Empacho de hombres (y mujer) de Estado
El presidente del Gobierno y el jefe de la oposici¨®n comparecieron a la misma hora Susana D¨ªaz se reserva su discurso navide?o para cinco minutos antes de las uvas
Mariano o Pedro; Pedro o Mariano. PP o PSOE; PSOE o PP. Ese es el dilema. O, al menos, sol¨ªa serlo. Como todos los a?os, el 26 de diciembre, digeridos los primeros turrones y asimilado por el metabolismo p¨²blico el discurso de Su Majestad el Jefe del Estado, el presidente del Gobierno y el jefe de la oposici¨®n comparecieron a la misma hora ante las c¨¢maras para hacer balance del moribundo 2014 con la solemnidad de las grandes ocasiones. Un a?o ganado, para los titulares. Un a?o perdido, para los aspirantes, obviamente. Rajoy, con la corbata ancha azul PP algo descolorida por tanto lavado de trapos sucios en su casa. S¨¢nchez, con la lazada estrecha roja PSOE casi granate por la coagulaci¨®n de tanta sangre derramada en la suya despu¨¦s de las europeas. El presidente, desde el palacio de La Moncloa, que para eso es el inquilino de turno. El aspirante, desde la sede de su partido, preparando el asalto al poder con may¨²sculas. Los dos, a la misma hora y con las mismas intenciones: robarle plano al contrario.
Los programadores de las teles certifican que, en determinadas franjas horarias, los formatos han de repetirse con ligeras variaciones para dar gusto a sus respectivas parroquias y disuadirlas de cambiar de canal con el dichoso mando a distancia. El Intermedio o El Hormiguero. Masterchef o Topchef. Gran Hermano o Qui¨¦n quiere casarse con mi hijo. Pues lo mismo acaban de hacer el d¨ªa despu¨¦s de Navidad Rajoy y S¨¢nchez con sus respectivos p¨²blicos. Marcar a fuego el propio territorio, decirles lo que quer¨ªan o¨ªr de su boca, y aprovechar la ocasi¨®n para mandarles un recado a los de enfrente, por si alguno se decide a cambiar de chaqueta a ¨²ltima hora. La disyuntiva entre azul y rojo siempre fue un gran dilema ¨¦tico y est¨¦tico. Al menos, sol¨ªa serlo.
Lo nuevo, ahora, es que, con tanta oferta, a veces los espectadores rompen la baraja y se pasan en masa a un canal minoritario que hasta hace nada ni exist¨ªa. La sombra de esa duda, el miedo a las nuevas competencias, planeaba tambi¨¦n en el semblante y el lenguaje verbal y de gestos de esos dos omnipresentes hombres de Estado. A todo esto, la mujer con m¨¢s mando en plaza del mapa auton¨®mico, Susana D¨ªaz, presidenta de la Junta de Andaluc¨ªa, se reserva su discurso navide?o para cinco minutos antes de las uvas quiz¨¢ por aquello de crear intriga y de que qui¨¦n r¨ªe la ¨²ltima, r¨ªe m¨¢s a gusto. En fin, se?oras y se?ores, la crisis puede que no, pero 2014 es historia. La campa?a ¡ªlas campa?as¡ª ha comenzado.
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