Asuntos Internos investiga a Villarejo y este denuncia al jefe de la unidad
Villarejo y Mart¨ªn, con cargos sensibles en la direcci¨®n de la Polic¨ªa, se acusan de delitos
Una pelea de efectos expansivos a¨²n desconocidos se libra desde hace meses en el palacete de la madrile?a calle de Miguel ?ngel, sede de la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa. El comisario Jos¨¦ Manuel Villarejo ¡ªel ¡°agente encubierto¡± con empresas millonarias que se reuni¨® con Ignacio Gonz¨¢lez¡ª ha denunciado por imputarle hechos falsos al jefe de la Unidad de Asuntos Internos, Marcelino Mart¨ªn Blas, quien a su vez investiga a Villarejo y su entorno en tres casos oscuros, seg¨²n han reconocido todas las partes implicadas. Dos de ellos afectan a Villarejo directamente y un tercero, a su hijo.
El enfrentamiento, a veces cercano a las manos, se ha entrecruzado con investigaciones de ambos sobre casos como el de la mafia china del empresario Gao Ping, las andanzas de Francisco Nicol¨¢s G¨®mez Iglesias (El Peque?o Nicol¨¢s), el ¨¢tico en Estepona del presidente madrile?o, la fortuna de los Pujol... La chispa salt¨® cuando los hombres de Mart¨ªn Blas involucraron al hijo de Villarejo en la trama de Gao, as¨ª como a Carlos Salamanca, comisario de Barajas e ¨ªntimo amigo de Villarejo. La pugna estall¨® a las puertas de Eugenio Pino, director adjunto operativo (DAO), a cuyas ¨®rdenes est¨¢n los dos comisarios y que han trabajado en todos los casos sensibles como fontaneros (investigadores en la sombra) que son.
Mart¨ªn Blas tambi¨¦n involucr¨® a Villarejo en una trama policial de supuesta extorsi¨®n a un empresario indio (Taranchand Varna), detenido como supuesto cabecilla de una red de blanqueo y tr¨¢fico de medicamentos. La respuesta del comisario Villarejo fue denunciar al responsable de Asuntos Internos en los tribunales y ante el DAO. Para entonces, comentan altos cargos policiales, ya medio cuerpo policial hab¨ªa tomado partido. Y parec¨ªa ganar Villarejo, por su capacidad de influencia, sus contactos, su historial y, sobre todo, por la ingente cantidad de informaci¨®n que guarda (¡°tengo un terabit de datos¡±, ha dicho a conocidos suyos).
El punto de no retorno en la relaci¨®n fue culpa del Peque?o Nicolas: Asuntos Internos grab¨® una reuni¨®n del joven con una persona en un parque p¨²blico. Pese a que esa persona se parec¨ªa remotamente a Villarejo, Mart¨ªn Blas se?al¨® en su informe, aunque con dudas, que el personaje borroso del v¨ªdeo era el famoso comisario encubierto. Y este denunci¨® a Mart¨ªn Blas, otra vez, ante el DAO y en los tribunales.
La ¨²ltima pelea de Villarejo se ha debido a la divulgaci¨®n de la grabaci¨®n de la conversaci¨®n que en noviembre de 2011 mantuvo con Ignacio Gonz¨¢lez. Esta vez ha sido con el comisario que le acompa?¨® a ese encuentro en la pasteler¨ªa la Mallorquina, en la Puerta del Sol, Enrique Garc¨ªa Casta?o. Este desconoc¨ªa que Villarejo le hab¨ªa grabado y que hab¨ªa hecho una minuta del encuentro. Y se lo han echado en cara.
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