Invertir en nuevos f¨¢rmacos para ahorrar en h¨ªgados

Lo que sucede en un quir¨®fano del hospital madrile?o Gregorio Mara?¨®n, esta noche de un mi¨¦rcoles cualquiera, es algo parecido a la magia: durante dos horas y media, dos cirujanos asistidos por un equipo m¨¦dico de diez personas trabajan como un pulpo dentro de la cavidad abdominal de Luis Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez, de 57 a?os, para extraer su h¨ªgado enfermo.

Dos anestesistas controlan en todo momento la operaci¨®n: vigilan al minuto las constantes vitales del paciente a trav¨¦s de una decena de monitores que parecen la consola de un transbordador espacial. Sistem¨¢ticamente realizan anal¨ªticas, recogen informaci¨®n de lo que sucede y corrigen el rumbo si alg¨²n par¨¢metro se descontrola o hay una emergencia. La lucha es ardua, milim¨¦trica, no es f¨¢cil liberar el ¨®rgano cirr¨®tico y dejar listas la vena porta, la cava superior, la arteria hep¨¢tica y la v¨ªa biliar de Luis para anastomosarlas (conectarlas quir¨²rgicamente) al h¨ªgado sano. De pronto, en el abdomen de Luis aparece un hueco enorme: es la fase anhep¨¢tica (sin h¨ªgado), que en ning¨²n caso puede durar m¨¢s de 45 minutos. La tensi¨®n del equipo m¨¦dico llega al m¨¢ximo cuando la sangre vuelve a entrar al ¨®rgano por la vena porta y el h¨ªgado empieza a funcionar.

Luis recibe entonces la primera dosis de inmunosupresores para evitar el rechazo. Deber¨¢ seguir con esta medicaci¨®n de por vida, algo caro para el sistema de salud ¡ªel precio es de unos 300 euros al mes¡ª pero imprescindible para que no haya complicaciones.

Bebedor de cerveza, Luis Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez necesitaba un h¨ªgado nuevo desde que el pasado verano le diagnosticaron una cirrosis descompensada. Esto le provocaba una severa ascitis (retenci¨®n de l¨ªquido), lo que obligaba a extraerle todas las semanas entre 8 y 13 litros del abdomen con una aguja. Tuvo mucha suerte. El 7 % de los pacientes en lista de espera fallece esperando un h¨ªgado sano. A ¨¦l le hab¨ªan dado un a?o de vida si no recib¨ªa el trasplante, pero la llamada telef¨®nica del Gregorio Mara?¨®n lleg¨® a tiempo.

Un trasplante hep¨¢tico en Estados Unidos cuesta 517.000 euros, en Espa?a hasta 100.000

Espa?a es el segundo pa¨ªs de la Uni¨®n Europea, por detr¨¢s de Francia, con m¨¢s trasplantes de h¨ªgado realizados ¡ªsu actividad representa ya el 5,4% de los 21.000 injertos hep¨¢ticos practicados anualmente en el mundo¡ª. En Espa?a, 2.300 personas requieren de un trasplante cada a?o. Pero la demanda de ¨®rganos es superior a la oferta: en 2014 se realizaron en nuestro pa¨ªs 1.100 intervenciones. Aunque las causas que provocan da?os en el h¨ªgado y obligan a un trasplante son diversas, hay una que se llama hepatitis C y es especialmente sangrante. Lo es porque esta enfermedad, que en un 30% de los casos deriva en cirrosis o en c¨¢ncer, hoy es curable gracias a los nuevos medicamentos disponibles.

Un tercio de los trasplantados en Espa?a el a?o pasado ten¨ªa virus C. ¡°Tratar a estos pacientes antes de que su estado de salud se deteriore evitar¨ªa que muchos necesitaran un trasplante, con lo que habr¨ªa m¨¢s h¨ªgados disponibles para otros enfermos¡±, asegura Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Sabrido, jefe del principal servicio de cirug¨ªa del Gregorio Mara?¨®n, hospital que empez¨® con el programa de trasplantes hep¨¢ticos en 1990 y donde ya se han practicado m¨¢s de un millar. Sabrido da dos datos demoledores: ¡°Cuando se incluye a un paciente en la lista de espera la posibilidad de muerte al a?o, si no recibe un h¨ªgado sano, es mayor del 50%... Y todos los a?os las indicaciones de trasplante crecen, mientras que la disponibilidad de ¨®rganos est¨¢ estabilizada¡±.

Los nuevos tratamientos contra la hepatitis C tienen un 90% de efectividad y apenas efectos secundarios, pero son caros. Uno de 12 semanas con sofosbuvir (Sovaldi) alcanza los 25.000 euros por paciente, pero debe administrarse en combinaci¨®n con otros medicamentos, con lo que el precio total del tratamiento puede superar los 40.000. Hasta ahora los criterios para prescribirlos han sido muy estrictos, si bien el Gobierno acaba de aprobar un plan para dispens¨¢rselo a al menos 52.000 enfermos, aunque sin concretar la financiaci¨®n.

¡°Yo no s¨¦ lo que cuesta un trasplante, pero hay que ser muy descarado para negarle el tratamiento a alguien¡­¡±, dice Fernando Abu¨ªn Arias, infectado con virus C y reci¨¦n trasplantado, en una habitaci¨®n del sexto piso del Gregorio Mara?¨®n. En 2005 le diagnosticaron una cirrosis que degener¨® en c¨¢ncer, y desde entonces este montador de estanter¨ªas met¨¢licas se hizo cuatro veces el viejo tratamiento contra la Hepatitis C (con interfer¨®n y ribavirina), pero no dio resultado. Abu¨ªn sigui¨® trabajando. El d¨ªa que le llamaron para el trasplante estaba subido a una estanter¨ªa de 9 metros de altura. La intervenci¨®n fue un ¨¦xito, pero a¨²n necesita tratamiento. ¡°Dicen que ahora me dar¨¢n los nuevos medicamentos, vamos a ver si es verdad¡­¡±, explica con sus 100 grapas en el abdomen, la cicatriz del trasplante de h¨ªgado, en forma de Y invertida (una ¡°Mercedes¡±, en el argot m¨¦dico). ¡°Si no recibe esos f¨¢rmacos para la hepatitis C, el ¨®rgano se contaminar¨¢ de nuevo y probablemente dentro de un tiempo volver¨¢ a requerir otro trasplante¡±, explica Sabrido.

La Agencia de Trasplantes de Estados Unidos cifra en aproximadamente 517.000 euros el costo de un trasplante de h¨ªgado en los primeros seis meses. En Espa?a no hay un c¨¢lculo fijo, pero puede estar entre 60.000 y 100.000 euros, seg¨²n diversas fuentes. A ello hay que sumar el precio de la medicaci¨®n inmunosupresora de por vida y el de la atenci¨®n m¨¦dica ordinaria, que tampoco es despreciable. ¡°Pero no es esa la ¨²nica cuenta a sacar¡±, comenta la hepat¨®loga Mar¨ªa Magdalena Salcedo en la planta sexta del Gregorio Mara?¨®n. Salcedo no habla de dinero sino de la dimensi¨®n humana de los trasplantes, e invita a dar una vuelta por la sala. De las 11 camas destinadas a trasplantados, varias est¨¢n ocupadas por pacientes operados hace tiempo y que ahora son atendidos de diversas dolencias o pasan revisiones ordinarias.

Uno de ellos es Juan Tom¨¢s S¨¢nchez, de 29 a?os. Le hicieron el trasplante hace 8 a?os por una hepatitis B fulminante. A este agente de publicidad le salvaron la vida por pocos d¨ªas: tan mal lleg¨® al Mara?¨®n que entr¨® en la categor¨ªa de ¡°Urgencia Cero¡±, la m¨¢xima gravedad, lo que implica pasar al primer lugar de la lista de espera. En otra cama, In¨¦s R¨ªos, de 25 a?os, est¨¢ en observaci¨®n por una fiebre que no remite. Portadora de cirrosis biliar primaria, una enfermedad autoinmune que destruye las v¨ªas biliares, fue trasplantada en octubre de 2014, despu¨¦s de un periplo de hospital en hospital mientras estudiaba la carrera de arquitectura t¨¦cnica.

El tratamiento con inmunosupresores para los pacientes trasplantados es de por vida

Dentro de poco subir¨ªa del quir¨®fano Luis Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez. Llevaba poco tiempo en lista de espera, pero gracias a que su tipo sangu¨ªneo era poco com¨²n, el primer ¨®rgano compatible fue para ¨¦l. Le llamaron a casa despu¨¦s de comer, y en una hora le estaban haciendo pruebas en el hospital, aunque en realidad el engranaje del trasplante hab¨ªa comenzado a girar horas antes. Desde que el donante falleci¨® en un hospital, se comunic¨® la disponibilidad del ¨®rgano a la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT), que tras consultar la lista de espera lo ofreci¨® al Gregorio Mara?¨®n. El h¨ªgado sano viaj¨® en avi¨®n desde otra provincia ¡ªen caso de distancias menores de 300 kil¨®metros, se traslada por carretera¡ª conservado en fr¨ªo y con una soluci¨®n de preservaci¨®n. Ahora, ya en el cuerpo de Luis, la vida contin¨²a. Si todo marcha bien, en dos semanas la doctora Salcedo le dar¨¢ el alta m¨¦dica y dentro de poco podr¨¢ hacer casi vida normal.

Hacen falta h¨ªgados en Espa?a, por eso duele m¨¢s la Hepatitis C: muchos enfermos, como Luis, Juan Tom¨¢s e In¨¦s, esperan entrar a un quir¨®fano como el del Mara?¨®n y que se haga el milagro.