El Rey que revoca

El rey Felipe VI ha firmado con el refrendo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un real decreto de la Jefatura del Estado, de 11 de junio, publicado en el Bolet¨ªn Oficial del 12, por el que se revoca la atribuci¨®n a Su Alteza Real la infanta Cristina de Borb¨®n de usar el t¨ªtulo de duquesa de Palma de Mallorca. De manera que el Rey, quien, a tenor del art¨ªculo 62 de la Constituci¨®n en el apartado f), ¡°expide los decretos acordados en el Consejo de Ministros, confiere los empleos civiles y militares y concede honores y distinciones con arreglo a las leyes¡±, acabamos de observar que tambi¨¦n revoca.

Impresiona que el rey Felipe VI utilice aqu¨ª la primera persona del singular para decir ¡°he resuelto¡±. Se trata, por tanto, de una decisi¨®n personal

Lo ha hecho de conformidad con lo dispuesto en el real decreto 1368/1987 sobre el r¨¦gimen de t¨ªtulos, tratamientos y honores de la familia real, cuyo art¨ªculo 6? establece que ¡°el uso de t¨ªtulos de nobleza, pertenecientes a la Casa Real, solamente podr¨¢ ser autorizado por el Titular de la Corona a los miembros de su Familia¡± y que ¡°la atribuci¨®n del uso de dichos t¨ªtulos tendr¨¢ car¨¢cter graciable, personal y vitalicio¡±.

El texto del real decreto deja claro que su redacci¨®n es conforme a las disposiciones legales vigentes en la materia y a continuaci¨®n, sin aducir motivaci¨®n alguna, concluye: ¡°He resuelto revocar la atribuci¨®n, etc.¡±. Impresiona que el rey Felipe VI utilice aqu¨ª la primera persona del singular para decir ¡°he resuelto¡±. Se trata, por tanto, de una decisi¨®n personal por mucho que lleve, conforme a la Constituci¨®n, el refrendo del presidente del Gobierno. Momento para coincidir con William Shakespeare cuando se?alaba que ¡°con inquietud reclina la cabeza el que lleva una corona¡±, para precisar que ¡°nunca exhal¨® el rey a solas un suspiro sin que gima con ¨¦l la naci¨®n entera¡±, y en La vida del rey Enrique, acto IV, escena I, se preguntaba qu¨¦ poseen los reyes que no posean tambi¨¦n los simples particulares, si no es el ceremonial.

Las autoridades p¨²blicas debieran responder no s¨®lo de su conducta personal sino tambi¨¦n de la de quienes les rodean

Podr¨ªa parecer una cuesti¨®n de ¡°asuntos internos¡± de la Casa, pero la resoluci¨®n del Rey de revocar la atribuci¨®n a la infanta Cristina, su hermana, de la facultad de usar el t¨ªtulo de duquesa de Palma de Mallorca, aporta, como bien ha se?alado un buen amigo periodista, un ejemplo relevante en el ¨¢mbito de su entorno m¨¢s ¨ªntimo.

Porque frente al proceder indecente en el que tantas veces incurren, las autoridades p¨²blicas debieran responder no s¨®lo de su conducta personal sino tambi¨¦n de la de quienes les rodean. De modo que, cuando cunde la irresponsabilidad, Su Majestad toma la dif¨ªcil y dolorosa senda contraria. No se escuda en la ignorancia, no se remite a lo que en su d¨ªa digan los jueces. Se siente concernido por la proximidad y resuelve. ?Imaginan los lectores si en la Secci¨®n III: Otras Disposiciones del Bolet¨ªn Oficial, donde aparecen las condecoraciones, empezaran a publicarse las revocaciones de las Grandes Cruces? S¨®lo se requerir¨ªa voluntad de la buena. Veremos.