La ecotasa: de la controversia al error irreparable
El consejero balear cuando se implant¨® el impuesto critica la derogaci¨®n por parte del PP
Se pens¨® la ecotasa como un mecanismo de solidaridad entre la actividad tur¨ªstica y el territorio en el cual esta se desarrollaba y entre los visitantes y la sociedad receptora. El mecanismo, era simple: un Fondo de Rehabilitaci¨®n de los Espacios Tur¨ªsticos y Naturales que se nutria de un impuesto sobre las estancias en los alojamientos tur¨ªsticos. Un impuesto finalista para un fondo gestionado con la amplia participaci¨®n de sectores empresariales, asociaciones agrarias, ecologistas, culturales y sindicatos. Una gesti¨®n democr¨¢tica y transparente de los recursos que se obtuviesen. Los objetivos que se especificaron en la ley fueron: remodelar y rehabilitar las zonas tur¨ªsticas, recuperar espacios naturales y rurales, revalorizar los elementos patrimoniales de relevancia social, cultural y tur¨ªstica y revitalizar el espacio agrario como elemento esencial del paisaje.
En el a?o 1999, cuando se constituyo el primer gobierno del pacto de progreso, las circunstancias que marcaban la posici¨®n de las Islas Baleares en los mercados tur¨ªsticos internacionales eran: una fuerte competencia internacional en el segmento de sol y playa -en los ¨²ltimos a?os se hab¨ªan creado 400.000 nuevas plazas hoteleras s¨®lo en la cuenca del Mediterr¨¢neo- y ser l¨ªderes en un monocultivo tur¨ªstico altamente estandarizado ¨Cturismo de sol y playa- y f¨¢cilmente replicable. Esto conduc¨ªa a estar en una buena situaci¨®n en la franja medio, medio-baja del mercado ¨Caproximadamente un 50% del total de la demanda- y, en cambio, a tener dificultades para penetrar, de manera generalizada y estable, en los estratos superiores de turismo m¨¢s exigentes. En consecuencia, se padec¨ªa estacionalidad, falta de identidad y dependencia de los grandes operadores internacionales. Era evidente que deb¨ªamos fortalecer nuestro producto ante una previsible guerra de precios provocada por el aumento de la oferta internacional. De sufrir alguna crisis, esta seria de producto.
Esta necesaria mejora formaba parte de un proyecto global y de futuro que conduc¨ªa a la redefinici¨®n del modelo de masas en el cual se estaba operando. Ten¨ªamos que crear un marco adecuado para que las empresas pudieran ofrecer nuevos y mejores productos: los tradicionales de sol y playa, con m¨¢s valor a?adido, y otros que diversificaran la oferta. Un modelo que aspiraba a revertir ciertos males end¨¦micos, como pasar del corto plazo a la sostenibilidad, del consumo de recursos a la conservaci¨®n del medio y de la estacionalidad a una mejora en la distribuci¨®n de los flujos tur¨ªsticos. Pero, sobre todo, buscar la complicidad social para revertir una tendencia de creciente rechazo a la actividad tur¨ªstica por parte de la poblaci¨®n residente. Eran a?os en los cuales se clamaba contra la masificaci¨®n y el agobio ambiental.
La ley estuvo vigente de mayo del 2002 hasta que fue derogada por el siguiente gobierno del Partido Popular, presidido por Jaime Matas, en octubre del 2003. Durante este periodo, entre muchas otras, se hicieron actuaciones en espacios tur¨ªsticos como demoliciones de hoteles y apartamentos en arenales y primera l¨ªnea de costa; se adquirieron espacios naturales como Es Canutells o Son Real, que pasaron a ser espacios p¨²blicos, y Sa Coma d¡¯en Vidal, que se incorpor¨® a la ruta de preda en sec de la Serra de Tramuntana. En Palma, se adquiri¨® el edificio del antiguo cuartel de Intendencia y el casal de Can Serra. Hubo actuaciones en los humedales de Es Grau y Ses Feixes¡ En definitiva, de no haberse derogado el impuesto, actualmente en Baleares, se llevar¨ªan invertidos m¨¢s de 1.000 millones de euros que habr¨ªan permitido poner en valor los recursos necesarios para un mejor producto tur¨ªstico y crear las condiciones para un turismo m¨¢s diversificado y sostenible. Si la aplicaci¨®n de la ecotasa fue controvertida, su derogaci¨®n constituy¨® un error irreparable.
Celest¨ª Alomar fue consejero de Turismo de Baleares, con el PSOE, que cre¨® la ecotasa en 2001.
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