El n¨²cleo irradiador

El famoso e hilarante tuit de Errej¨®n sobre el ¡°n¨²cleo irradiador¡± hay que tom¨¢rselo muy en serio. Puede que no diera con la expresi¨®n adecuada, pero el contenido era meridiano: aspiramos a la hegemon¨ªa y para eso hace falta absorber bajo nuestro manto a los ¡°sectores aliados laterales¡±. O, lo que es lo mismo, hegemon¨ªa significa resolver las tensiones por el liderazgo de la izquierda bajo nuestra marca. Nosotros, Podemos, somos la Carmena o la Colau de las pr¨®ximas elecciones generales.

Como seguramente le dijo el otro d¨ªa Iglesias a Garz¨®n, yo soy n¨²cleo irradiador y t¨² te quedas en mera lateralidad. La hegemon¨ªa es un juego de suma cero y eso de la convergencia de las izquierdas s¨®lo tiene sentido una vez aclarada la cadena de mando. Esto es pol¨ªtica pura, un juego despiadado por el poder, y somos quienes hemos dise?ado el veh¨ªculo organizativo y discursivo para el ¨¦xito. Nos guste o no, tienen raz¨®n. Ya ver¨¢n c¨®mo a medida que se aproximen las elecciones los sectores laterales ir¨¢n abandonando sus chalupas para subirse al buque podemita.

Mientras en la izquierda se juega en clave de hegemon¨ªa, en el centro izquierda se prefiere el recurso a la ¡°centralidad¡±, la forma posmoderna para referirse a algo similar; es decir, un recurso para ganar, s¨®lo que en m¨¢s softie, m¨¢s ajustado al vocabulario y el sentir de las actuales democracias. Presupone que los liderazgos y los discursos se deben organizar sintonizando con el sentir de la mayor¨ªa.

Y como esta dice ubicarse en el centro, centralidad ha acabado por identificarse con centrismo. El PSOE lo ha buscado combinando formas centristas ¡ªbandera y solvencia tecnocr¨¢tica¡ª y un discurso m¨¢s hacia la izquierda. Se vence cuando se consigue transmitir la idea de que se es un partido ¡°de orden¡± y transformador a la vez, algo en lo que est¨¢ fallando toda la socialdemocracia europea.

Los que juegan en clave de hegemon¨ªa lo saben y por eso abandonan la idea de que haya que ¡°adaptarse¡± a algo. Las mayor¨ªas no est¨¢n ah¨ª, pasivas, esperando a que alguien sintonice con ellas, sino que es preciso crearlas. Por eso hay que resignificarlo todo, desde lo que sea la izquierda hasta lo que entendemos por patriotismo. Hegem¨®n acaba siendo quien crea las nuevas fronteras, quien acierta en la inevitable diferenciaci¨®n entre un nosotros y un ellos; quien se erige en ¡°n¨²cleo irradiador¡±. Para eso me temo que hay que hacer m¨¢s pol¨ªtica y menos mercadotecnia.