¡®Condenada¡¯ por una hipoteca
La cr¨®nica de la perdici¨®n de la Infanta arranca en 2004, cuando adquiere el palacete de Pedralbes por 5,8 millones de euros
Procesada por delito fiscal, Cristina de Borb¨®n, hermana del Rey, tiene alg¨²n margen para escapar sin antecedentes del juicio que pondr¨¢ bajo sospecha su vida y la de su familia. Los expertos en leyes consideran que su abogado, Miguel Roca, contar¨¢ con argumentos de peso y aliados jur¨ªdicos clave para salir victorioso del empe?o. La absoluci¨®n judicial ser¨ªa un alivio para la Infanta, aunque insuficiente.
Hace tiempo que Cristina de Borb¨®n fue condenada por los hechos, destapados durante cuatro a?os de investigaci¨®n judicial. Los negocios de su marido arruinaron el prestigio de la hermana del Rey.
Cristina de Borb¨®n utilizaba los fondos de Aizoon para gastos particulares; de la caja de esa empresa se sacaba dinero para pagar a los empleados dom¨¦sticos
La cr¨®nica de su perdici¨®n arranca en 2004, cuando adquiere el palacete de Pedralbes ¡ª1.000 metros cuadrados edificables y 2.200 de parcela con tres plantas, siete habitaciones y 10 ba?os¡ª por 5,8 millones de euros. La Caixa, empleadora de la infanta Cristina, concedi¨® un cr¨¦dito al matrimonio de cinco millones a devolver en 30 a?os con un inter¨¦s del eur¨ªbor m¨¢s 0,5 puntos. La pareja declar¨® en 2004 a Hacienda unos ingresos brutos de 186.000 euros... y una hipoteca por la que ten¨ªan que abonar 208.000 euros netos al a?o. Las cuentas ni cuadraban ni sal¨ªan.
Undargarin acababa de estrenarse en un negocio con su socio Diego Torres que promet¨ªa grandes rendimientos: el Instituto N¨®os. Esta nueva empresa era una entidad sin ¨¢nimo de lucro que durante tres a?os factur¨® m¨¢s de seis millones de euros al Gobierno de Baleares, a la Comunidad Valenciana y al Ayuntamiento de Valencia. El 80% de esos fondos terminaban como beneficios en la caja de otras sociedades con ¨¢nimo de lucro propiedad de Urdangar¨ªn y de su socio.
En 2006, las sospechas de pol¨ªticos socialistas de Baleares sobre los contratos adjudicados a dedo al Instituto N¨®os llevaron al rey Juan Carlos a tomar medidas preventivas: retir¨® al yerno del negocio sospechoso y le coloc¨® en consejos de administraci¨®n de media docena de empresas privadas.
Aqu¨ª continu¨® el calvario de la pareja. Urdangarin evit¨® declarar sus ingresos como rentas personales del trabajo (IRPF) y los incluy¨® en la declaraci¨®n del impuesto de sociedades de la empresa privada Aizoon, cuya propiedad compart¨ªa con la Infanta. Esa treta le permiti¨® ahorrarse cientos de miles de euros en impuestos.
Cristina de Borb¨®n utilizaba los fondos de Aizoon para gastos particulares; de la caja de esa empresa se sacaba dinero para pagar a los empleados dom¨¦sticos del matrimonio o las fiestas de sus hijos. Y todos esos pagos se inclu¨ªan como gastos de Aizoon para ahorrarse impuestos. La Infanta alega que siempre estuvo al margen de la direcci¨®n y gesti¨®n de la compa?¨ªa, que ignoraba que los gastos familiares se atribu¨ªan a Aizoon para conseguir desgravaciones... Pero el juez Castro, instructor del caso, y la Audiencia no creen esa versi¨®n y sostienen que la Infanta contribuy¨® con su participaci¨®n en Aizoon ¡°a defraudar al fisco y, adem¨¢s, se benefici¨® de ello¡±. La condena no es firme. A¨²n queda el juicio.
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