Reabierto el caso por supuesta discriminaci¨®n a una ni?a transexual

Un juzgado de M¨¢laga investigar¨¢ si el colegio concertado de la capital en el que estudiaba la ni?a transexual que se cambi¨® de centro porque no se admit¨ªa su identidad de g¨¦nero y se le daba trato de var¨®n supuestamente deneg¨® la prestaci¨®n de un servicio p¨²blico por motivo discriminatorio. La Audiencia Provincial ha estimado parcialmente el recurso presentado por la familia de la menor contra la inadmisi¨®n de una querella por estos hechos y ha ordenado al Juzgado de Instrucci¨®n 10 que tome declaraci¨®n a la directora, una de las personas contra las se dirigi¨®. La otra era el obispo de M¨¢laga, Jes¨²s Catal¨¢, aunque la Secci¨®n Segunda entiende que del relato de la denuncia no se presume su participaci¨®n.

El colegio no acat¨® las instrucciones de Educaci¨®n para que la peque?a pudiera llevar la falda del uniforme. La ni?a sol¨ªa vestir el atuendo de deporte, que es unisex, y tras varios meses de conflicto, los padres optaron en febrero de 2014 por cambiarla de centro. Unas semanas m¨¢s tarde, se querellaron contra la directora del colegio y el obispo de M¨¢laga, que preside la fundaci¨®n religiosa a la que pertenece, al entender que se le hab¨ªa denegado la prestaci¨®n de un servicio p¨²blico por discriminaci¨®n, delito recogido en el art¨ªculo 511.1 del C¨®digo Penal.

El Juzgado de Instrucci¨®n 10 rechaz¨® la querella en septiembre del a?o pasado al entender que no exist¨ªa infracci¨®n penal y que los hechos denunciados no ten¨ªan encaje en el art¨ªculo que se alegaba. La Audiencia corrige ahora esa resoluci¨®n y afirma que la negativa a la petici¨®n de la madre para que su hija pudiera asistir al centro con falda, teniendo en cuenta el momento en que se encuentra el procedimiento, es ¡°encuadrable¡± en ese precepto penal.

Para la Sala, las personas contra las que se dirige la querella ¡°tienen la obligaci¨®n¡± como responsables del centro escolar de favorecer la prestaci¨®n de la ense?anza, que es un servicio p¨²blico, y la lesi¨®n al bien jur¨ªdico se estar¨ªa produciendo con su negativa, ¡°independientemente¡± de que la ni?a llegara a acudir o no al colegio con el uniforme femenino.

La familia entend¨ªa que se hab¨ªa negado el derecho a la educaci¨®n porque, cuando fue requerido por la Delegaci¨®n, el centro contest¨® que si la peque?a acud¨ªa a clase con falda, ser¨ªa llevada a una sala y se llamar¨ªa a su madre para decirle que as¨ª ¡°no pod¨ªa acceder al aula¡±. Esto, se?ala el tribunal, fundamenta indiciariamente que se deniega la prestaci¨®n de ese servicio.

Que esa negativa sea causa de una discriminaci¨®n se concretar¨ªa en que a una ni?a transexual no se le permite elegir el uniforme que se ajusta a su orientaci¨®n sexual. ¡°Entendida, no como una atracci¨®n er¨®tica hacia otro ¨Cque es la ¨²nica acepci¨®n que parece aceptar la resoluci¨®n recurrida - , sino como manifestaci¨®n externa del g¨¦nero de cada persona¡±, a?ade el auto de la Secci¨®n Segunda.

Para el tribunal ¡°no resulta descartable¡± que haya existido un comportamiento ¡°arbitrario y ¨²nico¡± para un sujeto concreto y por razones discriminatorias por su orientaci¨®n sexual, y por eso acuerda admitir la querella respecto a la directora del colegio y ordena tomarle declaraci¨®n y hacer cualquier diligencia que se derive de la instrucci¨®n . Sobre el obispo, entiende que del relato de los hechos ¡°no resulta¡± su participaci¨®n en los mismos.

En pleno conflicto, la Junta revis¨® el concierto que mantiene con el colegio y lo mantuvo, aunque hizo un apercibimiento para que retirara de sus normas de funcionamiento la obligatoriedad de llevar uniforme. El tribunal, en su auto, aprecia ¡°un importante grado de inhibici¨®n¡± en este asunto de la Administraci¨®n auton¨®mica, que se limit¨® a ¡°recomendar¡± al centro escolar la aplicaci¨®n ¡°de toda la letan¨ªa de normas¡± que integran el marco educativo espa?ol, pero sin adoptar medida alguna en el ¨¢mbito de sus competencias.