Cinco agentes de la Polic¨ªa Cient¨ªfica, acusados de falsificar pruebas
Los cinco sospechosos ¡®trasplantaban¡¯ las huellas de un detenido para colocarlas en objetos o muebles de un piso donde se hab¨ªa producido anteriormente un robo
Cinco agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, adscritos a la unidad de Polic¨ªa Cient¨ªfica de la comisar¨ªa del distrito de Carabanchel (Madrid), fueron detenidos el pasado jueves, acusados de falsificar pruebas. La argucia consist¨ªa en trasplantar la huella dactilar de un detenido para que esta apareciera, por ejemplo, en un piso donde anteriormente se hab¨ªa registrado un robo. De esta forma, a esa persona se le imputaban varios delitos, que, a efectos estad¨ªsticos, quedaban as¨ª esclarecidos, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n.
Las presuntas falsificaciones fueron descubiertas por agentes de la Brigada Provincial de Polic¨ªa Cient¨ªfica, encargada de supervisar y revalidar los dict¨¢menes realizados por otros expertos que suelen realizar inspecciones oculares en lugares donde se han producido delitos menores. De esta forma, advirtieron que en varios casos de robos en viviendas de Carabanchel hab¨ªan sido descubiertas huellas dactilares ¡°perfectas¡±, supuestamente pertenecientes a los ladrones.
Lo que les puso en alerta fue precisamente ¡°la extraordinaria perfecci¨®n¡± de esas huellas recogidas en algunos objetos. ¡°Lo habitual es que esas impresiones dactilares sean imperfectas o parciales. Es raro que una persona coja un objeto o toque un mueble y deje impresa su huella sin el menor defecto¡±, explican las fuentes informantes. Ahondando en la investigando y cotejando los dict¨¢menes periciales sospechosos, la Brigada Provincial de Polic¨ªa Cient¨ªfica lleg¨® a la conclusi¨®n de algunos compa?eros de Carabanchel podr¨ªan estar alterando o falseando informes. Por eso, la brigada present¨® una denuncia que recay¨® en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 25 de Madrid.
La gravedad del caso hizo que entraran en acci¨®n la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Cient¨ªfica (con jurisdicci¨®n en toda Espa?a) y la Brigada de Polic¨ªa Judicial de Madrid. Las pesquisas fueron asentando las sospechas iniciales, por lo que tambi¨¦n fue alertada la Unidad de Asuntos Internos, especializada en la lucha contra la corrupci¨®n y las irregularidades dentro del propio Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.
Los indicios existentes apuntan a que cuando era detenido in fraganti el ladr¨®n de una vivienda, los agentes de Carabanchel lo trasladaban a la comisar¨ªa. All¨ª, el grupo de Polic¨ªa Cient¨ªfica le tomaba las huellas dactilares (lo que en argot delincuencia se denomina tocar el piano). La rese?a, es decir, la impresi¨®n tomada de los dedos del acusado era perfecta.
Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, hay indicios de que los cinco especialistas copiaban la huella del detenido en una especie de papel de celo y a continuaci¨®n la imprim¨ªan en un mueble o en un objeto de un piso que hab¨ªa sido anteriormente asaltado y que estaba sin aclarar. De esta forma, ese individuo se convert¨ªa en presunto autor del robo por el que hab¨ªa sido detenido y, adem¨¢s, se le endosaban uno o m¨¢s robos con los que hasta entonces no se le hab¨ªa relacionado. As¨ª, por arte de birlibirloque, al caco arrestado se le achacaban de una tacada varios delitos. E iba ante el juez imputado en m¨¢s delitos.
?Cu¨¢l era la finalidad con la que los agentes incurr¨ªan presuntamente en esta falsificaci¨®n? Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, el ¨²nico objetivo era aparentemente ¡°mejorar la estad¨ªstica¡± delincuencial. De esa forma, en los estadillos internos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa constaba oficialmente que la mayor¨ªa de los robos en viviendas y comercios de Carabanchel hab¨ªan sido aclarados por la perspicacia y la profesionalidad de estos especialistas. Todos ellos son agentes de la escala b¨¢sica y no hay ninguno que ostentara mando. Est¨¢ descartado que obtuvieran dinero, recompensas o premios en met¨¢lico. Las investigaciones apuntan a que, al menos, hay tres personas que presuntamente se han visto perjudicadas por la supuesta falsificaci¨®n. Pero puede haber m¨¢s.
Los encargados del caso desconocen a¨²n desde hace cu¨¢nto estos agentes pod¨ªan estar cometiendo estas irregularidades. Las fuentes consultadas han se?alado que todo apunta a que lo hac¨ªan ¡°desde hace tiempo¡±. El juez de instrucci¨®n n¨²mero 25 de Madrid, a la vista de las pesquisas, orden¨® a la Brigada de Polic¨ªa Judicial que procediera a la detenci¨®n de los cinco supuestos falsificadores. Esta operaci¨®n fue realizada a lo largo del pasado jueves: unos fueron arrestados en sus domicilios y otros lo fueron en su lugar de trabajo en la comisar¨ªa del distrito de Carabanchel.
Los cinco agentes se negaron a prestar declaraci¨®n ante sus compa?eros, acogi¨¦ndose a su derecho legal. Tras pasar la noche en los calabozos de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid, los cinco fueron trasladados a los juzgados de instrucci¨®n de la plaza de Castilla. Despu¨¦s de ser interrogados, el juez orden¨® que los polic¨ªas quedaran en libertad con cargos. Dado que el magistrado que tramita el sumario ha decretado el secreto de las actuaciones, las fuentes informantes desconocen si, adem¨¢s, les ha impuesto alguna medida cautelar.
En medios policiales ha causado cierta extra?eza que el juez ordenara la detenci¨®n de los agentes para posteriormente dejarlos en libertad. Entre sus compa?eros existe la opini¨®n de que no hubiera sido necesario adoptar una medida ¡°tan gravosa¡± porque los acusados est¨¢n perfectamente localizados, tienen domicilio conocido y en modo alguno hab¨ªa riesgo de que se dieran a la fuga para eludir la acci¨®n de la justicia.
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