La Loter¨ªa que apuesta por el folclore
Miguel C¨®rdoba, autor de ¡®Anatom¨ªa del juego¡¯, analiza la superstici¨®n en torno al sorteo
?l no juega a la loter¨ªa. Miguel C¨®rdoba Bueno sabe perfectamente lo bajas que son las probabilidades de que le toque el 'Gordo' el pr¨®ximo 22 de diciembre. Adem¨¢s de ser profesor de matem¨¢ticas en la universidad CEU San Pablo, en 2003 public¨® el libro Anatom¨ªa del juego en el que demostraba con estad¨ªsticas que cada n¨²mero tiene solo un 5% de posibilidades de ganar alg¨²n premio en el sorteo (lo que se reducen a un 0,00001% al tratarse del 'Gordo'). Pero eso no quiere decir que no se haya comprado su d¨¦cimo. ?l es prueba viviente de que la Loter¨ªa en Espa?a no se juega con la cabeza.
"Cojo alg¨²n d¨¦cimo en Navidad para que no digan que soy poco sociable", dice entre risas, tratando de disculparse por jugar un juego en el que sabe que va a perder. O bueno, que probablemente va a perder. Muchos creen que es ah¨ª donde est¨¢ el gancho, en esa peque?a (peque?¨ªsima si se toma en cuenta que son 100.000 bolitas) ventana que existe de llevarse a casa los 400.000 euros. ?l cree, sin embargo, que no es as¨ª. "Una cosa es la probabilidad y otra cosa es c¨®mo se juega en Espa?a", explica, para referirse al fen¨®meno cultural que acompa?a a la Loter¨ªa de Navidad: "Puedes decir mil veces que es posible que toque el mismo n¨²mero que el a?o pasado, que las bolitas son todas iguales, que ninguna lleva ventaja, que no hay n¨²meros 'feos'... Da igual, jugar a la loter¨ªa es idiosincrasia. Una tradici¨®n, como comer turr¨®n o brindar con cava a las doce de la noche del d¨ªa de fin de a?o".
Por eso dice que es l¨®gico que, aun en medio de la crisis, cuando las ganancias de todos los juegos de azar bajaron considerablemente, la Loter¨ªa fue la menos afectada. Seg¨²n un estudio que C¨®rdoba publica este a?o, entre 2008 y 2013 las apuestas deportivas, el juego de los casinos y el de los bingos se redujeron a la mitad, mientras que la primitiva y las loter¨ªas solo lo hicieron en un 27%. De hecho, si se comparan la contrataci¨®n en euros constantes entre 2000 y 2013, la Loter¨ªa ha desmejorado un solo un 3%. Muy poco en comparaci¨®n al 9,4% que ha ca¨ªdo la del Ni?o, por ejemplo, un sorteo en el que cada n¨²mero tiene 7% de posibilidades de resultar premiado, aunque solo sea con el reintegro.
"Y no solo es que la del Ni?o tenga un mejor pron¨®stico, sino que Hacienda se llevar¨¢ un 20%de todos los premios superiores a 2.500 euros en la Loter¨ªa de Navidad", cuenta C¨®rdoba, que critica especialmente que se utilice dinero p¨²blico para fomentar el juego. "No lo necesitamos. El que quiera jugar que juegue. Los 78 millones de euros que se han gastado en promoci¨®n en 2013 se podr¨ªan haber usado para otra cosa". Lo proclama, con la esperanza de que alg¨²n d¨ªa alguien lo escuche, pero de ninguna manera lucha contra el fen¨®meno.
Prefiere, en cambio, ayudar a los jugadores. Contarles una y otra vez -si es necesario-? que el gran premio tiene las mismas posibilidades de salir en la primera bolita que en la ¨²ltima; o que tenemos las mismas posibilidades de ganar si compramos diez d¨¦cimos del mismo n¨²mero que si compramos diez d¨¦cimos distintos; y que no ha tocado m¨¢s veces el Gordo en una Comunidad Aut¨®noma porque tenga m¨¢s suerte, sino porque tiene m¨¢s poblaci¨®n.
Un dato curioso que ha descubierto en su m¨¢s reciente investigaci¨®n es que desde 2008 se emiten m¨¢s billetes de los que la gente jugaba. "Ello ha hecho que el volumen de billetes anulado creciera hasta llegar a m¨¢s del 30% de los emitidos en 2012", explica en el texto, que adem¨¢s sugiere que la tendencia se ha mantenido los ¨²ltimos tres a?os.
Pero es consciente de que a mucha gente no le importan estos datos. "Prefieren poner su d¨¦cimo debajo de su santo o comprar su n¨²mero de la suerte, conf¨ªan m¨¢s en esa superstici¨®n. Y cuando es as¨ª pues... Yo me callo".
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