M¨¢s de 120.000 personas no reciben los anticoagulantes que necesitan
Un informe denuncia que las comunidades endurecen los requisitos de las gu¨ªas terap¨¦uticas para no darles los f¨¢rmacos m¨¢s modernos -y caros-
Al menos 120.000 personas no est¨¢n recibiendo los nuevos anticoagulantes orales (Naco por sus siglas) que les corresponder¨ªan si se aplicaran las gu¨ªas del Ministerio de Sanidad (los IPT, informes de posicionamiento terap¨¦utico), seg¨²n el informe Adecuaci¨®n de la prescripci¨®n de los nuevos anticoagulantes orales (Naco) en Espa?a. Propuestas de mejora que se ha presentado el jueves 14 de mayo en Madrid. Este trabajo ha sido liderado por Jos¨¦ Ram¨®n Gonz¨¢lez-Juanatey, presidente de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa (SEC). Seg¨²n este, en Espa?a hay unas 800.000 personas que necesitan tomar anticoagulantes para evitar trombos e ictus. Para ellos, el medicamento de referencia es el Sintrom, un f¨¢rmaco con a?os de recorrido pero que implica realizarse controles peri¨®dicos (semanales) para ajustar la dosis. Pero entre un 30% o un 40% de estas personas (de 240.000 a 320.000 personas) no consigue controlar su nivel de coagulaci¨®n con ellos.
La aprobaci¨®n en 2009 de una nueva familia de medicamentos, los Naco, supuso ampliar el arsenal terap¨¦utico con varias ventajas (no hay que ajustar la dosis, se toma por v¨ªa oral, no hay que ir al ambulatorio peri¨®dicamente) y alguna desventaja (es bastante m¨¢s caro -90 euros frente a 12 al mes-, no hay un ant¨ªdoto ¨Caunque hay uno en ensayo- que permita anular su efecto a voluntad si, por ejemplo, el paciente sufre una hemorragia o hay que operarle). Pero su entrada est¨¢ siendo ¡°lenta y desigual¡±, dice Gonz¨¢lez-Juanatey. Tras una fuerte pol¨¦mica inicial entre partidarios y contrarios, el Ministerio de Sanidad public¨® hace cuatro a?os una gu¨ªa para su uso: en principio, los pacientes que necesiten anticoagulaci¨®n ¨Cpor ejemplo, los que tengan fibrilaci¨®n auricular- usar¨¢n acenocumarol (el principio activo del Sintrom) u otras mol¨¦culas con el mismo efecto. Cuando este tratamiento no consiga su objetivo ¨Cel caso m¨¢s extremo es el del paciente que sufre un ictus o una hemorragia cerebral pese a tomarlo- deber¨¢ recibir un Naco.
El cardi¨®logo calcula que solo el 15% de los pacientes que necesitan anticoagulaci¨®n (unas 120.000 personas) est¨¢n recibiendo un Naco. Si se tiene en cuenta que mal controlados hay al menos 240.000 pacientes, eso quiere decir que menos de la mitad de quienes lo necesitan est¨¢n siendo bien tratados. Con todo ha habido un avance. Hace un a?o se calculaba que el tratamiento llegaba al 9% de quienes necesitaban anticoagulaci¨®n.
¡°Est¨¢ claro que tiene que haber pacientes prioritarios en los que el coste-eficacia del tratamiento es mayor, pero se est¨¢ yendo muy despacio¡±, afirma el m¨¦dico. ¡°El informe del ministerio se aplica de manera heterog¨¦nea entre las comunidades aut¨®nomas. Cada una hace una adaptaci¨®n, pero los prescriptores tenemos que sensibilizarnos de hasta d¨®nde nos permite llegar la norma del financiador¡±, que es la Administraci¨®n, a?ade.
Gonz¨¢lez-Juanatey admite que al principio hubo muchos recelos por parte de los propios profesionales para recetar este f¨¢rmaco, pero cree que ¡°se est¨¢n superando¡±. ¡°Cada vez tenemos m¨¢s evidencia del mundo real¡± de su utilidad y seguridad.
Precisamente, este ¨²ltimo aspecto ha sido uno de los usados por los contrarios a los nuevos f¨¢rmacos. En su primer a?o de uso, la Agencia estadounidense de la Alimentaci¨®n y el Medicamento (FDA) indic¨® que era el producto qu¨¦ m¨¢s reacciones adversas hab¨ªa comunicado. El cardi¨®logo explica: ¡°En cuanto a sangrados digestivos, no hay grandes diferencias con los otros f¨¢rmacos. S¨ª que hay un mayor riesgo de hemorragia intracraneal¡±, que es algo que habr¨¢ que tener en cuenta con cada paciente. No es lo mismo el que est¨¢ mal controlado por infratratado, y no consigue bajar su indicador de coagulaci¨®n, que el caso contrario, en cuyo caso uno de los riesgos es, precisamente, que aumenten los sangrados.
¡°El debate es est¨¦ril. Hay amplia evidencia de su coste-eficacia¡±, rebate el m¨¦dico. ¡°Otra cosa es que debatamos si hay que desbordar el IPT¡±, dice. Se refiere, por ejemplo, a estudios que apuntan a que los Naco podr¨ªan ser utilizados como primera opci¨®n de tratamiento, y no solo cuando el acenocumarol falla.
En el trabajo han participado tambi¨¦n Cristina Avenda?o, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Farmacolog¨ªa Cl¨ªnica; Carmen Su¨¢rez, jefa del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de la Princesa, de Madrid, y Julio L¨®pez Bastida, economista de la salud. ¡°Hemos sido absolutamente independientes¡±, afirma Gonz¨¢lez-Juanatey, quien apunta que el laboratorio Daiichi Sankyo, que aparece como colaborador del trabajo y que tiene intereses en esta ¨¢rea, se ha limitado a ¡°financiar la impresi¨®n del estudio¡±. ¡°Nuestro objetivo no es recomendar un medicamento concreto, sino homogeneizar el marco de aplicaci¨®n en Espa?a¡±, concluye.
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