Moren¨¦s renuncia al poder de nombrar jueces militares
Ser¨¢n propuestos por el Poder Judicial y refrendados por Justicia
En 1976, el rey Juan Carlos renunci¨® al nombramiento de obispos, un privilegio anacr¨®nico heredado de Franco. Ahora el ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s, ha renunciado a nombrar jueces militares, un poder no menos extempor¨¢neo en democracia ¡ªdonde se supone que impera la separaci¨®n de poderes¡ª, que recibi¨® de sus antecesores en el cargo.
El Grupo Popular ha presentado un paquete de enmiendas al C¨®digo Penal Militar, actualmente en tramitaci¨®n en el Congreso, que reforman profundamente la jurisdicci¨®n castrense, cuestionada por su subordinaci¨®n al poder ejecutivo.
En adelante, el ministro de Defensa ya no podr¨¢ presentar una terna al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que este designe a los magistrados de la Sala de lo Militar del Supremo procedentes del Cuerpo Jur¨ªdico Militar (cuatro de ocho), sino que este podr¨¢ elegir libremente entre generales consejeros togados y generales auditores en servicio activo con aptitud para el ascenso.
M¨¢s importante a¨²n, el presidente del Tribunal Militar Central (TMC)¡ªc¨²spide de la jurisdicci¨®n castrense, solo por debajo del Supremo¡ª ya no ser¨¢ nombrado por decreto del ministro de Defensa, sino ¡°refrendado por el ministro de Justicia, a propuesta del CGPJ¡±. Del mismo modo, se nombrar¨¢ a los vocales de dicho tribunal, a quienes hasta ahora designaba el ministro de Defensa a propuesta de la Sala de Gobierno del TMC. Eso s¨ª, el CGPJ deber¨¢ o¨ªr a la Sala de Gobierno del Tribunal Militar Central y elegir entre generales jur¨ªdicos en activo o en la reserva.
Tambi¨¦n el presidente y los vocales de los tribunales territoriales y los titulares de los juzgados togados ser¨¢n nombrados por el CGPJ, a propuesta de la Sala de Gobierno del TMC, y no por el ministro de Defensa. Se elimina igualmente la posibilidad de que este ¨²ltimo designe a jueces militares para que acompa?en a las tropas al exterior.
La reforma (que, al plantearse v¨ªa enmiendas, no se ha sometido a informe previo del CGPJ) es una de las m¨¢s profundas realizadas en la jurisdicci¨®n castrense, al hacer que los nombramientos pasen a depender del Poder Judicial y no del ministro. Eso no significa que este pierda todas sus prerrogativas: conserva, por ejemplo, la de dar ¨®rdenes al fiscal militar, algo inconcebible en la justicia ordinaria.
La reforma permite que generales en la reserva se incorporen al TMC (para evitar que la recusaci¨®n de alguno de sus miembros impida completar el tribunal) y redise?a el mapa de la jurisdicci¨®n castrense, con la desaparici¨®n de los juzgados de Cartagena (Murcia), San Fernando (C¨¢diz) M¨¢laga, Palma de Mallorca y Burgos.
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