Populismos de la plebe y de la ¨¦lite
Esperanza Aguirre representa la quintaesencia del liderazgo populista
El consenso entre los analistas ha concluido que el presidente Mariano Rajoy se equivoc¨® al optar por Esperanza Aguirre como alcaldable de Madrid. Con ello esperaba quit¨¢rsela de encima tanto si perd¨ªa como si ganaba, pero, evidentemente, le ha salido el tiro por la culata. Y ahora la lideresa campa de nuevo por sus respetos haciendo de su capa un sayo mientras se pone a todo el mundo por montera: al presidente, a su partido, a la prensa y al electorado. Pues diga lo que quiera y haga lo que le salga, ella siempre sacar¨¢ provecho del culto medi¨¢tico a su bizarra personalidad, como si gozase de licencia para la irresponsabilidad.
Es el sino de la actual democracia de audiencia (Bernard Manin), solo fundada en el personalismo del liderazgo. Y tanto m¨¢s cuanto la presente crisis de representaci¨®n ha determinado el recurso al populismo como ¨²nica vacuna contra la epidemia de desafecci¨®n pol¨ªtica. De ah¨ª el declive de los pol¨ªticos tradicionales, opacos y redundantes y el ascenso irresistible de estrellas nacientes tan vistosas como fugaces: Barak Obama, Beppe Grillo, Yanis Varoufakis o, entre nosotros, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Pedro S¨¢nchez.
?Y Esperanza Aguirre? Como es obvio, constituye la ant¨ªtesis del pretendido paradigma de la nueva pol¨ªtica en sustituci¨®n de la vieja, puesto que su padrino fue no ya el fat¨ªdico Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, sino mucho antes el castizo Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano (exalcalde de Madrid). Y, adem¨¢s, carga con un pasado lleno de cad¨¢veres en el armario: el tamayazo, las ruinosas radiales, el ser la cazatalentos de carteles como la P¨²nica y la G¨¹rtel¡ Eppur si muove: pese a ello funciona. ?Cu¨¢l es su truco?
La verdad es que la lideresa representa la quintaesencia del liderazgo populista. Cuando se le llena la boca de descalificaciones contra Podemos, se le podr¨ªa aplicar perfectamente una par¨¢frasis de Gustavo Adolfo B¨¦cquer: ¡°?Qu¨¦ es populismo? ?Y t¨² me lo preguntas? Populismo eres t¨²¡±. Pues, en efecto, la caracter¨ªstica principal del ¨¦xito de Aguirre consiste en saber ganarse la adhesi¨®n del pueblo llano no a fuerza de Logos (argumentos racionales), sino a base de Ethos (tras identificarse como ¡°uno de los vuestros¡±) y, sobre todo, de Pathos (al congraciarse con el humor y la sensibilidad de sentido com¨²n).
Ahora bien, populismos hay muchos, y aqu¨ª distinguir¨¦ tres grandes variantes. Ante todo, est¨¢ el populismo desde dentro (etnoc¨¦ntrico y endog¨¢mico), que descarga su victimismo colectivo sobre los extra?os y los parias a los que pretende sacrificar como chivos expiatorios. Afortunadamente, este populismo xen¨®fobo no se da en Espa?a m¨¢s que en su variante nacionalista.
Despu¨¦s est¨¢ el populismo desde abajo (heredero de la instituci¨®n latina de los tribunos de la plebe), que construye mayor¨ªas populares mediante su integraci¨®n antag¨®nica contra las ¨¦lites dirigentes: es el modelo que teoriz¨® Laclau y hoy aplica Podemos entre nosotros.
Y, por ¨²ltimo, queda el populismo elitista desde arriba (heredero del panem et circenses del Imperio romano), que compra la adhesi¨®n popular mediante fiestas y sobornos o espect¨¢culos y subvenciones. Es este ¨²ltimo el modelo Berlusconi, al que se acoge Aguirre, que de liberal no tiene nada, como pretende (igual que Podemos tampoco tiene nada de socialdem¨®crata), puesto que lo suyo es el proteccionismo, el intervencionismo y el paternalismo.
Queda por ver en esta contienda de populistas (como la guerra de Mario y Sila) qui¨¦n saldr¨¢ ganador, si el populismo de la plebe o el de la ¨¦lite.
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