacerlo¡±.
Cada principio de mes, Barber¨¢ enviaba por e-mail a Sorl¨ª un listado con los nombres de los f¨¢rmacos deseados por las mafias. Junto a cada f¨¢rmaco figuraba el porcentaje que se llevaban los boticarios. Un 85% el epanut¨ªn para la epilepsia, un 120% el Sinemet plus, para el p¨¢rkinson. ¡°Hola Rosa. No pidas Seroquel porque al final no estar¨¢ en la lista¡±, correg¨ªa Barber¨¢. Sorl¨ª hac¨ªa entonces el pedido de los compuestos con mayor margen de beneficio a su almac¨¦n suministrador, en este caso Alliance Healthcare.
No es casualidad que trabajara solo con esta firma, la segunda por cuota de mercado de Espa?a. Uno de sus comerciales, Gonzalo Julv¨¦ de la Iglesia ¡ªa quien la Audiencia de Teruel dej¨® en libertad con cargos¡ª hizo de intermediario en la compra del establecimiento por parte del Sorl¨ª. Julv¨¦ de la Iglesia es, adem¨¢s, un personaje clave en todo este presunto entramado delictivo. Ha puesto en aprietos a su compa?¨ªa al aludir a la posible implicaci¨®n de la empresa en unas conversaciones grabadas por la Guardia Civil. Alliance Healthcare Espa?a manifest¨® en un comunicado que ¡°cumple estrictamente con toda la normativa y con todas las reglas sobre buenas pr¨¢cticas vigentes¡± y que est¨¢ dispuesta a ¡°colaborar con las autoridades competentes¡±.
Conforme a la farmac¨¦utica de Monroyo le iban llegando los medicamentos que ped¨ªa en exceso a Alliance para revenderlos, los met¨ªa en cajas. A finales de mes, Barber¨¢ le indicaba el d¨ªa en que una furgoneta pasar¨ªa a por ellas. La relaci¨®n con quienes recog¨ªan los paquetes, seg¨²n Sorl¨ª, era inexistente. Pasaron varios. El destino era la empresa Alliance Pharmaceutical Synergies, un modesto almac¨¦n situado en los bajos de un edificio de Alboraya (Valencia) que, seg¨²n comenta el portero de la finca, lleva meses abandonado.
Los profesionales con problemas econ¨®micos eran su principal objetivo
¡°Hola, te mando los datos para hacer la factura de este mes, que han cambiado¡±. Tambi¨¦n era Barber¨¢ la encargada de comunicarle los detalles de la facturaci¨®n. La farmac¨¦utica de Monroyo no pod¨ªa emitir una factura al uso, as¨ª que camuflaba los f¨¢rmacos preferentemente como productos ortop¨¦dicos. En la correspondiente a marzo de 2013 lo que figuran, entre otros productos, son pa?ales.
Amparo Barber¨¢ est¨¢ en el centro de toda la investigaci¨®n. Los pinchazos a su tel¨¦fono, igual que los realizados al de Julv¨¦ de la Iglesia, han servido a los investigadores para asestar un golpe a la que por el momento es la mayor operaci¨®n en Espa?a contra la exportaci¨®n ilegal de medicamentos.
La informaci¨®n desvelada por la parte del sumario que no est¨¢ bajo secreto ofrece una visi¨®n limitada del funcionamiento de la trama. Exist¨ªa una c¨²pula, exist¨ªa una red intermedia de comerciales, bolseros, comerciales, farmac¨¦uticos como Barber¨¢... que reclutaban boticarios dispuestos a participar del negocio. Y exist¨ªan diversos mecanismos para sacar los medicamentos de las farmacias. Los investigadores calculan que la trama factur¨® dentro de Espa?a ilegalmente medicamentos por valor de 50 millones de euros y que lleg¨® a obtener por la venta en el extranjero ¡ªsobre todo en la Uni¨®n Europea¡ª¡ª hasta un 800% de beneficio en los casos m¨¢s extremos.
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