Trabajo denuncia m¨²ltiples deficiencias en el ¡®hospital del ¨¦bola¡¯
Se descartaron trajes de seguridad ya comprados por ¡°dificultades para maniobrar¡±
El hospital La Paz-Carlos III de Madrid, en el que la auxiliar de enfermer¨ªa Teresa Romero se contagi¨® atendiendo a un enfermo de ¨¦bola, presentaba m¨²ltiples deficiencias: falta de formaci¨®n de los trabajadores, cambios en los protocolos, instalaciones que imped¨ªan colocarse los trajes ya adquiridos por falta de espacio... Un informe de la Inspecci¨®n de Trabajo, al que ha tenido acceso EL PA?S, detalla uno a uno los defectos en materia de seguridad y prevenci¨®n de riesgos laborales en el hospital que, desde abril de 2014, fue el centro de referencia para todos los casos de esta enfermedad infecciosa y mortal.
Los dos inspectores encargados del caso comprobaron c¨®mo algunos protocolos y medidas de seguridad que actualmente tiene el centro fueron implantados despu¨¦s del accidente, no antes. Su informe cobrar¨¢ gran relevancia para determinar las responsabilidades en el contagio de Romero, cuya infecci¨®n ha sido declarada ¡°enfermedad profesional¡±. El caso est¨¢ judicializado tras la denuncia de varios m¨¦dicos y del sindicato CSI-F. "Las actuaciones de la Inspecci¨®n nos van dando la raz¨®n", se?al¨® un portavoz de esta organizaci¨®n. "Prueban los hechos que denunciamos ante la fiscal¨ªa, irregularidades que han puesto en riesgo la salud de los trabajadores", a?adi¨®.
Estas son las principales fallas que detecta el informe ¡ªoficialmente denominado ¡°propuesta de requerimiento¡±¡ª de Trabajo:
Trajes comprados que no se usaron
Los inspectores destacan que los m¨¦dicos intensivistas recomendaron un tipo de traje (buzos autoventilados) por el tipo de trabajos que ten¨ªan que realizar: intubaciones y movimientos en espacios confinados. Estos buzos ¡°fueron adquiridos pero no utilizados por la dificultad para maniobrar en el espacio de la esclusa y la necesidad de entrenamiento¡±, asegura el informe. La subdirectora gerente, Mercedes Fern¨¢ndez, se?al¨® ayer que esos trajes no se usaron porque las maniobras de cuidados intensivos nunca fueron necesarias.
¡°El fallo pudo ser al quitarme el traje, es el momento m¨¢s cr¨ªtico¡±, declar¨® a EL PA?S la auxiliar desde su habitaci¨®n tres d¨ªas despu¨¦s de ingresar. El procedimiento recogido en los protocolos explicaba de forma ¡°sucinta¡± c¨®mo ponerse y quitarse el traje, seg¨²n la Inspecci¨®n, y ¡°sin contemplar la evaluaci¨®n del riesgo de la acci¨®n, ni la informaci¨®n sobre la estructura de la habitaci¨®n de aislamiento ni de la esclusa de contenci¨®n¡±. Los inspectores destacan que el momento de retirada o puesta del uniforme es un ¡°probable foco de contaminaci¨®n¡± que ¡°no se ha evaluado ni planificado adecuadamente en cuanto a riesgos de seguridad y salud¡±.
?Qui¨¦n supervisaba c¨®mo se quitaba el traje?
Es otra de las claves del caso: si hab¨ªa supervisores y si estaban formados para ello. Los inspectores afirman que exist¨ªa esta figura antes del contagio, pero ¡°pod¨ªa tratarse de personal sin formaci¨®n en materia de protecci¨®n de riesgos laborales¡±. Por eso la gerencia del hospital adopt¨® despu¨¦s ¡°medidas parciales de mejora¡±, como incorporar a titulados en enfermer¨ªa con formaci¨®n espec¨ªfica en riesgos laborales. Los inspectores insisten en la importancia de esa tarea porque la entrada y salida de la habitaci¨®n de un infectado de ¨¦bola es ¡°una actividad muy peligrosa¡±. Ponerse y quitarse los distintos componentes del traje de seguridad (el sellado de las mangas con los guantes, colocar de forma adecuada las gafas de protecci¨®n con el buzo, usar una talla de buzo apropiada) supone en s¨ª mismo un riesgo especial, se?alan. Fern¨¢ndez asegur¨® que los supervisores ya eran expertos, pero que posteriormente hicieron un curso de acreditaci¨®n. ¡°Es una carencia m¨¢s administrativa que funcional¡±, dijo. Y a?adi¨® que el centro ha respondido a la Inspecci¨®n porque considera que algunas de las deficiencias no lo son. ¡°Se produjeron unas condiciones extraordinarias y, aunque cre¨ªamos que est¨¢bamos preparados, la experiencia demostr¨® que hab¨ªa cosas mejorables. Las hemos revisado todas para asegurar que no hay riesgo para nuestros trabajadores¡±, asegur¨®.
Formaci¨®n te¨®rica ¡°somera"
¡°Para explicar a uno c¨®mo quitarse o ponerse un traje no hace falta hacer un m¨¢ster¡±, dijo el entonces consejero de Sanidad, Javier Rodr¨ªguez, dos d¨ªas despu¨¦s de que se confirmara el contagio. La Comunidad de Madrid le oblig¨® a dimitir el 4 de diciembre. A prop¨®sito de la formaci¨®n, los inspectores consideran que el hospital ofreci¨® sesiones ¡°meramente informativas¡± y con una explicaci¨®n te¨®rica ¡°somera¡±.
El informe recoge la organizaci¨®n de charlas de 15 o 20 minutos y una demostraci¨®n pr¨¢ctica de la colocaci¨®n de los equipos de protecci¨®n (EPI) de 20 a 25 minutos. La colocaci¨®n del traje ¡°no ha sido probada en todos y cada uno de los trabajadores que han recibido la sesi¨®n informativa¡±. Las medidas preventivas, ahonda, ¡°deber¨¢n prever las distracciones o imprudencias no temerarias que pudiera cometer el trabajador¡±.
En un informe del 23 de octubre de la subdirectora gerente el hospital informaba de las ¡°mejoras¡± incluidas en formaci¨®n con ¡°entrenamientos sistem¨¢ticos concretados en el conocimiento del entorno de la sexta planta¡± impartida a 52 profesionales ¡°desde el tercer caso de contagio¡±[el de Romero]. Pero los inspectores a?aden que no les han aportado registros de formaci¨®n que acrediten que la preparaci¨®n en prevenci¨®n de riesgos laborales se haya impartido ¡°a la totalidad de los trabajadores expuestos al riesgo¡±.
Simulacros inexistentes
¡°Con car¨¢cter general¡± no hubo simulacros, constata la inspecci¨®n. En la esclusa, ¡°donde se efect¨²a la acci¨®n con m¨¢s riesgo de contaminaci¨®n¡±, no se llevaron a cabo. Tampoco para ¡°el procedimiento especial de manejo post-mortem de los casos¡±. Romero se encarg¨® de retirar enseres de la habitaci¨®n en la que hab¨ªa fallecido Manuel Garc¨ªa Viejo. Fern¨¢ndez confirma que no hubo simulacros en la zona de aislamiento, pero s¨ª estuvo protocolizado c¨®mo actuar ante un cad¨¢ver de ¨¦bola.
Baile de protocolos
El informe de los inspectores cuenta hasta seis protocolos distintos, tanto del Ministerio de Sanidad, como del propio hospital, con fechas anteriores y posteriores al contagio de Romero. Los protocolos se modificaron ¡°a tiempo real¡± y cada servicio o unidad iba elaborando el suyo. ¡°Se constata la dispersi¨®n en cuanto a definici¨®n, pautas y medidas adoptadas en el ¨¢mbito global del complejo hospitalario sobre el riesgo de EVE [Enfermedad por Virus ?bola]¡±.
Sin informaci¨®n disponible
El hospital contaba con un protocolo de actuaci¨®n frente a casos sospechosos desde agosto de 2014 pero no se hizo p¨²blico. ¡°No se facilita por intranet a los delegados de prevenci¨®n ni a los trabajadores hasta el 10 de octubre de 2014¡±, asegura la Inspecci¨®n. En su lugar, dieron ¡°sesiones informativas¡±. Hubo 54. Otra de las cosas que destaca el informe es que el Comit¨¦ de Prevenci¨®n y Salud nunca fue reunido para hablar espec¨ªficamente del ¨¦bola.
El centro ten¨ªa que haber sido otro
El hospital militar G¨®mez Ulla, y no el Carlos III, tendr¨ªa que haberse encargado del diagn¨®stico y tratamiento de los casos de ¨¦bola, seg¨²n el informe de la Inspecci¨®n de Trabajo al que ha tenido acceso EL PA?S. La consideraci¨®n de "centro de referencia" de La Paz-Carlos III, aprobada en abril de 2014, era ¨²nicamente provisional, se?alan los inspectores, puesto que el hospital militar deber¨ªa haber estado preparado para atender estos casos en julio de 2014. No lo estuvo ¡ªel informe no especifica por qu¨¦¡ª y por eso en agosto, de manera precipitada, seg¨²n han relatado varios trabajadores a este diario, se decidi¨® "habilitar" la sexta planta del Carlos III. "La repatriaci¨®n del primer paciente nos cogi¨® con cierta sorpresa", reconoci¨® ayer la subdirectora gerente del centro, Mercedes Fern¨¢ndez.
La sexta planta era la ¨²nica instalaci¨®n acondicionada para acoger pacientes altamente infecciosos. Dotada con habitaciones con presi¨®n negativa y esclusas ¡ªcuartos aislados en los que el personal se quita el traje de protecci¨®n y desecha el equipo contaminado¡ª, llevaba meses cerrada porque el hospital estaba en proceso de reconversi¨®n en un centro de media y larga estancia. Pas¨® de ser la referencia nacional en pandemias y enfermedades emergentes a usarse para ingresos largos de enfermos, generalmente de edad avanzada.
En ese contexto, con el centro ya convertido en lo que algunos trabajadores califican de "geri¨¢trico", se tom¨® la decisi¨®n de ingresar a Miguel Pajares en agosto. En octubre, tras el contagio de la auxiliar Teresa Romero, el hospital inici¨® de urgencia unas obras en la sexta planta para habilitar cuatro habitaciones con esclusas de mayor tama?o mientras ella a¨²n estaba hospitalizada. El G¨®mez Ulla no estaba preparado para casos de ¨¦bola, dijo el Gobierno regional.
Finalmente, el 7 de noviembre, el Consejo de Ministros aprob¨® destinar 2,5 millones a la remodelaci¨®n del G¨®mez Ulla para convertir su planta n¨²mero 22 en "una unidad de aislamiento hospitalario de alto nivel". El viernes pasado anunci¨® otros cuatro millones para 2015.
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