Mi coche no es mi coche
M¨¢s de 33.000 personas utilizan el coche compartido en las ciudades espa?olas. Su uso reduce los problemas de tr¨¢fico y poluci¨®n
Ira, impotencia o estr¨¦s. Estos son algunos sentimientos que afloran mientras se conduce en una gran ciudad. Tiempo perdido, multas o accidentes, algunas de sus consecuencias. Los problemas de saturaci¨®n y poluci¨®n est¨¢n haciendo que moverse en coche por los centros urbanos se vuelva cada vez m¨¢s complejo. Un problema porque, en algunos momentos, las personas necesitan un veh¨ªculo. ?Es posible tener un coche sin poseerlo?
Cada vez que Lisandro Santiago acude a ver a sus amigos al volante de un autom¨®vil le acucian con la misma pregunta: ¡°?Cu¨¢ndo te has comprado un coche?¡±, cuestionan con extra?eza. En ese momento, Santiago, dise?ador web de 31 a?os que vive en Madrid, explica que es usuario de car sharing urbano (coche compartido). Un servicio que seduce a m¨¢s de 33.000 personas que utilizan uno de los 470 veh¨ªculos que existen de este tipo en Espa?a, seg¨²n la?Asociaci¨®n Espa?ola de Car Sharing (AECarSharing).
Compartir es vivir
- El primer car sharing de Espa?a, Avancar, se fund¨® en 2004 en Barcelona.
- Actualmente, existen seis compa?ias operando en Espa?a con 33.000 clientes y 470 veh¨ªculos, seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola de Car Sharing.
- En 2012, Zip Car, l¨ªder global en el ramo presente en 30 urbes, con 900.000 socios y m¨¢s de 100.000 veh¨ªculos, adquiri¨® la espa?ola Avancar.
- Un a?o despu¨¦s, la?compa?¨ªa de alquiler de coches Avis desembols¨® 500 millones de d¨®lares (438,1 millones de euros) por Zip Car; un 49% m¨¢s que su valor en Bolsa.
- General Motors, Ford o Daimler o BMW se han interesado por esta pr¨¢ctica.
- El car sharing funciona para personas que conducen menos de 15.000 kil¨®metros al a?o.
¡°Lo utilizo unas dos veces por semana¡±, cuenta Santiago mientras toma un caf¨¦ y juguetea con el m¨®vil en la mano; est¨¢ reservando un coche en el garaje de Bluemove. Esta compa?¨ªa, junto con Avancar, Respiro, Cochele y ClickCar, es una de las principales empresas de car sharing del pa¨ªs. Un modelo de negocio que, aunque se basa en la econom¨ªa colaborativa, se diferencia de Blablacar o de la pol¨¦mica Uber; ofrece veh¨ªculos para realizar trayectos cotidianos. ¡°Mucha gente no necesita el coche todos los d¨ªas¡±, cuenta Gabriel H. Beaumont, fundador de Bluemove, que arranc¨® en 2010 y posee 70 puntos de recogida en la capital; Avancar ofrece otros 60.
No han pasado ni 15 minutos y Santiago est¨¢ en un parking del centro abriendo con su tarjeta de socio un coche con un conejito azul serigrafiado en su lateral. ¡°La empresa te asegura la disponibilidad¡±, cuenta poco antes de arrancar el motor. ¡°Me organizo, concentro todas las reuniones con mis clientes y despu¨¦s reservo el coche¡±, contin¨²a. Los clientes de Santiago se distribuyen por Madrid y alrededores. Solo usa el coche para visitar a los m¨¢s alejados. El resto del tiempo, combina diversos transportes. ¡°Avanzamos hacia un modelo intermodal¡±, apunta Martin Kagerbauer, investigador del Panel de Movilidad de Alemania, donde el coche compartido convence a m¨¢s de un mill¨®n de personas
El mantenimiento de un coche ronda los 3.000 euros anuales
Santiago no siempre ha hecho esto. Como mucha gente, tuvo un coche: ¡°Luego fui a vivir una temporada cerca de Berl¨ªn y prob¨¦ el car sharing. Cuando regres¨¦ a Espa?a, no lo dud¨¦¡±, relata el dise?ador web. La mitad de los trayectos que se realizan en coche en Europa implica conducir cinco kil¨®metros o menos, seg¨²n datos de la Comisi¨®n Europea. Valorando esta realidad, muchos ciudadanos han empezado a reflexionar sobre su manera de moverse. ¡°Gracias a la crisis valoramos la diferencia entre poseer y utilizar. El paradigma de la propiedad, muy arraigado en Espa?a, se ha roto¡±, dice Ignasi F¨¤bregas, gerente de Avancar, que asegura que en los ¨²ltimos cinco a?os la empresa no ha parado de crecer. Beaumont, por su parte, desglosa la evoluci¨®n de Bluemove: 200 coches, tres ciudades (Madrid, Sevilla y un piloto en M¨¢laga) y 20.000 bluemovers, ¡°usuarios activos, unos 10.000¡±, apunta. ¡°El cambio de los patrones de movilidad es lento¡±, a?ade.
El coche es caro. Aparte de la gasolina, mantenerlo requiere una inversi¨®n de unos 2.000 euros anuales, seg¨²n un estudio del?Instituto para el Ahorro y la Diversificaci¨®n Energ¨¦tica. ¡°Los costes fijos son muy altos frente a unos variables bajos. De ah¨ª que conducir parezca barato¡±, analiza?Pau Noy, presidente de la Fundaci¨®n Movilidad Sostenible y Segura?y parte de la junta directiva de la AECarSharing. Santiago hace sus c¨¢lculos al volante: ¡°Gasto unos 40 euros al mes en coche. En total, 500 al a?o¡±. Los coches compartidos se pagan por hora (desde dos euros la fracci¨®n m¨¢s una tasa por kil¨®metro de entre 0,16 y 0,25 euros, gasolina incluida). ¡°La primera vez que lo utilic¨¦ pens¨¦ que solo se abonaba por tiempo¡±, se queja una usuaria. ¡°Pagu¨¦ bastante m¨¢s de lo que esperaba¡±.
¡°Si esto se fomentara m¨¢s no solo se mejorar¨ªa el aparcamiento o la circulaci¨®n sino que tambi¨¦n se reducir¨ªa la contaminaci¨®n¡±, dice Santiago poco antes de su primera reuni¨®n. Vive en una ciudad, Madrid, con graves problemas de poluci¨®n y donde, a partir de marzo, los d¨ªas con altas cotas de contaminantes se cerrar¨¢ el centro a los autom¨®viles. ¡°El car sharing forma parte del Plan de Calidad del aire y fomenta un nueva cultura de autom¨®vil¡±, dice Elisa Barahona, directora general de sostenibilidad y movilidad del Ayuntamiento de Madrid. ¡°Est¨¢ en el Plan de Movilidad Urbana¡±, responden desde el Consistorio de Barcelona. A pesar de esos gui?os, los defensores del coche compartido se quejan del escaso apoyo pol¨ªtico en Espa?a. ¡°Par¨ªs, Berl¨ªn o Londres contemplan el car sharing en sus pol¨ªtica; se trata un servicio de inter¨¦s general¡±, opina Pau Noy, que defiende la aprobaci¨®n de un Plan Nacional de fomento de su uso.
En 2020 habr¨¢ en todo el mundo 15 millones de usuarios de ¡®car sharing¡¯
En 2020 se estima que habr¨¢ en el mundo m¨¢s de 15 millones de conductores que comparten, seg¨²n un estudio de la consultor¨ªa brit¨¢nica Frost & Sullivan. ¡°Cada coche compartido es utilizado por una media de entre 30 y 60 conductores por lo que supone una racionalizaci¨®n de los veh¨ªculos con implicaciones socioecon¨®micas y ambientales¡±, a?ade Noy. A pesar de ello, los fabricantes de coches no estan preocupados. ¡°Cambian los modos, pero las necesidades de moverse aumentan. El car sharing no conlleva un descenso de ventas¡±, dicen desde la Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Autom¨®viles.
Para Santiago todo es positivo. Tanto que publicita el car sharing cada vez que lo usa. ¡°Me preguntan en los sem¨¢foros y ya tengo dos amigos inscritos¡±, dice. Poco antes de devolver el veh¨ªculo en el parking donde lo recogi¨®, recuerda ese d¨ªa que, nada m¨¢s arrancar el coche, comenz¨® a sonar Fito y los Fitipaldis. ¡°El cd no era m¨ªo¡±. ¡°Lo escuch¨¦ y lo dej¨¦ all¨ª. La buena m¨²sica, como el coche, tambi¨¦n se comparte¡±.
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