Salvar a Rajoy
Ante el cambio que propone Podemos, el PP opta por el regreso a los or¨ªgenes y a Aznar
Para afrontar la fronda de cambio sobre la que camina Podemos, el PP ha optado por el regreso a los or¨ªgenes. Rajoy, en apuros, baja la cabeza, y se acerca a Aznar. Los primeros tiempos fueron dif¨ªciles: Mariano Rajoy ten¨ªa la imperiosa necesidad de matar al padre, para demostrar que era capaz de actuar por s¨ª mismo y no s¨®lo como apagafuegos del expresidente. Y Aznar sinti¨® el dolor de ver c¨®mo el hijo ya no ped¨ªa siquiera consejo.
Rajoy sabe que nada ha deteriorado tanto su imagen como la corrupci¨®n
A Rajoy no le gusta el ruido. Aznar ha estado siempre convencido de que la pol¨ªtica empieza por la palabra y la batalla de las ideas es fundamental. Aznar fue quien consigui¨® para la derecha el regreso al poder, la hegemon¨ªa ideol¨®gica, la recuperaci¨®n de la autoestima. Rajoy ha decidido regar este legado que dej¨® marchitar. El problema es que al expresidente el rencor le ha retorcido el gesto. Ha perdido el aura. Reducido a caricatura, su ¨¢mbito de influencia se ha restringido.
?Puede este gui?o a las esencias, salvar a Rajoy? Los a?os de Zapatero no doblaron la hegemon¨ªa neoconservadora instalada por Aznar: competitividad y meritocracia siguen siendo los t¨®picos del momento. Es m¨¢s, incorporaron al PSOE a la causa. Sin embargo, las avanzadas reformas en materia de derechos y costumbres demostraron tambi¨¦n que hay una parte de la derecha que es mucho m¨¢s liberal que el aznarismo. Las acept¨® con toda normalidad y no tuvo empacho en defenderlas cuando Rajoy y Gallard¨®n optaron por la regresi¨®n. El PP no puede obviar este dato.
Rajoy ha renunciado a responder a la pulsi¨®n de cambio tomando la iniciativa. Todo conservador tiene aversi¨®n al riesgo. Pero, como dice Ulrich Beck, el riesgo es la anticipaci¨®n, es captar la ocasi¨®n y ponerse por delante de los dem¨¢s. Rajoy cree que la ocasi¨®n est¨¢ en reforzar la defensa. Pero es muy dif¨ªcil resistir sin cambiar en una campa?a donde el caso B¨¢rcenas y la G¨¹rtel tendr¨¢n presencia permanente.
Aznar fue quien consigui¨® para la derecha el regreso al poder, la hegemon¨ªa ideol¨®gica
El lenguaje corporal tambi¨¦n cuenta y la mueca que hizo S¨¢enz de Santamar¨ªa mientras dec¨ªa que B¨¢rcenas ¡°es una persona que en estos momentos ya no est¨¢ en el PP¡± era reveladora. Ya no est¨¢, pero es una pieza central en la historia reciente del Partido Popular: la que se ocupaba del dinero. Con ¨¦l y con G¨¹rtel la justicia describe unos c¨ªrculos de corrupci¨®n sist¨¦mica, de casi dos d¨¦cadas, que se extienden por media geograf¨ªa espa?ola y que alcanzan la caja central.
Rajoy sabe que nada ha deteriorado tanto su imagen como la corrupci¨®n. Y no tiene respuesta. ?Podr¨¢ aguantar una campa?a de 10 meses como si este caso no fuera con ¨¦l? La estrategia de silencio s¨®lo tiene un sentido: antes sacrificar al partido que permitir que Rajoy asuma su responsabilidad pol¨ªtica y se sacrifique por el PP. Pablo Iglesias ha captado la oportunidad: ¡°O el PP o Podemos¡±, pero cuidado con el miedo que podr¨ªa confirmar la hegemon¨ªa conservadora y salvar a Rajoy.
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