Un escenario m¨¢s abierto

El Bar¨®metro de Clima Social de Metroscopia de abril, lejos de ofrecer un escenario de estabilidad, arroja cada vez m¨¢s incertidumbre sobre nuestro panorama pol¨ªtico. Los datos apuntan a dos tendencias claras, configur¨¢ndose una gran igualdad entre las cuatro formaciones pol¨ªticas. En primer lugar, Podemos parece estancarse en sus apoyos y se sit¨²a significativamente por debajo de los porcentajes que mostraba hace unos meses. En segundo lugar, el Partido Socialista, el Partido Popular y Ciudadanos siguen trayectorias ascendentes.

Para entender estos cambios, debemos detenernos en las variaciones que han sufrido sus apoyos en los grupos sociales m¨¢s relevantes. Desde el punto de vista ideol¨®gico, la ca¨ªda de la formaci¨®n de Pablo Iglesias se ha concentrado en aquellos que se sit¨²an en el espacio de la izquierda que comparte con el PSOE. As¨ª, en un mes, Podemos ha perdido seis puntos de intenci¨®n directa de voto, mientras que el Partido Socialista ha ganado casi siete puntos. La subida del PP s¨®lo se entiende por un ligero ascenso en el centro y, sobre todo, entre sus votantes m¨¢s conservadores. Y el afianzamiento de Ciudadanos se debe especialmente a que ha consolidado su posici¨®n central. De hecho, en estos momentos, el partido de Albert Rivera es el primero en intenci¨®n directa de voto entre aquellos que se definen como de centro.

Por grupos de edad, la ca¨ªda de Podemos se concentra especialmente entre los m¨¢s j¨®venes (menores de 35 a?os), donde perder¨ªa nueve puntos de intenci¨®n directa de voto, recogiendo una parte relevante de estos votantes el Partido Socialista. Por lo tanto, los cambios electorales parecen responder a una reconfiguraci¨®n interna de los apoyos en cada formaci¨®n.

Junto a estas variaciones hay una segunda conclusi¨®n que comienza a afianzarse. Los datos apuntan a que se est¨¢n configurando dos Espa?as muy distintas pol¨ªticamente. Por un lado tenemos al espacio mucho m¨¢s urbano y joven que podr¨ªamos situar en los municipios de m¨¢s de 50.000 habitantes y entre aquellos que tienen menos de 55 a?os. Es, seguramente, la Espa?a del futuro. Entre estos votantes se registra un empate entre las cuatro formaciones pol¨ªticas, configur¨¢ndose un escenario claramente multipartidista. Por otro lado, tenemos la Espa?a m¨¢s rural y la de los mayores de 55 a?os. Aqu¨ª los dos partidos tradicionales siguen teniendo amplios apoyos. As¨ª, entre las personas de m¨¢s edad, PP y PSOE duplican en intenci¨®n directa de voto a Ciudadanos y Podemos. Si la divisi¨®n es rural-urbano, los partidos tradicionales siguen manteniendo el liderazgo en los municipios de menos de 50.000 habitantes, mientras que Ciudadanos aparece muy descolgado respecto al resto de formaciones y Podemos es el ¨²nico partido que posee una transversalidad en sus apoyos.

En definitiva, cuando estamos al comienzo de un a?o electoral trepidante, a¨²n es una inc¨®gnita saber qui¨¦n ganar¨ªa unas elecciones. El grado de volatilidad existente explica que los apoyos internos de cada formaci¨®n pol¨ªtica var¨ªen mes a mes. El segundo interrogante es hasta qu¨¦ punto esa Espa?a joven y urbana puede acabar consolid¨¢ndose como un espacio pol¨ªtico para las nuevas formaciones. Todo depender¨¢ de que los partidos tradicionales sepan adecuarse a los nuevos tiempos.?