Elecciones andaluzas especiales

Las elecciones andaluzas del pr¨®ximo fin de semana cuentan con un plus de curiosidad a?adido y una dosis de emoci¨®n extraordinaria; al ser las primeras que se convocan tras el terremoto que sobrevendr¨¢ al edificio pol¨ªtico espa?ol, seg¨²n lo previsto por los institutos de opini¨®n y el propio Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) desde meses atr¨¢s.

Conforme se acerca la fecha de los comicios estas perspectivas se est¨¢n moderando y la traducci¨®n en votos reales de las expectativas de las nuevas fuerzas pol¨ªticas, como Podemos y Ciudadanos se desplazan a resultados menos espectaculares. De confirmarse estos pron¨®sticos y con todas las cautelas de correr el riesgo de adelantar previosiones las sorpresas podr¨ªan ser menores. Hay cambios en el edificio pol¨ªtico, pero como dir¨ªa un castizo dentro de un orden. El bipartidismo sumar¨ªa m¨¢s del 63% de los votos y el PSOE revalidar¨ªa una vez m¨¢s su posici¨®n de fuerza m¨¢s votada alcanzando una cifra de esca?os alrededor de 50 que le permitir¨¢ tener m¨¢s de una opci¨®n para formar gobierno con Izquierda Unida o Ciudadanos.

El Partido Popular navegar¨ªa de su mejor resultado con 50 esca?os en el 2012 a 33 sillones en el parlamento andaluz. Y el resto de esca?os se repartir¨ªan entre Podemos, Izquierda Unida y Ciudadanos con 11, 8 y 7 respectivamente. El pretendido y cacareado protagonismo de Podemos y su entronizaci¨®n como fuerza alternativa a Partido Popular y PSOE, al menos en estos resultados previsibles de Andaluc¨ªa, se desvanece y queda muy lejos de los 20 esca?os que Izquierda Unida consiguiera en 1994.

El parlamento pasa de tres fuerzas representadas a cinco, pero conviene recordar que con El Partido Andalucista siempre fueron cuatro formaciones las que compusieron el arco andaluz. C¨¢mara que siempre se ha movido en una representaci¨®n mayoritariamente de izquierda, repartida en dos partidos con una horquilla oscilante entre los 65 a 67 y que en esta ocasi¨®n podr¨ªa reforzar esa deriva con un total de 69 esca?os, distribuida ahora entre tres formaciones (PSOE; IU y Podemos). Probablemente lo m¨¢s significativo de estos resultados seria la fragmentaci¨®n del centro derecha con la aparici¨®n de Ciudadanos, que ocupar¨ªa con mucho m¨¢s ¨¦xito el papel desempe?ado en el pasado por el Partido Andalucista y abre expectativas de una modificaci¨®n del panorama electoral espa?ol que terminar¨ªa con la ocupaci¨®n del territorio pol¨ªtico por el Partido Popular desde la extrema derecha al centro que construy¨® Aznar.

La aparici¨®n de Ciudadanos configura esa novedad y jugar¨ªa un papel de partido bisagra, que si se extrapolara al conjunto de Espa?a abrir¨ªa una etapa distinta de la de hasta ahora, caracterizada por las mayor¨ªas absolutas que inaugurara Felipe Gonz¨¢lez en 1982. De confirmarse estos primeros indicios y con las cautelas de extrapolar al resto de Espa?a estas tendencias, podr¨ªamos sacar dos conclusiones apresuradas y provisionales: que el pa¨ªs se puede gobernar con estabilidad y los populismos baratos con pedigr¨ªes universitarios tienen ¨¦xito limitado en la parroquia. El domingo lo empezaremos a saber. De momento son especulaciones.