Saludo a la Ley de concesi¨®n de nacionalidad a los sefard¨ªes
La norma escribe una p¨¢gina de feliz reencuentro, de concordia, de di¨¢logo y de esperanza que hace que los jud¨ªos espa?oles nos sintamos orgullosos de serlo
No resulta demasiado habitual en nuestra ya consolidada democracia que la forja de una Ley vaya acompasada del eco de los ciudadanos, del juicio de los medios, de las opiniones precoces de los propios legisladores. Sin embargo, en su tr¨¢nsito de proyecto a ley, la nueva regulaci¨®n en materia de concesi¨®n de la nacionalidad espa?ola a los sefard¨ªes originarios de Espa?a ha ido entrever¨¢ndose con tales reacciones adem¨¢s de con una sensible expectaci¨®n procedente de los m¨²ltiples rincones de la di¨¢spora sefard¨ª.
Tras siglos de ausencia jud¨ªa de Espa?a, el reencuentro comienza a finales del siglo XIX y se consuma con el r¨¦gimen de libertades que origina la Carta Magna de 1978. A?os despu¨¦s, en 1992, se rubric¨® el Acuerdo de Cooperaci¨®n con el Estado y desde entonces la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a, que hoy tengo el honor de presidir, se constituye en interlocutor del Estado y en motor y testigo de la vida jud¨ªa en nuestro pa¨ªs. La hist¨®rica visita de S.M. el Rey Juan Carlos I a la Sinagoga Beth Yaacov de Madrid sancion¨® el rumbo de la normalidad que hoy pervive en nuestro pa¨ªs y que hace que los jud¨ªos puedan conjugar su condici¨®n con la de espa?oles de pleno derecho.
En tal engranaje de normalidad se echaba en falta una norma generosa con aquellos sefard¨ªes no retornados a Espa?a. Se hab¨ªan dado pasos previos para amparar a sefard¨ªes en situaci¨®n de necesidad, pero sin regular de una manera clara y eficaz dicho proceso.
En esta X Legislatura, los Ministerios de Justicia y Exteriores toman finalmente la iniciativa. Tanto desde mi condici¨®n privada de sefard¨ª procedente de T¨¢nger, como en mi cualidad p¨²blica de presidente de la Federaci¨®n de las Comunidades Jud¨ªas de Espa?a, me corresponde agradecer el empe?o del Gobierno ¡ªen particular de los ministros de Justicia Ruiz Gallard¨®n y Catal¨¢¡ª, del legislador y la resoluci¨®n de diputados y senadores. Y desde luego reiterar la honda gratitud por parte de los judeo-espa?oles a S.M. el Rey Felipe VI, quien sancionar¨¢ una Ley consecuente con la sensibilidad hacia los sefard¨ªes felizmente demostrada en su principado y en su reinado.
Conocemos el anhelo con que los sefard¨ªes diasp¨®ricos contemplan la nueva Ley. El trato cotidiano con nuestros hermanos de Israel, de Turqu¨ªa, de Francia, de Iberoam¨¦rica nos descubre la expectaci¨®n universal que la norma suscita.
Hoy escribimos una p¨¢gina de feliz reencuentro, de concordia, de di¨¢logo y de esperanza que nos enriquece como personas y que hace que los jud¨ªos espa?oles nos sintamos orgullosos de serlo ante la puerta que nuestra patria abre.
Deseamos que la vida jud¨ªa se vea con normalidad en el seno de la sociedad espa?ola y que act¨²e como ant¨ªdoto de prejuicios y estereotipos. Que Sefarad no sea cuesti¨®n de extranjer¨ªa, sino patr¨®n hist¨®rico de lealtad hacia la tierra y hacia la cultura que nos vinculan.
Isaac Querub Caro es presidente de la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a.
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